viernes, 21 de septiembre de 2012

ARTÍCULOS PERIODÍSTICOS L


 MUERE EL PERSONAJE, NACE EL MITO
  

 


La muerte del cantante estadounidense Michael Jackson a los 50 años de edad acaecida el pasado 25 junio del 2009 ha conmocionado al mundo entero, especialmente entre los millones de seguidores del artista que hay en todo el planeta. Según el informe médico-forense, la muerte tuvo lugar a las 14.30 hora local californiana (las 23.30 hora peninsular española) por una parada cardiorrespiratoria. Antes de su muerte, un equipo de paramédicos trasladaron el cuerpo de Michael Jackson en una ambulancia desde su vivienda alquilada en el lujoso barrio angelino de Bel Air, en donde tuvo la crisis cardiaca, al hospital de la Universidad de Los Ángeles (California, EE.UU.), ingresando en estado comatoso. Allí fue intervenido por los médicos al practicarle una reanimación cardiopulmonar, que no dio ningún resultado. La noticia de su muerte fue certificada por el personal sanitario del hospital. Lo que parecía ser un rumor se convirtió finalmente en realidad. Michael había fallecido. De su muerte se han hecho eco casi todos los medios de comunicación del mundo, los cuales habían informado sobre este acontecimiento desde el primer momento, en vivo y a cuenta gotas.  La reacción de la gente al conocer la trágica noticia no se ha hecho esperar. Numerosos fans se concentraron fuera del hospital, junto con una gran cantidad de medios de comunicación. Alrededor del planeta hubo actos de concentración y oración espontáneas para homenajear al cantante fallecido.

La autopsia que se le practicó al cadáver reveló que la muerte por paro cardiaco fue causada por una sobredosis letal de morfina, como el propofol y demerol, que le fue suministrado al cantante por parte de sus médicos en su domicilio en Los Ángeles. Michael Jackson llevaba tiempo con una fuerte adicción a la morfina y a los fármacos,  por lo que su padre Joe Jackson intentó llevar a su hijo a un centro de rehabilitación en Palmdale (California). Varios miembros de su familia advirtieron que el famoso cantante no estaba en condiciones de poder actuar, debido a su delicado estado de salud, a los próximos conciertos en su gira en Londres. Michael tenía programado realizar una última gira de 50 conciertos a partir de julio del 2009 en Londres, después de estar apartado de los escenarios y de la vida pública desde 2005, año en el que saltó a la luz pública el escándalo sobre sus presuntos abusos sexuales a menores. El anuncio de su regreso a los escenarios tuvo lugar en Londres, donde realizó una rueda de prensa el 5 marzo del 2009 para promocionar su gira conocida como “This is it”. Con esta gira, el cantante quería recaudar dinero para pagar parte de una elevada deuda, según diversas fuentes, que él tenía y poner fin a su carrera artística.

Michael Jackson nació el 29 de agosto de 1958 en Gary, (Indiana, EE.UU.). Desde los primeros años de su infancia era un niño prodigio, mostrando un gran talento y genialidad con el paso del tiempo como cantante, compositor y bailarín. Su prometedora carrera artística comenzó formando parte, como vocalista, junto con sus hermanos,  de la mítica y exitosa banda The Jackson Five durante la década de 1970. En la década de 1980 se convertiría en la superestrella del pop de más éxito a nivel mundial, “el nuevo rey de la música pop”, gracias al extraordinario y descomunal impacto de su álbum “Thriller”, el disco más vendido de la historia de la música, con más de 109 millones de copias vendidas en todo el planeta. Por lo tanto, con la edición de su álbum “Thriller” se consagraría como la estrella indiscutible de la música pop. En su repertorio musical, a parte del pop,  incluye subgéneros como soul & funk, rhythm & blues, disco & dance. De la edición de todos sus albums se vendieron más de 750 millones de discos en todo el planeta. Sin lugar a dudas, la dilatada vida profesional y artística de este cantante ha sido intachable y excepcional. Ha sido una persona polifacética, ya que también destacó como productor, actor, escritor, coreógrafo, además de bailarín, compositor y cantante. Michael fue una estrella fulgurante que alcanzó su cúspide comercial y la fama antes de cumplir los 30 años de edad. Michael ha destacado por encima de los demás artistas musicales  por su inagotable capacidad de reinventarse, por la espectacularidad de sus campañas de promoción, por su versatilidad en sus estilos musicales, por la extraordinaria forma de crear una nueva tendencia en la forma de bailar (por todos es famoso el “moonwalk”), por la capacidad innovadora y vanguardista de sus videoclips (el video musical más largo de la historia fue el de “Thriller”), por la puesta en escena y los vestuarios en sus conciertos, por ser un pionero en sus múltiples novedades coreográficas y visuales que han marcado tendencia en el mundo de la música, especialmente en el género del pop.

Se ha convertido este artista en auténtico ídolo mundial de masas, siendo comparado con el legendario Elvis Presley, considerado como el Rey del Rock, y con la mítica banda The Beatles.  

No obstante, su vida personal estuvo llena de luces y sombras. Casado en dos ocasiones, con Lisa Marie Presley (hija del cantante fallecido Elvis Presley) y Deborah Rowe, de la cual tuvo 3 hijos, Michael Jackson saltó igualmente a la fama debido a sus excentricidades, por el derroche de dinero, por sus continuas operaciones de estética, por las acusaciones de pederastia que él presuntamente había cometido a menores, de las cuales salió absuelto por sentencia de un tribunal, etc. Por lo tanto, se podría decir, que su exitosa e incomparable vida artística y profesional estuvo mezclada con tristes y dramáticas circunstancias personales. La duras exigencias de su profesión, su afán de perfeccionamiento y superación, y el acoso de la prensa y de los medios de comunicación, fueron factores que unido a su extrema timidez y sensibilidad, la causaron un fuerte estrés y otros problemas serios de salud que se agravaron en la década de 1990 por los problemas que tuvo con la justicia.  A todos estos problemas hay que sumarle los traumas que Jackson arrastraba por una infancia demasiado volcada en su profesión, impuesta principalmente por su padre, lo que explicaba sus raros comportamientos, sus gustos excéntricos, sus obsesiones y su desgaste físico final.

De cualquier modo, Michael Jackson será siempre recordado por su humanidad, sensibilidad y solidaridad por los más débiles y necesitados, al donar centenares de millones de dólares de su patrimonio a ONGs, logrando formar parte del libro de los Récords (Guinness Book of World Records).  El artista apoyó con donaciones y patrocinios ni más ni menos que a 39 organizaciones caritativas. Igualmente, Michael contribuyó a fundar la Heal The World Foundation, generándose millones de dólares para paliar el hambre en África con el éxito colectivo “We are the World”, compuesta por él mismo.

En el corazón de todas las personas que admiraban a este incomparable e increíble artista está el recuerdo de su enorme calidad humana y de su brillante, pletórica y extraordinaria vida profesional y artística.

Un artista que pasará a los anales de la historia por ser quizás el personaje musical más importante, brillante y controvertido de la historia de la música. No cabe la menor duda que todo su trabajo quedará  siempre para la posteridad.

¡Donde quiera que estés, Michael, siempre se te recordará!

 ¡Michael, descanse en la paz del Señor! (R.I.P.)



FUENTES CONSULTAS:

Foto de inicio (Presentación de Michael Jackson de la gira “This is it” en Londres)

Biografía Michael Jackson

Noticia de la muerte de Michael Jackson


ENLACES EXTERNOS

  
Presentación de la gira This is it en Londres de Michael Jackson ante los medios y su despida ante sus fans
Enlace:

Canción Thriller (el disco más vendido de la historia de la música)

Canción Morphine –Demerol-

Michael Jackson 911 call-Demerol
Enlace



Los éxitos de Michael Jackson, en 4 minutos

Madonna homenajea a Michael Jackson

Emotiva despida a Michael Jackson en el Staples Center de Los Ángeles



SPORT


EL REAL MADRID HA SIDO PROCLAMADO MEJOR CLUB DEL SIGLO XX POR LA FIFA


 188.- 2000-2001- EL REAL MADRID MEJOR CLUB DE FÚTBOL DEL SIGLO XX


El Real Madrid, el club de fútbol más importante, prestigioso y famoso del planeta, ha sido designado el 11 de diciembre del 2000 por la FIFA (Federación Internacional de Fútbol Asociación) como el Mejor Club de Fútbol del Siglo XX en base a una encuesta realizada a lectores de la revista bimestral de dicha organización, FIFA World Magazine, en diciembre del 2000.  Es el único club de fútbol en el mundo que tiene esta distinción y se prevé que tendrán que pasar 92 años para que otro club pueda igualarlo. El trofeo lo recibieron Florentino Pérez (presidente del Real Madrid) y Alfredo Di Stefano (presidente honorífico del Real Madrid) de manos del presidente de la FIFA, Joseph Blatter.

Por otra parte, según la clasificación que realiza la IFFHS (Federación Internacional de Historia y Estadística del Fútbol) en el 2002 el Real Madrid fue designado como el mejor equipo del fútbol mundial. En el año 2009, el mismo organismo nombró al club merengue como el mejor club del siglo XX en Europa.

El Real Madrid se fundó en 1902. Desde entonces, se ha convertido en el equipo de fútbol más laureado, reconocido y con mejor palmarés del mundo. En sus vitrinas cuenta con 9 Copas de Europa (5 de ellas han sido de manera consecutiva), 2 Copas de la UEFA, 3 Copas Intercontinentales, 1 Supercopa de Europa, 31 Ligas Españolas, 17 Copas del Rey, 8 Supercopas de España, además de miles de trofeos no oficiales. Es el club que mayor número de aficionados y simpatizantes tiene no sólo en España (32, 8 % de los aficionados al fútbol en España son simpatizantes del Real Madrid, según el Centro de Investigaciones Sociológicas), sino en todo el mundo, sobre todo en Asia. El Real Madrid C. F. es posiblemente la firma o marca española más internacional, famosa y reconocida en el mundo.

A continuación expondré en este cuadro el resultado de la encuesta realizada a los lectores de la revista FIFA World Magazine en diciembre del 2000. En esta encuesta se valora todos los títulos a nivel nacional e internacional de todos los clubes de fútbol a nivel mundial.


1
Real Madrid
España
47,35 %
2
Manchester United
Inglaterra
7,69 %
3
FC Barcelona
España
6,18 %
4
Bayern Munich
Alemania
5,61 %
5
Ajax Amsterdam
Países Bajos
5,10 %
5
Santos
Brasil
5,10 %
7
Juventus
Italia
2,55 %
8
Peñarol
Uruguay
2,04 %
9
Flamengo
Brasil
1,53 %
9
AC Milan
Italia
1,53 %
9
River Plate
Argentina
1,53 %
12
Arsenal
Inglaterra
1,02 %
12
SL Benfica
Portugal
1,02 %
12
Boca Juniors
Argentina
1,02 %
12
Botafogo
Brasil
1,02 %
12
Independiente
Argentina
1,02 %
12
Internazionale
Italia
1,02 %
12
Liverpool FC
Inglaterra
1,02 %

Otros



 Como se puede apreciar el Real Madrid aplastó a todos sus rivales, acaparando cerca del 50 % de los votos. El Manchester United ocupa el segundo puesto, con 7, 69 % de los votos, muy lejos del Real Madrid. El tercer puesto lo ocupa otro equipo español, el F.C. Barcelona, con un 6,18 % de los votos.

Finalmente, debo decir que el Real Madrid es por quinto año consecutivo el club más rico del mundo, según adelantó el prestigioso rotativo británico Financial Times, en base  al estudio 'Football Money League', elaborado por la firma auditora de servicios profesionales Deloitte. En el segundo puesto de la lista de los clubes del fútbol más ricos del planeta figura el F.C. Barcelona y, en el tercer puesto, el Manchester United. El Madrid es el único club que ha superado los 400 millones de euros de ingresos en una sola temporada. Parte de esos ingresos los obtiene por los contratos de imagen, la publicidad o por los derechos televisivos firmados con Mediapro. El Real Madrid es, sin lugar a dudas, el club de fútbol con mejor marketing en el mundo. Actualmente, la liga española es la que más títulos continentales acapara, seguida de la liga inglesa (Premier League) y de la liga italiana (Calcio).

Esos son los datos de la gloriosa historia del Real Madrid.


FUENTES CONSULTADAS:

Real Madrid mejor club de fútbol del siglo XX según la FIFA (Foto de inicio y cuadro de clasificación del ranking FIFA de los mejores clubs de fútbol del siglo XX)


Real Madrid es el club más rico del mundo


ENLACES EXTERNOS


GOLES DE LEYENDA


HOMENAJE AL MEJOR CLUB DEL SIGLO XX


REAL MADRID NUEVE AÑOS COMO EL MEJOR CLUB DEL SIGLO XX


7ª COPA DE EUROPA DEL REAL MADRID


8ª COPA DE EUROPA DEL REAL MADRID


9ª COPA DE EUROPA DEL REAL MADRID (Cadena Ser)


VER ARTÍCULO EN FORMATO WORD



SCIENCE & THEOLOGY


LA TEORÍA CIENTÍFICA EVOLUCIONISTA CONTRA LA TEORÍA TEOLÓGICA CREACIONISTA

«Para un creyente, Dios está al principio de sus reflexiones. Para un científico, al final de sus investigaciones»

Max  Planck (Físico alemán. Premio Nobel de Física. Colocó las bases de la moderna disciplina científica conocida como Física Cuántica)

«Cuán grande es Dios, y nuestra ciencia, una pequeñez»
A. M. Ampere

Entramos en un nuevo milenio en este mundo lleno de contrastes, donde unos pocos ricos lo tienen todo, pudiendo hacer lo que se les antoje, mientras la mayoría de la población del Tercer Mundo pasa hambre. Un mundo en donde impera el materialismo, la lucha de clases, la discriminación sexual, la intolerancia racial, el terrorismo, las guerras, la mala política internacional, las desigualdades sociales, la degradación medioambiental, etc. Vivimos en un planeta en donde impera la ley de la "selva", un planeta en donde la cuestión es ser más que el prójimo, en donde se valora más el usufructo del dinero y de las riquezas materiales que otras cuestiones primordiales. Cuestiones que tienen que ver con la dignidad humana, valores morales y éticos como el amor, la amistad, la justicia, la paz, la solidaridad, etc., que empiezan hoy en día, en esta sociedad de consumo, a ser relegados por cuestiones más triviales y banales. Hoy el mundo vive una crisis de ética y espiritualidad en la que se ha perdido la fe en la justicia social, en la igualdad de clases, en la libertad ideológica, en la paz mundial,  pero lo peor de todo es que se está perdiendo la fe en Dios, en Nuestro Creador, al considerarlo como el gran culpable de esta vorágine de lacras sociales que de modo mecánico mueve el corazón del mundo. No nos damos cuenta de que el verdadero culpable de esa situación es única y exclusivamente del hombre por quebrantar las leyes naturales y morales impuestas por nuestra Divina Providencia. Vivimos en un mundo "insano", dirigido por políticos "insanos", que buscan fines que son también "insanos". Un mundo en donde prevalece cualquier tipo de dirigente que gobierna fuera de los límites de lo “políticamente correcto”. En un mundo lleno de paradojas, en donde en ciertos países hay un alto índice de obesidad (o anorexia como muchas modelos de pasarela que se preocupan por su imagen), mientras por otro lado la población del Tercer Mundo pasa hambre, en donde los países más ricos se preocupan en rearmarse nuclearmente, mientras en otros sitios del mundo viven en condiciones infrahumanas careciendo de una vivienda digna, alimentación, agua potable, de medidas higiénicas y sanitarias, de acceso a la educación y elevada explotación laboral infantil. Vivimos en un Nuevo Orden Internacional (NOI), diseñado bajo la ideología del neoliberalismo, hecho para beneficiar a los más poderosos y ricos. La actual globalización mundial, esencia del capitalismo, basada en el libre mercado, favorece a las oligarquías financieras corporativas, a las empresas multinacionales y al complejo industrial militar, y perjudica claramente a los países pobres del Tercer Mundo. Pero mi objetivo en este artículo no es hacer una reflexión sobre lo que está pasando en el mundo, sino que mi fin es centrarme en el tema siguiente: "La teoría científica evolucionista contra la teoría teológica creacionista".

Es paradójico que en EE.UU., la nación más poderosa del planeta haya un gran escándalo público por el simple hecho de que su presidente George W. Bush defendiese la postura de que ambos corrientes de pensamiento (evolucionista y creacionista), se impartiesen en los centros de enseñanza de todos los estados de América. ¿No deberían de escandalizarse y avergonzarse más por el mero hecho de que su presidente les llevó a una guerra ilegítima y despiadada contra Irak? ¿No es esto un claro signo de hipocresía en la sociedad americana? ¿No es acaso más legítimo censurar esa política de avasallamiento de América sobre otros países más débiles que el mero hecho de debatir una simple ley de reforma educativa? Como mi cometido no es, como ya comenté, hacer una reflexión sobre las injusticias del mundo o una crítica destructiva contra los EE.UU. en este capítulo, me centraré en el tema que ocupa dicho capítulo, explicando en qué se basa la Teoría Científica Evolucionista y la Teoría  Teológica Creacionista.

La teoría de la evolución a través de la selección natural fue postulada por el científico inglés Charles R. Darwin y se basa en que todos los organismos y seres vivos de este planeta están de algún modo vinculados por una descendencia común. Hay una infinidad de especímenes porque los organismos mutan de generación en generación y diferentes linajes se van transformando en distintas formas. Aquellos especímenes que comparten un ancestro reciente son más semejantes que aquellos con un ancestro remoto. Esto se ha llegado a extrapolar para explicar la conexión, tanto en la constitución como en su estructura genética, entre los humanos y los monos. Según los partidarios del evolucionismo, si hay algo de lo que toda la comunidad científica está de acuerdo es que el origen evolutivo de las plantas (flora) y de los animales (fauna) es un hecho demostrado que va más allá de cualquier duda razonable. La teoría evolucionista no sólo trata de explicar que el origen de la vida en la Tierra de los distintos especímenes fue fruto de una evolución de una especie a otra, sino que también aplica esta teoría al explicar que el origen del Universo fue fruto de una gran explosión o "Big Bang", a partir del cual se fue formando los distintos planetas, entre ellos la Tierra, surgiendo de ese modo las distintas galaxias que hay en el espacio infinito.

La teoría de la creación definida por la teología, particularmente la Biblia Cristiana, se basa en que el origen de la vida en la Tierra, tanto de humanos como de animales, fue fruto de una Inteligencia Divina o Dios que así lo programó. Pero antes, narra el primer capitulo de la Biblia dedicada al Génesis, Dios crearía el universo en seis en días y al séptimo día descansaría. Una vez que ha creado la Tierra, sería entonces cuando decidiría poblar el planeta de animales y crear al primer hombre, Adán, "a su imagen y semejanza" a través de un trozo de barro, y luego de moldearlo soplaría sobre el mismo un viento que representaría el espíritu eterno e inmortal. De la costilla del hombre crearía a la primera mujer, Eva, de la misma condición y naturaleza que Adán. A través de su relación, fruto del acto sexual, surgirían los primeros descendientes, Caín y Abel, y así sucesivamente hasta poblar la Tierra. La cuestión clave en esta teoría es que todo cuanto existe no fue fruto de una evolución debido al azar, como intenta defender la tesis evolucionista, sino que todo está perfectamente diseñado y programado por un Ser Supremo o Divina Providencia que así lo decidió.

Después de exponer la tesis de cada corriente de pensamiento, quisiera rebatir ambas posturas, principalmente la evolucionista, para dar conocer cuales son sus ventajas e inconvenientes.

La teoría de la evolución de Darwin tiene la ventaja de que explica de manera racional y científica cómo se formaron las distintas especies, fruto de la evolución que éstas sufrieron a lo largo de los tiempos. Si bien es cierto que esta teoría no demuestra de manera rotunda y convincente que el origen del ser humano provenga directamente del mono, ya que existen varios interrogantes que nos plantean. Uno de esos interrogantes es el siguiente: Si existe una total vinculación genética entre el mono o el último homínido (Homo Sapiens) con el hombre, como acepta la ciencia ¿es posible que el ADN de una especie animal mute por sí solo, desafiando leyes biológicas o genéticas, para convertirse en una especie diferente de mayor orden, por ejemplo en un humano?

Esta teoría tiene sus defectos:

1º La Teoría Evolucionista viola la 1ª Ley de la Termodinámica: la ley de la conservación de la energía. Esta ley se basa en que la energía no se crea ni se destruye, sólo se transforma (el archifamoso físico Albert Einstein era un ultradefensor de esta tesis). Por lo tanto, la energía necesaria para una posible evolución avanzada e innovadora, por ejemplo un pez desarrollando alas para posteriormente escapar del agua volando quebranta la inviolable ley de la física y de la genética. La teoría creacionista defiende que un Ser Supremo o Dios creó el universo y a los seres vivos. Una vez que Dios ha finalizado su obra creadora, la energía, por consiguiente, ya no es creada.

2º La Teoría Evolucionista quebranta la 2ª Ley de la Termodinámica: la ley de la disipación de la energía. Esto se basa en que la energía tiende disiparse. Algunos sistemas estructurados avanzan de una forma más ordenada y compleja, a una forma más desordena y aleatoria. A esto se le define como "entropía". En base a esta ley, todos los organismos vivos evolucionan irreversiblemente hacia el deterioro.

3º La tesis evolucionista quebranta la Ley de la Bio-Génesis: Los partidarios de evolucionismo mantienen la idea de que la vida salió de la no-vida, la materia de la nada (vacío energético) y que los seres humanos procedemos de los animales, sin embargo cada una de esos aspectos es harto imposible, es decir, su probabilidad científica es nula. Esta ley, la de la Bio-Génesis asegura que la vida procede de la vida, al contrario de lo que opina la tesis evolucionista. Hasta el organismo más simple de vida está compuesta por miles de millones de partes conjuntadas en un ser vivo, la probabilidad de que se forme al azar o casualidad es abismalmente baja, por no decir nula. Es por tanto absurdo pensar que la vida venga de la nada o de la materia inerte. Por otro lado, si nos referimos al origen del universo, la probabilidad científica de que todo el cosmos haya surgido por azar de una fluctuación cuántica del vacío es de 1 contra 1000000000...000 (130 ceros), es decir, que es materialmente imposible.

4º Otro grave defecto que tiene esta teoría es que no se ha encontrado ni siquiera alguna evidencia científica en el registro fósil que acredite la evolución. Según la teoría evolucionista, la evolución básica de la vida en la Tierra que va desde la materia hasta el hombre es la siguiente: materia inerte, a protozoarios, a metazoarios, a peces vertebrados, a anfibios, reptiles, aves, cuadrúpedos con piel, simios y finalmente en esta escala evolutiva se encuentra el hombre. El inconveniente radica en la ausencia de registro fósil de muchas de las distintas especies que han evolucionado en esa escala evolutiva. Es más, la evolución de unas especies a otras está en numerosos casos completamente ausente de registro fósil.

5º Otro defecto importante es que el registro fósil ha errado en documentar un único "eslabón perdido" que pudiese verificar y confirmar la vinculación del mono con el hombre. La cuestión es que no se ha encontrado una evidencia científica que demuestre de manera rotunda, concluyente e irrefutable la vinculación entre el mono y el hombre (en todo caso se han encontrado indicios fragmentarios y dudosos de tal conexión). Es cierto que ha habido descubrimientos positivos de un "eslabón perdido" anunciados por los científicos casi de manera periódica, sin embargo, finalmente se han visto envueltos en una oscura controversia, siendo revisados y denegados por los propios antropólogos, arqueólogos y paleontólogos. Si el origen del hombre es fruto de la evolución del mono, entonces seguiría la línea de descendencia que a continuación enumero: el primero de ellos podría ser el Ramapithecus, de hace entre 5 y 13 millones de años; posteriormente sería el homínido Australopithecus, muy parecido al hombre actual; el siguiente sería el Homo Erectus, quien utilizaría herramientas y conocería el fuego; el Homo Neanderthalensis, quien tendría una vida de cazador y recolector; y finalmente en esta escala evolutiva del mono aparecería como antepasado del hombre el Homo Sapiens Sapiens, de hace unos 40.000 años. Esa sería el origen y evolución del hombre, de ser cierta esta teoría, cosa que es muy dudable y no muy evidente.

6º La teoría científica evolucionista ha errado en dar una explicación de la existencia tan siquiera de una "célula simple". Se basa en que el organismo unicelular más simple contiene en sus genes y cromosomas una cantidad casi infinita de información. En cada célula se encuentran miles y miles de genes. La inmensa mayoría de los especímenes tienen esas células complejas en perfecto orden. Es inconcebible que a través de un proceso aleatorio, fortuito y herrático se pueda ordenar y organizar tanta información masiva.

7. La selección natural a través de mutaciones es incapaz de convertir un organismo en otro de mayor orden. Toda la información contenida en los genes de un animal se halla codificada en el ADN de sus antecesores. Por ejemplo, un gato puede verse sometido a diversos factores que le afecten en su tonalidad de pelo, forma de las orejas, su rabo, tamaño de sus patas, etc. pero siempre seguirá siendo un gato.  Si en su ADN está codificado que sea un gato, se podría concluir que es materialmente inconcebible e imposible por las leyes de la genética y de la biología que ese gato pase a ser otro tipo de animal o especie.

8º Si la evolución es un proceso continuo, en el que los animales evolucionan de una especia a otra, entonces esas especies o animales en proceso de formación los deberíamos apreciar en cada instante, o incluso deberían de existir en la actualidad seres mixtos entre vegetales y animales, entre animales acuáticos y terrestres.

9º En base al principio antrópico, en el universo, más concretamente en la Tierra, deben darse las condiciones estrictamente necesarias para la supervivencia de los seres vivos, tanto de vegetales, animales y humanos. Me parece descabellado pensar que, dado las interacciones entre Tierra-Sol, todo halla sido fruto del azar. Esas precisas, perfectas y calculadas interacciones que existen entre nuestro planeta y el Sol, indispensables para la supervivencia de la Tierra y de todas sus especies, apuntan claramente a una intervención divina.

10º Si tenemos en cuenta el argumento cosmológico, Dios existe porque el universo existe. Esto implica que para que exista el universo tuvo que haber de un modo u otro una Primera Causa (Dios) en dicho proceso de creación. Por lo tanto, la existencia del universo presupone la existencia de Dios como primera causa de toda la creación (ley de la causalidad). Igualmente, si bien los científicos atribuyen el origen del universo al Big Bang, para muchas personas esa “Gran Explosión” puede ser fruto “de un simple chasquido en los dedos de Dios”, alegóricamente hablando. 

11º En base al argumento teleológico, el universo, tanto en sus más pequeñas unidades estructurales de los seres vivos (átomos, células, etc.), como en la vastedad del cosmos, parece reflejar de manera implícita un DISEÑADOR INTELIGENTE. Para ver más claro este punto, tomemos por analogía el ejemplo de un reloj. A nadie se le ocurre que todo es producto de una mezcla de piezas y componentes, como si su complejidad y “diseño” fuese un proceso impersonal y mecánico, sino que atribuimos la existencia de ese objeto a un diseñador. Esto lo podemos extrapolar al referirnos al origen del universo, el cual fue creado por un LEGISLADOR o DISEÑADOR. Por lo tanto, el argumento teleológico (“telos” viene del griego y significa “fin”), basado en el orden, complejidad y diversidad de los seres vivos y del cosmos, implica que el orden observable en el universo entero fue fruto de un DISEÑO INTELIGENTE, hecho sumamente innegable para cualquier persona que tenga un mínimo de inteligencia y tenga una mentalidad abierta.

Estos defectos demuestran a mi modo de ver que no existen evidencias científicas sólidas, concluyentes y plausibles que respalden la tesis de la evolución en los términos que en que se basa la ciencia.

Ahora veamos las evidencias que aporta la tesis del Diseño Inteligente (creacionista) en las complejas y perfectas interacciones entre la Tierra y el Sol:

1. Por el correcto posicionamiento de la Tierra respecto al Sol que le permite recibir la cantidad apropiada de calor que hace posible el sostenimiento de la vida.

2. Cualquier cambio apreciable en el ritmo de rotación de la Tierra, aunque sea minúsculo, haría imposible la vida en nuestro planeta, afectando principalmente a las plantas en su proceso de fotosíntesis.

3º Por el mero hecho de que las variaciones o oscilaciones de temperatura sean mantenidas dentro de los límites razonables, principalmente debido a la órbita casi circular de nuestro planeta que gira alrededor del Sol.

4º Un exceso de temperatura de la Tierra se ve moderado por la presencia de vapor de agua y dióxido de carbono en la atmósfera, produciendo de este modo el conocido efecto invernadero.

5º Por el perfecto posicionamiento de la Luna respecto a la Tierra, lo que facilita las mareas sobre la Tierra. Si el satélite lunar estuviese  más separado de la Tierra provocaría que los continentes estarían completamente sumergidos al menos dos veces al día.

6º Por el perfecto diseño del grosor de la capa terrestre y de las profundidades de los océanos, lo que facilita la vida animal y vegetal en la Tierra. Un aumento minúsculo de ese grosor, aunque sea cuestión de centímetros, haría imposible la vida a cualquier ser vivo, principalmente a plantas y animales.

7º Por la precisa y correcta inclinación del eje de la Tierra que gira alrededor del Sol, lo que produce las estaciones del año que son absolutamente fundamentales para cultivar las provisiones de alimentos.

8º Por la presencia de la capa de Ozono que está ubicada en la estratosfera, la cual sirve de escudo protector o mecanismo de defensa ante la radiación ultravioleta emitidos por el Sol, evitando la aniquilación de la vida en la Tierra.

9º Por el mero hecho de que la atmósfera sirva para protegernos ante la presencia de cualquier meteorito que pudiese caer en la Tierra. Sin esta protección el peligro de extinción de cualquier ser vivo en esta planeta crecería exponencialmente.

10º Por el tamaño físico exacto y de su masa que facilita el sustento de la vida. Esto posibilita un correcto equilibrio entre las fuerzas gravitacionales y la presión atmosférica.

11º Por la perfecta distribución de nitrógeno y oxígeno que componen la atmósfera terrestre, lo que permite la vida en la Tierra.

12º Otro crucial hecho lo encontramos en el campo magnético de nuestro planeta, lo que posibilita una protección ante la perjudicial radiación cósmica.

13º Por el preciso aprovisionamiento de agua natural, un bien imprescindible para la existencia de cualquier ser vivo en nuestro planeta por sus propiedades físicas extraordinarias y esenciales.

Estas y otras más combinaciones, complejas, interrelacionadas, perfectamente diseñadas, calculadas y planificadas, con un sentido del propósito, las cuales son indispensables para la existencia y supervivencia de cualquier ser vivo en la Tierra (científicamente hablando se sabe que nuestro planeta tiene 4.500 millones de años de antigüedad) apuntan claramente a una creación universal obra de una INTELIGENCIA SUPERIOR o DIOS. Por lo tanto, sería completamente absurdo, irracional e incoherente que todas esas perfectas combinaciones que  rigen el sistema Tierra-Sol, sean fruto de un mero cambio, de una evolución, o mejor dicho, debido al azar. Es más, tengo poderosas razones para creer que todo es debido a ley de la "causalidad" mencionada por famoso filósofo Immanuel Kant, que una mera casualidad o capricho de la suerte. Eso sí, una ley de "causalidad" que no excluya a Dios como principal artífice en la creación universal. Como afirmó Albert Einstein, Premio Nobel de Física por su descubrimiento del efecto fotoeléctrico y mejor científico del siglo XX según la prestigiosa revista estadounidense Time: en el universo existe un orden implícito o causa (Dios) y orden explícito o efecto (Creación). El mismo Albert Einstein, quien revolucionó nuestro entendimiento del tiempo, del espacio, de la gravedad y de la conversión de la materia en energía, creía que "Dios no jugaba a los dados" en el sentido de que nada podía en el universo ser fruto del azar. Esa famosa frase de Einstein contiene, sin lugar a dudas, una connotación claramente teológica.

Por otra parte, el célebre físico, matemático y astrónomo inglés Sir Isaac Newton, quien "reorganizó" nuestro entendimiento sobre el universo y sus leyes, descubriendo el secreto de la fuerza que movía los astros con la postulación de la ley de la gravitación universal, era un ferviente creyente. Este personaje, considerado por muchos como el mejor científico de todos los tiempos, creía que todo cuanto existía en el universo (incluyendo la Ley de la Gravedad) tenía que ser, dado su meticulosa, calculada y metódica perfección, obra de una INTELIGENCIA SUPREMA o un DIOS. Su ley de la gravedad relaciona la intensidad del campo gravitatorio terrestre con la masa de la Tierra y con el radio de la misma. En otras palabras, esta ley se basa en la fuerza de atracción que efectúa la masa de la Tierra sobre los cuerpos situados en el campo gravitatorio terrestre. Esa fuerza produce la caída de los cuerpos hacia la superficie terrestre con una aceleración más o menos constante, conocida como aceleración de la gravedad. Sin embargo, el gran Newton no se conformaba con una simple explicación científica sobre la existencia y las consecuencias de su ley formulada, sino que fue al trasfondo de esa explicación científica para preguntarse ¿QUÉ ORIGINA REALMENTE ESO?, ¿POR QUÉ EXISTE? y ¿QUIÉN ES EL LEGISLADOR DE TODAS LAS LEYES QUE RIGEN EN EL UNIVERSO? Por más que no choque, tanto nosotros como el propio Newton no sabríamos responder a esas preguntas. Pero si hay algo indiscutible es que ese campo gravitatorio terrestre sí existe realmente. Por eso, el más grande de los grandes, Newton, es un ejemplo a seguir por los demás científicos, ya que él no sólo se limitaba con formular y demostrar una teoría a través de la aplicación de determinados parámetros o principios, sino que iba al trasfondo de esa explicación científica, sin excluir en todo momento a Dios como posible mentor de todos los principios y leyes físicas que regían y rigen en el universo. Un hombre que tenía una mente mucho más avanzada y lúcida que todos los científicos de su tiempo, incluso más que la de sus contemporáneos. Sin duda un científico de una enorme categoría e importancia que tenía siempre la mente abierta a cualquier posibilidad, sin rechazar o aceptar cualquier teoría de antemano hasta que no fuese demostrada o refutada de manera empírica y objetiva, al contrario del "modus operandi" de casi todos los científicos mecanicistas, que aferrados a dogmas materialistas en defensa del ideal ateo, rechazan de entrada cualquier tema que pudiese plantear una explicación meramente trascendental, en el sentido de teológico o metafísico. Esa era la grandeza de Isaac Newton, el carecer de ese signo de “inflexibilidad mental” tan propio de los científicos agnósticos y ateos. Esa actitud sabia, inteligente e inconformista de Newton de buscar una explicación que trascendiera lo meramente científico en su ley postulada, le valió para acercase a Dios, a venerar su creación universal. Esa búsqueda del trasfondo de la explicación científica también debería de aplicarse para explicar:

a)  El Origen de la vida humana.
b)  El Origen del universo en través del famoso Big-Bang.

Origen de la vida humana

Desde el momento previo a la concepción hasta el propio nacimiento el ser humano tuvo que librar la batalla más importante de toda su vida: la lucha por la existencia o supervivencia. Para lo cual, decenas de millones de células de esperma fueron partícipes en esa gran batalla y, no obstante, únicamente una de ellas ganaría: la que hizo al  hombre. Fue una grandiosa carrera para lograr un único objetivo: un valioso óvulo con un minúsculo y diminuto núcleo. Ese objetivo por el que competían los espermatozoides tenía un tamaño menor al de una cabeza de alfiler, es decir, un tamaño "microscópico". Y cada espermatozoide era tan diminuto que haría falta que fuese ampliado miles de veces para que nuestro ojo humano pudiera percibirlo. Y, sin embargo, a ese nivel microscópico se libraría la lucha más importante y decisiva por el derecho a la existencia del ser humano. La cabeza de cada uno de los millones de espermatozoides contenía en su haber una carga de exactamente 24 cromosomas, del mismo modo que, en el minúsculo núcleo del óvulo, habría también 24 cromosomas. Cada cromosoma está compuesto por un conjunto de corpúsculos que tienen apariencia de gelatina. Cada bolita contendría cientos de genes a los que la comunidad científica imputan todos los factores de la herencia del futuro concebido. Los cromosomas del espermatozoide (masculino) incluirían todas las tendencias y material hereditario aportado por el padre y sus antepasados o ancestros; por el contrario, los cromosomas del núcleo del óvulo (femenino) estarían integrado por los rasgos heredados de la madre y también de los ancestros. El padre y la madre representan para el futuro concebido la culminación de 2.000 millones de años de victoria en la batalla de la supervivencia. Y entonces un determinado espermatozoide -el más veloz, el más sano, el triunfador- se unió con el óvulo que estaba a la espera para crear con éste una minúscula célula viva. De ese modo, se iniciaría la vida del ser viviente más importante de la historia: la del hombre.

Ese es el proceso biológico pormenorizado de la concepción humana fruto de la fecundación del óvulo por el espermatozoide a través del acto sexual entre la mujer y el hombre. Esa sería la explicación científica de cómo y por qué se produce la reproducción humana. Sin embargo, veo la necesidad de mirar en el trasfondo de esa explicación científica para preguntarme: ¿quién diseñó ese proceso biológico de concepción de manera tan perfecta? y ¿qué chispa de energía hizo concebir el "milagro" de la vida humana?. Esto me lleva pensar inevitablemente que el "milagro" de la concepción humana fue obra sin duda de una ENERGIA SUPREMA, de un DIOS. Hay muchas razones para creerlo, no sólo por proceso biológico de la concepción, sino por la complejidad del ser humano y por estar dotado de inteligencia, a diferencia de los otros seres vivos. Una complejidad, perfección y hermosura la del ser humano que va más allá, tal y cómo consideran los científicos materialistas, de una simple reducción o composición de tejidos, células, órganos, sistemas, aparatos y poco más. Todo parece indicar que sólo un Dios puede crear al ser viviente más importante que habita en la Tierra: el hombre. Sólo Dios pudo hacer que todas las leyes biológicas (y físicas) sean tan perfectamente diseñadas y planificadas. No es necesario ver a Dios para creer en su existencia, basta ver la grandeza, hermosura, orden y perfección del universo para darse cuenta de que todo no fue fruto del azar. Sólo una Inteligencia Superior pudo crear todo ello con un claro sentido de propósito. Aunque para muchos creer en la existencia de Dios es dogma de fe, para mí no lo es por lo que acabo de exponer en este capítulo. Opino que creer en Dios como principal protagonista en la Creación Universal es de sentido común y lógica.

Origen del universo

La teoría del Big-Bang se remonta a millones de años atrás, concretamente entre unos 13.000 y 18.000 millones de años, en donde supuestamente toda la materia debió aparecer concentrada en un volumen muy minúsculo creando lo que se ha denominado "huevo cósmico", el cual tenía un radio de 130 millones de kilómetros. En este “huevo” la densidad alcanza un tamaño realmente desproporcionado, provocando su inestabilidad (la aparición de ese “huevo cósmico” se produjo por la unión de poderosos fuerzas energéticas y de partículas subatómicas). A causa de ello se produciría una enorme explosión de ese "huevo cósmico", lo que simbolizaría el origen de la creación de galaxias con sus planetas, estrellas, cometas, nebulosas, vías lácteas, etc., del todo el universo y su expansión eterna e infinita. Esta teoría se basa en un universo abierto. Sin embargo, hay otra teoría que define que el universo es pulsante o cerrado.

Esta teoría, la del universo cerrado o pulsante, defienden que ese "huevo cósmico" es el resultado de una concentración de toda la materia de un supuesto universo anterior. De esta tesis surge la idea de que el universo llegará a un punto en que dejará de expandirse para luego, a través de poderosas fuerzas gravitatorias, se contraiga a sí misma para formar una sola masa con densidad infinita.

Esa es la explicación científica del origen del universo a través del famoso Big-Bang. Sin embargo, a pesar de las legítimas explicaciones científicas que han presentado los científicos durante muchas generaciones para definir (o explicar) el origen el universo (sobre todo la visión de la tesis evolucionista de que todo se formó a través de una gran explosión o Big-Bang), sigue habiendo muchos interrogantes que nos plantean algunas de esas explicaciones. Algunas de ellas son: ¿qué chispa de energía hizo crear el universo a través de esa explosión?; dada la perfección intrínseca y extrínseca del universo ¿cómo es posible que de manera aleatoria se pudiera formar la distintas galaxias?; si el tiempo y el espacio tal y como predice  la ciencia es finito, es decir, que tuvo un comienzo, ¿quién lo creo y cómo?. Esto me lleva a pensar de manera inequívoca de que todo cuanto existe en el universo, por su complejidad, su perfección y su propósito, es obra de una INTELIGENCIA SUPREMA. Puede ser alguien, un Dios, o algo, una Energía Suprema u Orden Superior. Tanto da como se le indentifique, sólo basta creer que todo fue fruto de una fuente Divina o Sobrenatural, que trasciende las leyes físicas conocidas y por conocer. ¿Qué me hace pensar que todo es obra de un SER SUPERIOR?. Por el mero hecho de que los representantes de la ciencia han postulado desde sus orígenes un sin fin de teorías, entre ellas la del origen del universo, muchas de la cuales tuvieron que ser redefinidas. Véase como ejemplo cuando en la Edad Media se creía que la Tierra era el centro de universo, para que después viniese Galileo Galilei para refutar esa creencia afirmando que existen otros planetas en diferentes galaxias y sistemas solares. Otro ejemplo lo tenemos cuando el filósofo alejandrino Tolomeo quien postuló la teoría geocéntrica que consistía en que tanto el Sol como los demás planetas giraban en torno a la Tierra, al contrario de la creencia de otro gran filósofo de la talla de Pitágoras, que creía que la Tierra, los cometas y los demás planetas giraban alrededor del Sol. Sin embargo, sería la tesis de Copérnico (defendida igualmente por Galileo Galilei) quien sepultaría la teoría geocentrica para otorgarle el protagonismo al Sol como astro central, tal y como defendía el mencionado Pitágoras. Tres cuartos de lo mismo ocurre cuando se creía que la Tierra era plana o que el universo era infinito para que al final dotados científicos demostraran que era redonda o que tal universo era finito. Por lo tanto, cada teoría que formula la ciencia está expuesta a una posterior redefinición debido a lo que a mi parecer se le conoce como "Ley de la ulterioridad del conocimiento". No sólo tiene ese inconveniente la ciencia, sino que además tienes al menos 4 limitaciones:

1ª La ciencia no es el único camino o método de trabajo para tener un conocimiento válido. Es lo que es, muy útil y válido para aplicar en aquellos campos que se rijan a través de una serie de parámetros como la material, lo empírico y lo tangible, pero es claramente insuficiente en el estudio de otros campos de lo inmaterial, como la metafísica y la teología. 

2ª A pesar de los grandes avances de la ciencia en muchos campos que han mejorado la calidad y esperanza de la vida de muchas personas, su conocimiento en temas primordiales, como el origen del universo, si hay vida inteligente en otros planetas, sobre la muerte, sobre el origen del hombre y de cuándo comenzó aflorar su inteligencia, sobre cómo funciona el cerebro humano, o si la mente es igual al cerebro, etc., sigue siendo de una ínfima parte. No digamos cuando nos referimos a todos los fenómenos que se encuadrarían en la rama de las ciencias ocultas o parapsicología (ECM, PES, fenómenos OVNI, las presuntas reencarnaciones, casos de xenoglosia, sobre las apariciones, los fenómenos teleplásticos y psicofónicos, etc.), donde queda patente la falta de conocimiento por parte de la ciencia para explicar esos fenómenos. Sin embargo, a la ciencia materialista, en su campaña de desprestigio y descrédito, no le costó barrer de un plumazo todas las pruebas que corroboraban la existencia de lo sobrenatural aportando argumentos superficiales, estériles y carentes de raciocinio. Por lo tanto, podemos concluir, a pesar de los trascendentales avances acontecidos en las últimas décadas, diciendo que seguimos viviendo en un mundo de tinieblas en donde desconocemos muchas cosas que nos rodean. Sigue habiendo casi tantos misterios por resolver que en tiempos pasados, principalmente porque el grado de evolución intelectual del hombre es muy bajo todavía, concretamente se estima que el grado de desarrollo intelectual del hombre hasta el momento sólo es de un  10%. Ante ello me pregunto: Si el grado de evolución intelectual del hombre fuese muy superior al actual en un futuro no muy lejano ¿es posible que tengamos las respuestas sobre aquellas preguntas primordiales que siempre inquietaron al ser humano? Yo pienso claramente que sí. Por eso, hoy por hoy debemos reconocer, dadas nuestras limitaciones, que somos unos grandes ignorantes del mundo que nos rodea.

3ª La ciencia cae en el error de deducir modelos que explican la realidad, lo cual es taxativamente lo contrario a explicar la realidad o demostrar cualquier teoría tal cual como es. Por ejemplo, la teoría del origen del universo a través de un Big-Bang es aceptada por casi toda la comunidad científica, sin embargo, eso no quiere decir que esa teoría sea la correcta. Es posible que científicos de generaciones venideras, con una mente más desarrollada y avanzada, postulen teorías que refuten y rebatan la tesis actual del origen del universo. Lo mismo pasa con la teoría de la gravitación universal en donde se sabe que hay una ley y unas consecuencias de esa ley, pero la cuestión clave, como ya expresé anteriormente, es trascender esa explicación científica para preguntarse el porqué de su existencia. Por lo tanto, la ciencia a la hora explicar el origen del hombre y del universo utiliza más bien la intuición, es decir, que estaríamos hablando de un tipo de ciencia intuitiva, especulativa y relativista más que empírica y demostrativa.

4ª La ciencia, sobre todo materialista, en su visión mecanicista y secular del universo ha utilizado abusivamente el Principio Racionalista según el cual no se  debe creer en nada (o dar por sentada una teoría) cuya verdad no esté lo suficientemente demostrada. Esto me lleva inevitablemente a plantearme las siguientes preguntas: ¿Es legítimo y necesario aplicar el Principio Racionalista a todo tipo de creencias?; y ¿para tener la creencia sobre algo debemos esperar siempre hasta que dispongamos de pruebas concluyentes? La verdad es que eso no es así, sino véase la gran cantidad de creencias que sostenemos los humanos en nuestra vida cotidiana sin disponer de la necesaria evidencia. Por ejemplo, en el matrimonio, cuando el marido o esposa cree en la fidelidad de su pareja sin tener todas las pruebas necesarias que demuestren que tal fidelidad es un hecho corroborado. Si me basase en el Principio Racionalista tendría muchos motivos para rechazar tal creencia, sin embargo el marido (o mujer) cree en la fidelidad de su pareja concediéndole el beneficio de la duda razonable y sin necesidad de esperar a tener todas las pruebas necesarias para creer sin ningún género dudas en ello. Si fuese lo contrario, es decir, esperar hasta disponer de todas las pruebas que demuestren más allá de cualquier duda razonable la fidelidad de su pareja, la relación matrimonial acabaría finalmente rompiéndose debido a los celos, sentimientos enfermizos y a cualquier tipo de tensión innecesaria entre ambos cónyuges. Por eso, en muchos casos es mejor o sería más correcto aceptar la cuestión con pocas pruebas o evidencias que tratar de demostrarla científicamente. Esto se podría extrapolar para explicar el origen del universo o del hombre. Si es cierto que no tenemos una evidencia científica irrefutable de la existencia de Dios, si tenemos indicios o pequeñas pruebas que nos hacen creer en su existencia. ¿Qué pruebas tenemos? Sólo basta admirar la perfección, grandeza, hermosura, complejidad, orden, el sentido de propósito y la metódica planificación del universo y del ser humano para darse cuenta que sólo un Dios pudo crear todo ello. No tenemos todas las pruebas necesarias para creer en Dios, pero si tenemos indicios que nos hacen sustentar tal creencia. Lo mismo pasa con la creencia de la inmortalidad del alma. No tenemos todas las pruebas necesarias para creer que dicha inmortalidad está demostrada. Basta con unos pocos indicios o pruebas para creer en ello sin tenerlas todas consigo. Por ejemplo, las experiencias cercanas a la muerte (ECM), las apariciones, las psicofonías, las experiencias extracorpóreas (EEC), las presuntas reencarnaciones, etc., son pequeños indicios que nos llevan a creer que existe vida después de la muerte. Es verdad que no tenemos todas las pruebas necesarias para apoyarnos ciegamente en tal creencia, pero es que no es necesaria. Todas esas disciplinas juntas ya son suficientes para tener una evidencia científica objetiva que demuestra de manera rotunda, incuestionable y concluyente la existencia de una eventual vida postmórtem. Ahora bien, también nos plantea otra cuestión: ¿pruebas o consecuencias?. ¿Qué consecuencias conllevaría una visión materialista del mundo, del universo y del destino de la existencia humana? Pues claramente conduciría a la desesperación, a la falta de sentido por la vida, a la frustración y la impotencia. En cambio ¿qué consecuencias tendría una visión teológica o “espiritualista” del universo y de la existencia y destino de la condición humana? Al sentido de la vida, a la fe y la esperanza, a la felicidad, a comprometernos a practicar valores morales y éticos como el amor, la paz, la justicia, etc., a la serenidad y confianza ante la muerte, a una visión positiva intrínsecamente del contexto del hombre con el universo, de su relación con el espacio y el tiempo, con la inmortalidad, etc. 

Para continuar este artículo quisiera decir que el principal defecto que tiene la Teoría Teológica Creacionista según los partidarios del evolucionismo es el hecho de basarse en la fe o superstición, pero es que es cuando la Biblia hace mención a Dios como Creador de todo cuanto existe se considera como una Verdad Revelada. No competa a la Teología demostrar su tesis, ya que son verdades sagradas reveladas por Dios, sino que a la ciencia le compete demostrar lo contrario. Por lo tanto, la Teoría Creacionista se presumirá como válida mientras la ciencia no demuestre lo contrario y hasta ahora no le ha hecho de manera plausible y convincente. Otro error en que caen los evolucionistas y aquellos que son partidarios de la abolición de la teoría creacionista es el hecho de interpretar los textos de las Sagradas Escrituras de manera literal, en vez de hacerlo de un modo simbólico. Por supuesto que suena fantasioso y imaginativo que Dios creara el universo en seis días, descansando al séptimo día tal y como nos revela la Biblia Cristina. Lo mismo ocurre con la creación del hombre a partir de un trozo de barro, formando a la mujer con la costilla del primer hombre. Yo mismo reconozco que es muy creativa y fantasiosa esa teoría (una de esas alegorías famosas es aquella que considera que las estrellas y las esferas de los planetas son sostenidas en la ingravidez del espacio por ángeles para preservar el orden y la armonía en el universo). Sin embargo, hay que tener en cuenta que cada religión tiene su particular visión sobre la Creación Universal y del origen del Hombre, convergiendo en la ideal central de que sólo un Dios pudo crear todo cuanto existe. Tanto da como lo interpreten o como sea la forma, si en el fondo es lo mismo, comparten la misma creencia. Por lo tanto, la Creación Universal por parte de Dios se debe interpretar de manera simbólica. Nadie sabe cómo se les arregló ese SER SUPREMO para crear todo lo que existe. Un error muy común ya no sólo de los evolucionistas, sino de la gente en general, es considerar a la Teología, y principalmente a la religión, como “el opio del pueblo” (este término lo acuñaron Karl Marx y Friedrich Engels quienes eran partidarios de la abolición de la religión). Sin negar dicha afirmación pero sí matizándola, considero que la Teología y la Religión no son sólo un sistema de creencias, dogmas y preceptos, es además un sistema de valores (morales, éticos y humanos) que sirven de instrumento para que este mundo convulso en donde prodigan las injusticias y lacras sociales sea un mundo mejor a través de la practica del amor, la esperanza, la fe, la justicia, la compasión, la solidaridad, etc. Siendo más concreto y explícito, por ejemplo cuando la Biblia Cristiana y los Santos Evangelios hablan sobre la vida de Jesús de Nazaret, quién vivió su vida en clave de parábola, lo que se trata de transmitir en cada acto simbólico de Nuestro Mesías es la importancia de practicar el amor incondicional hacia nuestro prójimos durante nuestras fugaces vidas terrenales, la importancia del perdón de los pecados, la compasión hacia quien sufre, la fe ante las adversidades, la esperanza en un mundo mejor, la justicia, etc.  Por lo tanto, al margen de las creencias que profesen cada religión, considero que dicha religión desempeña en la sociedad mundial un papel decisivo para que haya más orden, paz y justicia. Puede ser el “opio del pueblo”, pero en todo caso sí sería necesaria, legítima y fundamental para el equilibrio de nuestro planeta. Ahora bien, que algunos fanáticos, fundamentalistas y descerebrados, que no religiosos, ya que ninguna religión ampara la violencia, malinterpreten su fe para causar la muerte de seres humanos, eso ya es fruto de la inhumanidad, crueldad y atrocidad del hombre, nunca de Dios. El hombre, por tanto, ha pecado clamorosamente abusando del don del “libre albedrío” concedido por Dios.  Otro grave error en el que caen evolucionistas y materialistas es el hecho de negar la existencia de Dios por el simple hecho de no poder percibirlo con sus sentidos.  Hay muchas cosas que existen, sin que podamos percibirlo con nuestros medios sensoriales ordinarios. Por ejemplo, el esperma. Nadie ha visto con sus propios ojos un espermatozoide, sin embargo, nadie discute su existencia gracias al uso del microscopio. Eso demuestra que tenemos la vista limitada. Lo mismo pasa con el viento, nadie lo puede ver. O el electrón, los rayos ultravioleta, los rayos gamma y los agujeros negros, nadie los ha visto pero la ciencia acepta su existencia.  Sin ir más lejos, dada la compleja composición y funcionamiento del universo, la ciencia ha planteado la existencia no sólo de un modelo de realidad tridimensional, sino que ya está cimentando las bases para creer que el universo está formado por un modelo de relatividad del espacio y el tiempo tetradimensinal (4-D). Concretamente la Física Cuántica defiende la idea de los universos múltiples y paralelos, lo que demuestra que la realidad puede ser más amplia de lo que en principio parece. Como dijo el científico Ronald Mallet, doctor en filosofía por la Universidad de Connecticut y profesor de astrofísica: "Podría haber más dimensiones que las clásicas tres. La relatividad tiene cuatro dimensiones espacio-temporales. En nuestro afán por encontrar teorías del campo unificadas hemos descubierto que el espacio podría tener dimensiones adicionales y que seremos incapaces de entender otras fuerzas como la electromagnética sino añadimos una quinta dimensión, lo que implica que la realidad podría ser mucho más compleja de lo que habíamos imaginado. Lo que vemos a nivel cotidiano no es más que un pálido reflejo de una realidad mucho más amplia" (Ronald Mallet, Vida después de la vida). Compartiendo la misma opinión que este científico, pienso que la realidad tridimensional que nosotros vivimos de manera cotidiana puede ser un pálido reflejo de lo que percibimos con nuestros limitados sentidos. Dicho con otras palabras, la realidad tridimensional del plano físico puede ser tan sólo un mundo "virtual" creado por nuestra mente, la cual puede acceder a otras realidades virtuales de la existencia, como ocurre en los estados alterados de consciencia. En base a eso, opino que hay que ser sensatos y no dar por sentadas muchas cosas hasta que no se tengan sólidos indicios, pruebas o evidencias que confirmen o refuten nuestra creencia más allá de cualquier duda razonable.

Algunos filósofos materialistas reflejan en su línea de pensamiento un exacerbado nihilismo y desesperación, entre ellos debo citar a Bertrand Russell y Friedrich Nietzsche. En cuanto a Bertrand Russell, famoso es su siguiente pasaje que podría denominarse el credo del materialista: "el hombre es el producto de una serie de causas cuya finalidad es imprevisible; su origen, su desarrollo, sus esperanzas y sus temores no son sino el resultado de cierta disposición accidental de los átomos; ni la pasión ni el heroísmo, ni la firmeza de su pensamiento o de su sentimiento pueden garantizar al individuo una vida más allá de la tumba; todo el esfuerzo, la devoción, el talento, la inspiración y el resplandor del genio humano están destinados a la extinción final en la muerte del sistema solar. Por tanto, todos los logros de ser humano están condenados inevitablemente a terminar sepultados bajo los escombros de un universo en ruinas. Todo esto es tan incuestionable y se halla tan fuera de toda duda que cualquier filosofía que lo rechace es insostenible. Sólo sobre el andamiaje de estas verdades, sobre los firmes cimientos de una desesperación inexcusable podrá erigirse finalmente la morada del alma". Ese es el pasaje más que retórico de Bertrand Russell, que refleja claramente su desesperación, su impotencia y falta de sentido por la vida. En esa misma línea de pensamiento encontramos a Friedrich Nietzsche, famoso por su frase “Dios ha muerto”, en alusión de que el hombre y la ciencia habían matado a Dios. Otros, como el astrofísico y físico teórico Stephen Hawking, consideran que la creencia en un Dios Creador del hombre y del universo es una idea o hipótesis superflua de innecesario planteamiento. También tenemos otros científicos con una visión materialista de la vida y el universo como Sigmund Freud y Susan Blackmore. En cuanto a Sigmund Freud, padre del psicoanálisis, consideraba que la creencia en Dios y en la inmortalidad del alma era “el simple fruto de satisfacer deseos infantiles, indicios de una rebelión neurótica contra la dura tiranía del principio de la realidad”. Por otra parte, la psicóloga y fisióloga Susan Blackmore, a quien se le otorgó el Skeptical Distinguished Award (Premio a la Escéptica Distinguida) por parte del CSICOP (Comité para la Investigación Científica de lo Supuestamente Paranormal), afirmaba que la creencia en Dios y en las pruebas en favor de la supervivencia del alma a la muerte física, como las ECM o los viajes astrales, "son una creación de la mente, un mundo de pensamiento e imaginación que surge de las mismas profundas fuentes de nuestros más antiguos deseos; en otras palabras, expresa el anhelo de liberarnos de las limitaciones de la existencia." Otros pensadores que tenían una ideología materialista y atea son Sartre, Spinoza, Séneca, Feuerbach, K. Marx, F. Angels, Demócrito, Epicuro...

Respetando las creencias que puedan profesar las personalidades citadas anteriormente, opino que la ciencia y la tecnología, a pesar de los importantes progresos en diferentes campos, como en la biología, en la ingeniería genética, en la medicina, en la física, en la electrónica, en la industria aerospacial, en el sector de las telecomunicaciones, en los transportes, en la biotecnología, la bioenergía, la nanotecnología, etc., que han servido para mejorar la calidad y esperanza de vida muchas personas, han sido el revulsivo también para que esta sociedad moderna sea más materialista, egoísta y consumista. Asimismo, el pragmatismo y hermetismo de la ciencia no han servido para cubrir el enorme vacío existencial de las personas, no ha proporcionada paz, felicidad y sentido a la vida de los humanos, en cambio la religión ha dado sentido, esperanza y optimismo a la población al acercarse a temas más primordiales que implican tan íntima y directamente al género humano, como son el origen, naturaleza y destino del hombre. Por lo tanto, puedo concluir diciendo que debido al escepticismo académico y científico con respecto a la religión, esto no ha hecho más que convertirla en un anacronismo insostenible.  

Ya para terminar quisiera expresar dos cosas más. La primera de ellas es que si la teoría evolucionista fuese el modelo verdadero, la evolución debería de producirse en tres niveles:

  Nivel Cosmológico: se produce a través del Big Bang, a partir de cual se fueron formando las distintas galaxias y  constelaciones con sus estrellas, planetas, etc. que existen en todo el universo. 

 Nivel Biológico: se produce cuando una especie animal o vegetal muta o evoluciona a otro tipo de especie de mayor orden.

3º Nivel Espiritual: Se basa en la 1º Ley de la Termodinámica según la cual la energía no se crea ni se destruye, sino que se transforma, ley que se puede extrapolar al espectro del alma o espiritualidad humana, la cual no se crea ni se destruye, sino que evoluciona.

Por lo tanto, si todo cuanto existe es fruto de una evolución, esa evolución debería de producirse al menos en esos tres niveles (cosmológica, biológica y espiritual)

La segunda cosa que quiero comentar es que la teoría evolucionista no tiene porque excluir necesariamente el modelo creacionista. Es más, considero que ambas corrientes de pensamiento pueden ser perfectamente compatibles entre sí. Si el origen del Universo tuvo origen en un Big-Bang, puede ser que la fuente de energía de esa explosión sea de naturaleza divina. Lo mismo pasa con el origen del hombre.  Sin ir más lejos, Charles Darwin, el padre de la teoría evolucionista, era curiosamente creyente. Él creía que Dios había escogido al mono como modo de evolución del hombre, dotándole a éste último de inteligencia, la cual es de orden divino, puesto que todos los demás especímenes, aproximadamente unos 840.000, carecerían de ella. Por otra parte, Alfred Russell Wallace, co-postulador de la teoría de la evolución, acabó desechando tal teoría porque no podía explicar el salto intelectual tan grande entre el mono y el hombre. De hecho,  aspectos como la ética, la moralidad, el arte, la creatividad, la consciencia, capacidad de hablar y razonar, su inteligencia, que el hombre pueda tener ciertas facultades extrasensoriales, por no hablar de su alma, todos esos aspectos atribuibles al hombre y que no poseen los monos, hacen descartar de manera rotunda, concluyente y definitiva que todo sea fruto de una evolución de una especie a otra debido al azar, según bastantes académicos y científicos. Es más, para Wallace la única explicación al sentido moral e intelectual que tiene el hombre, en contraposición del mono, es la intervención divina. 

Concluyendo este capítulo, quiero decirles a mis ilustres lectores que no vean este escrito como un intento de alegato o apología del creacionismo, sino que más bien he intentado presentar con claridad meridiana, usando la mayor objetividad e imparcialidad posible, la definición y características de ambas corrientes de pensamiento, con sus ventajas e inconvenientes, correspondiendo al propio lector, en base a las pruebas de que dispone, cual de los dos modelos es el correcto: evolucionista o creacionista.   


NOTA IMPORTANTE

En EE.UU. un grupo aproximado de 500 prestigiosos y eminentes científicos han firmado un manifiesto en favor del DISEÑO INTELIGENTE basándose en argumentos, según ellos, de carácter científico.


CITAS A MODO DE CONCLUSIÓN 

 «Jamás he negado la existencia de Dios. Pienso que la teoría de la evolución es totalmente compatible con la fe en Dios. El argumento máximo de la existencia de Dios, me parece, la imposibilidad de demostrar y comprender que el universo inmenso, sublime sobre toda medida, y el hombre, hayan sido frutos del azar».

Charles Darwin
Científico naturalista británico que postuló la teoría de la evolución por selección natural

«La cuestión no es si la teoría creacionista o del diseño inteligente pueda considerarse como una teoría científica o no.  La cuestión es si esa teoría está respaldada con argumentos racionales, intelectuales, sólidos y plausibles. En este caso, la teoría creacionista se equipara a la teoría evolucionista en tanto que los argumentos de los creacionistas tienen el mismo grado de validez, incluso aún mayor, visto desde la imparcialidad y objetividad, que los argumentos de los evolucionistas»

Jesús Fraga Cid
Escritor-Divulgador científico

FUENTES CONSULTADAS

Definición, características y defectos de la teoría evolucionista y de la teoría creacionista
Fuente







Origen de la vida humana
Fuente: CLEMENT STONE, William – HILL, Napoleón: La actitud mental positiva: un camino hacia éxito, Grijalbo 1999

Origen del universo
Fuente: Enciclopedia VOX

Cita de Ronald Mallet
Fuente: DVD Vida después de la vida -La reencarnación- Año Cero, Canadá 1996

Cita de Bertrand Russell y de Sigmund Freud
Fuente: AA.VV. ¿Vida después de la muerte? Kairós, Barcelona 1992

Artículo redactado antes del año 2008

RELIGION


SU SANTIDAD BENEDICTO XVI ANUNCIA OSTENSIÓN PÚBLICA DE LA SANTA SÍNDONE DE TURÍN PARA LA PRIMAVERA DEL AÑO 2010


    



 Su Santidad Benedicto XVI ha anunciado una nueva Ostensión pública de la Santísima Síndone que será llevada a cabo en la Catedral de Turín entre los días 10 de abril y 23 de mayo del 2010. Algunas de las anteriores ostensiones han sido en el año 1978, 1998 y en el año 2000. En 1978 acudieron aproximadamente 3 millones de personas de cualquier creencia de todo el mundo a la exposición del lienzo. En 1998 se realizó la Ostensión pública con motivo del centenario de la primera fotografía que se realizó a la Sábana Santa por parte de del abogado y fotógrafo italiano Secondo Pía.  En ese año acudieron más de 2 millones y medio de fieles, turistas y peregrinos. En el año 2000, con motivo del Jubileo de la Redención (Año Santo Jubilar),  también se realizó otra Ostensión pública y asistieron a la exposición del lienzo más de 3 millones de personas de 175 países, al igual que centenares de medios de comunicación audiovisual (periodistas, corresponsales, etc.). Se prevé, según fuentes vaticanas, que acudan al menos 2 millones de personas en esta nueva Ostensión del lienzo. La Santa Sede prevé no realizar otra Ostensión pública del lienzo hasta el año 2025. Actualmente, la Sábana Santa se encuentra en la Capilla del Duomo de la Catedral San Juan Bautista de Turín.

Por su parte, Benedicto XVI acudirá a venerar la mortaja mortuoria que según la tradición cubrió el cuerpo sin vida de Jesús de Nazaret el día 2 de mayo del 2010. El papa dijo:”será una ocasión sumamente propicia –estoy seguro– para contemplar ese misterioso rostro que silenciosamente habla al corazón de los humanos, invitándoles a reconocer en él, el rostro de Dios”.

Curiosamente, la Ostensión del Santo Sudario de Turín coincide con el Año Santo Compostelano (Jacobeo) en el que se espera la llegada a Galicia (España) de 10 millones de turistas y peregrinos de cualquier rincón del planeta, según diversas fuentes. El Santo Padre Benedicto XVI también anunció que acudirá a Santiago de Compostela el próximo día 6 de noviembre del 2010 para realizar una ofrenda al Apostol Santiago, cuyos restos descansan en esta importante y famosa catedral desde hace siglos, según la tradición.

Santiago de Compostela es una de las tres ciudades más importantes de la Cristiandad, junto con Roma y Jerusalén.



FUENTES CONSULTADAS

     Benedicto XVI anuncia Ostensión de la Sábana Santa de Turín



     Foto de inicio con la imagen de la Sábana Santa
     Fuente:
http://aguavivammix.blogspot.com/2009/10/lo-que-la-sabana-santo-no-es.html




             
ENLACE RELACIONADO CON LA NOTICIA

Homilía de Su Santidad Juan Pablo II en 1998 ante la Sábana Santa de Turín y anuncio de Ostensión Pública de la Síndone (INCLUYE FOTO IMPRESIONANTE DE LA SÍNDONE DE TURÍN)


    DOCUMENTALES   

    Documental El misterio de la Sábana Santa -Un enigma al descubierto-    (Discovery Channel)

    Documental Shroud of Turin: fraud or evidence of Christ´s resurrection?
   
    Documental Revelaciones: El Sudario de Turín (National Geographic Channel)

   Documental La Sábana Santa (The History Channel)

    Documental El Santo Sudario de Turín (Discovery Channel)

SCIENCE (AUTHOR: LLISES FOREST)

    LA DEGRADACIÓN MEDIOAMBIENTAL

“Nuestro único hogar es la Tierra, y nuestra mayor responsabilidad es cuidarla pensando en nosotros mismos y en las generaciones venideras”

 

Jesús Fraga Cid

 



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 ¿Qué es el medio ambiente?; ¿qué importancia tiene para los seres vivos?; ¿cómo es valorado en la sociedad actual?; ¿qué problemas y soluciones podemos encontrar ante la actual y progresiva degradación medioambiental?

Para poder encontrar las respuestas a las anteriores preguntas claves y comprender el significado vital que tiene para nosotros el medio ambiente, habría que valorar un sin fin de factores, aspectos y puntos de vista políticos, económicos, jurídicos y sociales por la complejidad que abarca su campo de actuación.


El medio ambiente es el conjunto de condiciones físicas, de características químicas del medio y de los seres vivos que rodean al hombre, ya sea el aire, el suelo, o el agua, y también los seres vivos que conviven con él.

Para analizar este tema hay que incidir sobre la importancia que tiene en la transformación del medio ambiente el vertiginoso aumento de población en la Tierra y que hace que se duplique cada 30 años. Actualmente, la población mundial supera los 6.500 millones de habitantes. Sólo China tiene cerca de 1.300 millones de habitantes, convirtiéndose en el país de mayor tasa de natalidad del mundo, y curiosamente España está entre los 5 países con la tasa de nacimientos más bajas del mundo. Sus efectos se manifiestan en forma de presión ejercida por los consumidores sobre los recursos materiales para asegurar la alimentación. Pero la situación se agrava cuando se produce la intensificación local y gravemente excesiva de la urbanización, es decir, hay un éxodo del campo hacia la ciudad. Todo esto acaba provocando el que haya una cantidad elevada de personas en superficies pequeñas, es decir, una aglomeración que se produce en la mayoría de los países industrializados y que ciudades como Nueva York, Ciudad de México, Londres, Tokio, etc., son un claro ejemplo de ello. Esta aglomeración llega a producir un deterioro del contexto psíquico de la persona, aburrimiento, gente solitaria, despersonalización, etc. Los otros factores, aparte de la aglomeración, que influyen en este deterioro son el ruido, el estrés, el deterioro del paisaje, etc. En definitiva, la superpoblación es un problema muy serio ya que conlleva un agotamiento progresivo de los recursos naturales del planeta.  

Uno de los medios vitales que rodea al hombre, el suelo, está teniendo serias degradaciones. Hablo de la erosión y desertización del suelo. La sobreexplotación agrícola y ganadera son unos de los principales factores que provoca la erosión. El uso de fertilizantes químicos de origen industrial está provocando la erosión del suelo a corto plazo, y la desertización a largo plazo, y que incluso puede afectar el medio hídrico, afectando a las aguas superficiales y subterráneas. El uso también de plaguicidas repercuten negativamente en campos de cultivo y, en general, en el ecosistema. En España se utilizan más de 3.000 productos diferentes, como insecticidas, fungicidas, bactericidas, herbicidas, etc., aunque la mayoría no son biodegradables para el suelo, algunos sí lo son. Atmósfera, suelo y aguas son medios receptores de estos compuestos donde pasan a los seres vivos y ecosistemas. Los plaguicidas tienen efectos importantes sobre la microfauna y la flora del suelo, incluso sobre la fertilidad. En este sentido destacamos los herbicidas que eliminan plantas no deseadas, produciendo cambios bioquímicos en el suelo, favoreciendo a la erosión, sobre todo en las zonas del clima árido.

El clima, pues, influye en la erosión y desertización del suelo, siendo más impactante este problema en las zonas templadas del planeta.

Aparte del clima, las actividades ganaderas, agrícolas o agrarias, también influyen de forma decisiva en la erosión y en la posterior desertización de las superficies terrestres las explotaciones forestales, como son la deforestación o tala indiscriminada de árboles e utilización de maquinaria pesada que acarrea serios problemas, como la contaminación acústica y atmosférica. Esta actividad forestal está causando la desaparición de masas autóctonas de arboleda por otras especies. Un dato muy importante a tener muy en cuenta es que en las últimas décadas del siglo XX se ha destruido más de dos terceras partes de hectáreas de superficie de bosque debido en gran medida a la tala abusiva de árboles para uso industrial, como la fabricación de madera. Aunque tampoco debemos olvidarnos sin duda de los incendios, tanto provocados, como ocurre en la gran mayoría de los casos y que no se sabe a qué intereses responden estos actos, y los de origen natural. Los incendios causan un grave impacto medioambiental y en la seguridad animal y humana. Este es un punto bastante importante para analizar, ya que una de las consecuencias más directas que provocan la extinción de ciertas especies de animales y vegetales es la destrucción de su hábitat natural a través de la progresiva e incontrolada explotación, ya sea forestal, marítima, ganadera, agrícola, etc. Especies como los bisontes, lobos, leopardos, nutrias, osos panda, águilas, koalas, canguros, etc., están siendo exterminados incompasivamente por el hombre. Las razones que provocan esta extinción de éstas y otras más especies animales se deben a varias razones, como es para transformar su hábitat natural en campos, pastos y zonas urbanas e industriales. Otro motivo es la caza y la pesca para el autoconsumo humano, o por considerarse especies competitivas y peligrosas, como el lobo y el leopardo, entre otros animales. También encontramos motivos de tipo industrial o comercial, como sucede con la captura de cocodrilos, ballenas o tigres para utilizar su piel y su carne como factor comercial (este tipo de mercancías en su gran mayoría, y como sucede con la captura de ballenas, son introducidos en mercados negros de Asia Oriental). Aunque la caza y la pesca es una manera intencionada y directa de provocar este desequilibrio ecológico, también hay otras razones que directamente afectan a este deterioro: es la contaminación de las aguas fluviales y marítimas. Un ejemplo evidente de ello lo encontramos en los terribles efectos que  producen las mareas negras debidas a los grandes naufragios de los grandes barcos petroleros y demás barcos que se dedican al transporte marítimo de determinadas sustancias químicas. Sin duda, los más perjudicados por estos desastres ecológicos son las especies animales, ya sean ballenas, pingüinos, focas, tortugas marinas, nutrias, gaviotas, peces, horcas, etc., y también los sufren los vegetales, las plantas. Muchas de esas especies les llevaría muchos años para poder repoblarse de nuevo. Tenemos como claro ejemplo de esta destrucción animal a las ballenas, en la que actualmente se encuentran con vida no más de 1.000 en las aguas de los océanos Atlántico y Pacífico (aunque actualmente se han repoblado de nuevo muchos más ejemplares), y que no hace más de 3 siglos habitaban más 200.000 ejemplares (las ballenas son una especie mamífero muy llamativa,  pues pueden llegar a pesar más de 125 toneladas  y medir más de 30 metros de largo, es decir, casi tres veces el volumen corporal de un dinosaurio grande). Sólo la conciencia de los gobiernos de todos los países pueden evitar que se siga produciendo la total exterminación de especies animales y la flora. Por eso es necesario e importante que se adopten medidas políticas, económicas, sociales y jurídicas, ya sea promulgando leyes que prohiban y penalicen más severamente estos actos de pesca y caza indiscriminada y estableciendo zonas protegidas para estas especies en extinción, como los zoos y los parques naturales, y que actualmente se está haciendo. Otra solución sería divulgando a través de los medios de comunicación estos sucesos para que la gente se mentalice más sobre lo que está pasando con nuestros compañeros los animales que, al igual que nosotros, tienen sentimientos y deben ser respetados. Sólo así se conseguirá un equilibrio de convivencia y bienestar con los animales.

Uno de los temas más relevantes que más impacto está causando en la degradación ambiental es la contaminación atmosférica debida a la liberación de sustancias químicas industriales, ya sean dióxido de azufre, de carbono (Co2), metano, óxidos nitrosos,  la calefacción doméstica y los medios de transporte, como los aviones, los automóviles, etc. (el  uso de combustibles fósiles, como el petróleo, el carbón y el  gas natural provocan esta contaminación atmosférica al emitir dióxido de carbono). Este aumento de emisiones de Co2 en todo el mundo y la disminución de oxígeno en la atmósfera debido a los incendios y a la deforestación o tala abusiva de árboles, pueden provocar un calentamiento de la Tierra capaz de producir la fusión de casquetes glaciares, y de esta manera provocar la alarmante subida del nivel del agua de los océanos (también se estima que en las últimas décadas del siglo XX el nivel del agua ascendió entre 20 y 30 cm. más y que, a consecuencia de ello, muchas personas que vivían en islas han tenido que abandonarlas). Pero una de las principales razones que provocan ese calentamiento global de la Tierra es, sin duda, al efecto invernadero que, como muy bien es conocido, está causando además un cambio climático. Un dato muy importante es que la temperatura de la Tierra en un siglo ha aumentado en un grado centígrado y seguirá aumentando drásticamente con el paso del tiempo.

Otra de las consecuencias inmediatas que provoca la polución de la atmósfera es la lluvia ácida, que se produce por la transformación del dióxido de azufre en trióxido, y que va reaccionar con la capa de agua, formando el ácido sulfúrico, que es arrastrado por la lluvia, causando la lluvia ácida. Esto suele producirse en los grandes núcleos urbanos e industriales. Es todo ese humo que vemos salir de las chimeneas de las fábricas industriales. Este humo llega acarrear determinadas enfermedades crónicas cardiovasculares y respiratorias, pudiendo ser letal en la mayoría de los casos.  

Pero sin duda el asunto crucial que más preocupación causa a los humanos por las tremendas repercusiones a la hora de hacer posible la vida a cualquier especie en la Tierra es la destrucción de la capa de Ozono. El Ozono es un gas que se encuentra en la estratosfera que sirve para protegernos de las radiaciones ultravioleta del Sol. Sin esta protección, la vida en la Tierra sería imposible. Acabaría provocando todo tipo de desequilibrios, como, por ejemplo, afectaría negativamente al sistema inmunológico de los humanos, alteraría el proceso de fotosíntesis de las plantas, provocaría cáncer de piel en las personas, se elevaría muy considerablemente el nivel de las aguas de los mares y océanos, se extinguirían especies animales, etc. y todo de manera gradual hasta provocar la total extinción de cualquier ser vivo de este planeta. Algunas de las razones por las que se produce ese crecimiento del agujero de la capa de Ozono localizado en la Antártida son debidas al uso doméstico de CFCs, a la contaminación de los medios de transporte, a las fábricas que emiten Co2 a la atmósfera, etc. Es de vital importancia comprender que la degradación medioambiental es un proceso continuo, gradual y cíclico, en el sentido de que si se contamina la atmósfera, se reducirá la capa de Ozono de la estratosfera, provocando un calentamiento de la Tierra, una elevación del nivel de las aguas del mar y de los océanos debido a la fusión de casquetes glaciares, propiciando la desaparición de islas y provocando finalmente la extinción de la vida vegetal, animal y humana en el planeta. Por eso, ante el peligro potencial que supone el calentamiento global, veo necesario que todos los países del mundo ratifiquen y se comprometan en cumplir el Protocolo de Kioto sobre el cambio climático, con el fin de que todos las naciones reduzcan notablemente la emisión de gases de efecto invernadero a la atmósfera, sin que ningún país compre la cuota de derechos de emisión de esa sustancia a otro país, como ocurre actualmente. (Debo decir que se realizó una nueva cumbre mundial sobre el clima en diciembre del 2009 en Copenhague con la participación de 192 países, organizada por la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático con el fin de preparar futuros objetivos para reemplazar los del Protocolo Kioto, que finaliza en 2012).

Otras medidas para evitar la degradación medioambiental serían a través de una moderación en la explotación de los recursos naturales y materiales y una utilización de fuentes de energía alternativas que sean limpias y renovables, como, por ejemplo, la energía solar, la eólica, etc. para lograr un desarrollo sostenible y preservar y mejorar la salud del planeta. 

Con la colaboración de todos podremos hacer de este planeta un lugar mejor en donde vivir, evitando la degradación medioambiental y pensando en nuestras generaciones venideras, teniendo presente que este planeta no es “cleanex” que se pueda usar y tirar.



        FUENTE CONSULTADA
 
        Foto de inicio (Conferencia sobre el Cambio Climático de la ONU  en 2009 en Copenhague en la que participaron miles de delegados y políticos de 192 países, acaparando la atención de centenares de representantes de ONGs y de medios de comunicación social de todo el mundo).
       


        ENLACES EXTERNOS

Documental científico sobre el cambio climático titulado Una verdad incómoda presentado por el ex vicepresidente demócrata estadounidense Al Gore  ( Paramount Home Entertainment)


Documental científico de la BBC sobre el calentamiento global de la Tierra


Documental científico sobre  el calentamiento global emitido en el National Geographic Channel

Enlaces:
















Science (Author: Llises Forest)



   LOS NIVELES DE INTELIGENCIA Y EL “MÓDULO DE DIOS” EN  EL CEREBRO HUMANO


«No hay religión más elevada que la Verdad»
Anónimo

«Es más fácil desintegrar un átomo que un prejuicio»

Albert Einstein
Físico-matemático creyente (Premio Nobel de Física y mejor científico y pensador del siglo XX según la prestigiosa revista estadounidense Time)


Quisiera comenzar a redactar este artículo haciendo un repaso general a los niveles de inteligencia de los que está dotado el ser humano. Pero antes quisiera decir que muchos científicos están investigando en qué momento de la escala evolutiva del hombre primigenio floreció sus primeros signos de inteligencia. Esto hecho es muy importante, ya que permite conocer más en profundidad cuál es el origen del hombre y resolver el eterno dilema de si el hombre procede del mono, o si, por el contrario, el hombre procede de Dios, quien le dotaría de inteligencia. Para muchos pensadores el mero hecho de que el hombre tenga un nivel de inteligencia mucho más desarrollada y evolucionada que los demás seres vivos es motivo para sustentar la creencia de que tuvo haber una intervención divina en el origen del hombre. No sólo eso, la capacidad de raciocinio, de autocrítica, el sentido de la ética y la moralidad, las facultades PSI desarrolladas por ciertas personas, por no hablar del alma humana, hacen descartar para muchos intelectuales y académicos la posibilidad de que el origen del hombre fuera fruto de un proceso evolutivo debido al azar. El mayor ejemplo en ese salto intelectual abismal entre el mono y el hombre es el mero hecho de que el hombre, desde que hizo uso de su inteligencia y sus facultades cognitivas, empezó a tomar conciencia de su ser, planteándose todo tipo de cuestiones metafísicas, entre ellas la creencia en la existencia o no de vida después de la muerte. Muchos científicos partidarios del creacionismo han presentado como aval en favor de la existencia de Dios amparándose en las cualidades superiores (inteligencia, moralidad, ética, raciocinio...) que poseen los humanos y que no poseen los demás especímenes. Se han hecho actualmente muchos estudios para averiguar el grado de evolución y desarrollo de nuestra masa cerebral, la cual está estimada hoy en día en un 30 %. Igualmente, hay otro estudio que reporta que el grado desarrollo intelectual de nuestro cerebro, de nuestras neuronas, es de tan sólo del 10%. Eso querría decir que quedaría inutilizada el 90 % restante (para que os hagáis una idea, el número estimado de neuronas que hay en nuestro cerebro es de 100.000 millones aproximadamente). Sólo personas prodigiosas dotadas de una inteligencia brillante y pasmosa han conseguido igualar ese nivel de evolución, como Albert Einstein, Isaac Newton, Carl Gustav Jung, Sigmund Freud, Elisabeth Kübler-Ross, Charles Darwin, etc. La inteligencia humana es uno de los principales campos en los que se centra la ciencia, principalmente en el estudio analítico del cerebro humano y sus múltiples niveles de inteligencia que el propio cerebro evolucionado del hombre pueda poseer. Por eso la ciencia ha definido tres tipos de inteligencia que poseen los humanos:

  1º Inteligencia mental o intelectual (Coeficiente Intelectual): Este tipo de inteligencia (CI) ha ostentado de gran importancia y fama durante todo el siglo XX. Es la inteligencia analítica y racional, por la cual creamos conceptos, procesamos la realidad y hacemos ciencia. Es aquella inteligencia por la cual estructuramos y organizamos el mundo y solucionamos problemas objetivos.

  2º Inteligencia emocional (Coeficiente Emocional): Muchos psicólogos y neurocientíficos han popularizado este tipo de inteligencia, entre ellos el psicólogo estadounidense Daniel Goleman con su famosa obra “La Inteligencia Emocional”, la cual se convertiría en un verdadero éxito editorial de ventas sin precedentes hasta ese momento (este científico, Daniel Goleman, escribió otro libro que se titula “La Inteligencia Social” en la cual se revela que los humanos estamos de alguna manera "programados para conectar" con los demás y que todas nuestras relaciones tienen un tremendo impacto en nuestras vidas). La base de este tipo inteligencia que fue defendida por diferentes pensadores, desde Platón a Freud, se apoya en la idea de que la estructura de base del ser humano no es la razón (logos), como muchos nos quieren erróneamente hacer creer, sino en la emoción (pathos). Esto significa que somos intrínsecamente seres que sentimos y trasmitimos sentimientos, como la pasión, la empatía, la compasión, la esperanza, la fe, el odio, el rencor, la bondad... Sólo después somos seres de razón. El propio Goleman postulaba que el destino del hombre no está predeterminado por su coeficiente intelectual que heredemos de nuestros genes o que podamos potencialmente desarrollar durante nuestra vida, sino que estará determinado por nuestra inteligencia emocional. Sin embargo, una combinación equilibrada entre el CI y el CE puede ser muy determinante para lograr el éxito en cualquier faceta de la vida humana.

3º Inteligencia espiritual (Coeficiente Espiritual): La base de este nuevo tipo de inteligencia se apoya en los estudios científicos desde hace varias décadas en el cerebro humano, sobre todo sobre la Conciencia, y que fue respaldada por destacados psicólogos, psiquiatras, neurocientíficos, neurolingüístas y técnicos en magnotoencefalografía (es un aparato que mide los campos magnéticos y eléctricos del cerebro). En base esos estudios científicos sobre la Consciencia Humana, hay en los seres humanos otro tipo de inteligencia desconocida por nuestra sociedad actual, que es científicamente verificable, por medio de la cual no captamos masas de información, de datos, ideas o emociones, sino que percibimos contextos mayores y más amplios sobre nuestra existencia, totalidades significativas, verdades trascendentales y que nos hacen sentir nuestra vinculación intrínseca al Todo. Es tipo de inteligencia, de conocimiento, se deriva básicamente a raíz de una experiencia personal de carácter místico (trascendencia de las barreras espacio-temporales, visión de otras realidades y dimensiones suprafísicas, interacción con la Divinidad o con la Luz, conocimiento de la verdadera naturaleza de las cosas, comunión mística y fusión con la integridad del Cosmos, con la Nada o con el Vacío Supracósmico, sentimiento de unicidad y conexión con todas las cosas, sentimiento de inmortalidad y eternidad, sentimiento de que todas las almas están interrelacionadas y entrelazadas entre sí, etc.). La base empírica y objetiva de este tipo de inteligencia reside en la biología de las neuronas. Se ha demostrado de manera científica que la experiencia mística unificadora se origina en oscilaciones neuronales a 40 herzios, muy especialmente localizado en los lóbulos temporales de nuestro cerebro. A esa zona del cerebro se le catalogó por muchos neurobiólogos como el “módulo de Dios”. El estudio de esa área del cerebro, los lóbulos temporales, y su probable relación con las experiencias místicas dio pie a la implantación por la comunidad científica y médica de una nueva disciplina denominada “neuroteología.”

La “neuroteología” es el estudio científico de la neurobiología de la religión y de la espiritualidad. La base de esta nueva disciplina científica está apoyada en los experimentos pioneros llevadas a cabo por un grupo de científicos, la gran mayoría  materialistas, entre ellos el neuropsicólogo canadiense Michael Persinger, de la Universidad de Ontario, y los neurólogos suizos Olaf Blanke, Stephanie Ortigue, Theodor Landis y Margitta Seeck, de la Universidad de Ginebra, con pacientes epilépticos mediante la estimulación eléctrica de una zona del cerebro relacionada con la información visual y la cognición espacial, con el fin de provocar artificialmente una experiencia mística extracorporal (véase también la investigaciones llevadas a cabo por el neurocirujano Wilder Penfield con pacientes epilépticos y de Andrew Newberg con monjes budistas en estado de meditación profunda). Al final de los experimentos, los pacientes reportaron haberse sentido hundir en la camilla en la cual estaban postrados y posteriormente elevarse hacia el techo como flotando, contemplando sus cuerpos abajo en la camilla. También reportaron sentir destellos de luces deslumbrantes o luminosidad y sensación de presencias espirituales. El dictamen científico concluía que dichas experiencias podrían ser explicadas en términos neurológicos como “alucinaciones autoscópicas” ocasionadas por una anomalía registrada en el gyrus angular, un área del cerebro localizada entre los lóbulos temporal, parietal y occipital. Sin embargo, el grave error de estos científicos es centrarse en la “forma”, partiendo de la base de querer demostrar que las experiencias místicas no son más que alucinaciones, sueños o ilusiones producidas como resultado del funcionamiento electrobioquímico del cerebro, en vez de analizar el fondo de la cuestión para entender el origen y la naturaleza de ese tipo de experiencias. Si bien es cierto que se sabe que la interrupción de ciertos circuitos cerebrales, como la actividad de la amígdala, de los circuitos frontales y temporales, parecen provocar experiencias místicas espirituales, no se ha resuelto el eterno dilema de si el cerebro crea a Dios imaginariamente a causa de la actividad electroquímica del cerebro y como consecuencia de un largo proceso de evolución y como mecanismo de “supervivencia” de la propia especie humana, o si, por el contrario, Dios existe realmente, dejando sus “huellas” en nuestros cerebros para que podamos conocerle e interactuar con Él, a modo de vínculo biológico con el universo espiritual. Sin duda, ese gran dilema ha causado una gran conmoción y controversia entre la comunidad científica y académica. Sin embargo, debo decir a mis ilustres lectores que nadie busque en un libro de anatomía humana esa área del cerebro, el “punto de Dios”, ya que nadie lo va encontrar, principalmente porque la ortodoxia científica no ha reconocido abiertamente que exista un área nuestro cerebro, concretamente el lóbulo temporal derecho (o concretando más, la fisura de Sylvian), que nos vincula con Dios y con otras realidades suprafísicas.

Otro grave error de la “neuroteología” es explicar el origen y la naturaleza de las experiencias místicas en términos de reduccionismo materialista, en el sentido de reducir dichas experiencias como meros reflejos subjetivos ocasionados por la combinación, activación o interrupción de ciertos circuitos neuronales. Sin embargo,  yo considero que Dios no sólo está en nuestros cerebros (base subjetiva de la existencia de Dios), sino que está ahí fuera de nuestros cerebros en cada acto perceptual de nuestras vidas y en aquellos hechos inexplicables científicamente hablando (base objetiva  sobre la existencia de Dios). Como dijo el investigador Mariano Bueno, autor de la obra “La muerte: nacimiento a una nueva vida” después de supera una experiencia cercana a la muerte (ECM):  “Deducir que la experiencias místicas son ilusiones y alucinaciones mentales, sería como llegar a la conclusión de que los árboles, las montañas y el cielo azul que veo desde mi ventana es una ilusión mental que fabrica mi cerebro, por el hecho de haberse comprobado que tales imágenes se producen en mi mente debido a la activación neuronal en un área determinada del cerebro, la cual, de no ser estimulada electroquímicamente, no reproducirá tales imágenes, y al no reproducirlas, podríamos deducir que en realidad no existen”. Este investigador acabó realizando la siguiente aseveración: “Creemos que existe una clara diferencia entre afirmar que las realidades místicas o paranormales sólo existen en el cerebro cuando se estimula una determinada área del lóbulo temporal derecho, o plantear la posibilidad de que las realidades místicas o paranormales puedan ser percibidas a través de la actividad neuronal de dicha área cerebral”.

En el caso de los experimentos realizados por esos científicos materialistas con pacientes epilépticos no tienen ninguna base objetiva y real. A pesar de que esos científicos redujeron las experiencias místicas extracorporales como “alucinaciones autoscópicas” producidas por el estado disociativo del cerebro, la realidad se dirige hacia otra dirección. Fenómenos como la percepción extrasensorial, la visión remota, el realismo, inefabilidad y la coherencia, así como el tremendo efecto transformador que producen estas experiencias en aquellas personas que las vivido, hacen descartar definitivamente la naturaleza alucinatoria, ilusoria y onírica de las experiencias extracorporales auténticas. Más razones que confirmen mi línea de pensamiento es que muchos casos de experiencia mística extracorporal protagonizados por personas de cualquier condición social, cultural y religiosa han sido verídicos, es decir, exactos, por lo que despeja definitivamente la duda razonable de que dichas experiencias sean meras alucinaciones, sino que más bien son experiencias reales verificadas positivamente, en la mayoría de las veces, de manera objetiva.


Resumiendo. Aunque popularmente se conocen y se aceptan dos tipos inteligencia humana (intelectual y emocional), en realidad existe un tipo de inteligencia adicional desconocida por la sociedad y que cada vez tiene mayor aceptación y reconocimiento en el ámbito científico y académico, que es la inteligencia espiritual. Este último tipo de inteligencia es más importante si cabe que las anteriores porque abarca el conocimiento de aquellas verdades metafísicas inherentes a la condición humana. La base de este tipo de inteligencia, la espiritual, está apoyada en la biología de las neuronas. De su investigación nacería una nueva disciplina llamada neuroteología, con tremendas implicaciones en diferentes campos: científico, filosófico, teológico y social. Aunque el estudio de la neuroteología data de épocas muy recientes y a pesar de conocerse científicamente los mecanismos a nivel neuronal que originan las experiencias místicas, jamás se podrá resolver el eterno dilema de si Dios es producto de la bioquímica del cerebro, o si, por el contrario, Dios existe realmente, el cual utiliza el cerebro humano como si fuera una “antena receptora” para que el hombre pueda “sintonizar su frecuencia” y así conocerle mejor (en alusión a este último comentario debo reseñar que el “punto de Dios” en el cerebro humano postulado por la neuroteología es para bastantes neurocientíficos un mecanismo biológico de autoconservación y, sobre todo, de autotrascendencia). El resolver ese dilema representa un duro y difícil reto para todos los científicos. Unos científicos que cada vez más se están acercando, en nuestra era postmodernista, al misterio irresoluble sobre la existencia o no de Dios. Esa nueva apertura científica e intelectual a Dios se debe a la aparición de nuevos paradigmas en los dominios de la ciencia (biología, física, física cuántica...) y el pensamiento (emergencia del metarrealismo y espiritualismo en detrimento del nihilismo, panteísmo y materialismo), constituyendo sin lugar a dudas un hito en nuestra historia contemporánea: la reconciliación entre la ciencia y la religión.


Autor artículo

Jesús Fraga Cid
Escritor- Divulgador Científico
Experto en Sindonología, Tanatología y Parapsicología Científica  Ocupación actual: Estudiante de un Master Oficial en Estudios Sociales de la Ciencia y la Tecnología por la Universidad de Salamanca (Itinerario curricular escogido: Comunicación de la Ciencia y la Tecnología ) (Aprobé 16 de 17 materias en el curso 2008/2009, a falta de la Tesis Fin de Máster que presenteré a finales de este curso 2009/2010 para finalizar la titulación). Web del máster: http://mastercts.usal.es/


FUENTES CONSULTADAS


     Los niveles de inteligencia y la neuroteología




     Cita de Mariano Bueno
Fuente: BUENO, Mariano: La muerte: nacimiento a una nueva vida. Edaf. Madrid 2002.


  ENLACES EXTERNOS

 Documental científico sobre la Neuroteología

Science (Author: Llises Forest)


UN ESTUDIO CIENTÍFICO PUBLICADO EN LA PRESTIGIOSA REVISTA MÉDICA RESUSCITATION DEMUESTRA LA EXISTENCIA DEL ALMA


«El nacimiento no es un comienzo; la muerte no es un final»

Chuang Tzu
Filósofo chino


«Estoy seguro de que existe una vida después de la muerte. No solo eso, estoy convencido de que en un breve especio de tiempo no superior a 5 años nos encontraremos con argumentos sólidos, genuinos y racionales que no van dejar posibilidad de que nadie refute esta idea»

Raymond A. Moody
Médico psiquiatra, autor del best-seller Vida después de la vida.


 Larry King Exploring Near Death Experiences
 

La noticia es un auténtico bombazo. La prestigiosa revista médica Resuscitation, al igual que la BBC, han publicado un estudio médico piloto llevado a cabo por el Hospital General de Southampton (Reino Unido) con 63 pacientes que habían sido reanimados tras haber sufrido una muerte clínica debido a un paro cardíaco. Todos esos pacientes fueron entrevistados una semana después del hecho. De esos 63 pacientes, sólo 7 de ellos afirmaron tener algún tipo de recuerdo, y los 56 restantes reportaron que estuvieron privados de consciencia durante todo el tiempo que duró la muerte clínica. De esas 7 personas que afirmaban recordar algo, sólo 4 de ellos superaron la llamada escala Greyson, un criterio médico para evaluar las experiencias cercanas a la muerte (ECM). Esos 4 pacientes informaron una vez devueltos a la vida que habían vivido una serie de experiencias místicas y paranormales, como el hecho de atravesar un oscuro túnel con una luz al final de dicho túnel, reunión con familiares y seres queridos ya fallecidos e ingreso en otro mundo. Prácticamente todos ellos relataron que experimentaron sentimientos inefables de bienestar, paz y felicidad e, igualmente, aceleración del tiempo y pérdida de percepción del cuerpo. Algunas de esas personas, incluso, aportaron durante con todo lujo de detalles información específica y exacta sobre los procedimientos de sus posteriores resucitaciones durante su experiencia extracorpórea. Tres de esas personas eran anglicanas no practicantes y una católica. Este estudio científico prospectivo, que se prolongó durante un año, fue dirigido por los doctores Sam Parnia y Peter Fenwick de Gran Bretaña.  Sam Parnia es médico cardiólogo, doctor en biología celular y experto mundial sobre la consciencia durante la muerte clínica. Por su parte, Peter Fenwick es neuropsiquiatra, asesor honorífico en neurofisiología y socio del King College de Londres (socio del Colegio Real de Psiquiatras). El Dr. Fenwick participó en el programa de interfase entre cerebro y mente, y es con toda probabilidad el mayor experto mundial en el estudio del cerebro. Además, es director de la Red Científica y Médica (Scientific and Medical Network) del Reino Unido, presidente de la Asociación Internacional de Estudios de Muerte Cercana (International Associaton of Near-Death Studies) y miembro de la Royal Society británica. Tanto Peter Fenwick como Sam Parnia descartaron que las experiencias cercanas a la muerte reportadas en su estudio piloto puedan explicarse como un colapso de las funciones cerebrales debido a la falta de oxígeno (anoxia cerebral). Igualmente, ambos científicos excluyeron que la experiencias hubiesen sido fruto de combinaciones de fármacos o medicinas puesto que la técnicas de resucitación practicados en los hospitales son iguales para todos los pacientes. También afirman que los recuerdos de los pacientes no corresponden a los momentos anteriores o posteriores a la muerte cerebral, ya que en caso de crisis cardiaca los daños sufridos por el cerebro son tan graves que bloquean su funcionamiento (esto decarta que las ECM se puedan producir en los estados fronterizos entre la consciencia y la inconsciencia, sino que realmente las experiencias cercanas a la muerte tienen lugar cuando se produce la muerte clínica, es decir, durante la muerte cerebral).“Al principio era escéptico pero, después de evaluar todas las pruebas, ahora pienso que hay algo”, afirmó el Dr. Sam Parnia al conocido y prestigioso dominical británico Sunday Telegraph. Según Parnia, estas personas tuvieron esas experiencias en momentos en que el cerebro no hubiese debido estar en condiciones de sostener procesos lúcidos o consentirles tener memoria  duradera. Esto podría dar una respuesta a la pregunta de si la mente o la conciencia son producidas por el cerebro o si el cerebro es, en cambio, una especie de intermediario de la mente, la cual existe independientemente”. Peter Fenwick va más lejos y afirma que “si la mente y el cerebro son independientes, entonces la consciencia sobrevive a la muerte del cuerpo”.

Ese estudio científico sobre las experiencias cercanas a la muerte (ECM) se une a otros estudios llevados paralelamente desde hace varias décadas por un elenco de prestigiosos médicos y científicos en diversos países del mundo. El estudio científico del médico psiquiatra Raymond A. Moody realizado en EE.UU. sobre las experiencias cercanas a la muerte, posteriormente publicado en su obra Vida después de la vida, hizo popularizar este tema, pasando a ser el estudio de las ECM desde 1997 en ciencia objetiva  en vez de simples debates teóricos.  El libro de Raymond A. Moody abrió el camino a otros muchos otros investigadores, también pioneros en el estudio de estas experiencias, como los estudios llevados a cabo por los médicos psiquiatras Bruce Greyson, Ian Stevenson y Elisabeth Kübler-Ross, el cardiólogo Michael Sabom, el pediatra Melvin Morse y el psicólogo y neurofisiólogo Kenneth Ring, entre muchos otros, todos esos estudios llevados a cabo en Norteamérica. También se unen otros estudios llevados a cabo en Europa, como los del cardiólogo holandés Pin Van Lommel, los estudios de la psicóloga y fisióloga británica Susan Blackmore, y, por supuesto, a los estudios llevados a cabo por el neuropsiquiatra británico Peter Fenwick y el cardiólogo también británico Sam Parnia. Esos son algunos de los nombres y profesiones de aquellos científicos que se interesaron por las ECM en todo el mundo. Prácticamente todos esos científicos, después de un profundo análisis metódico, sistemático y riguroso de varios años de duración sobre las ECM, llegaron a la conclusión de que las experiencia cercanas a la muerte (ECM) y los fenómenos que ahí se dan (la visión de un túnel, la experiencia extracorpórea, la revisión panorámica de la vida, el encuentro con seres queridos ya fallecidos o guías espirituales, o el viaje a lugares o dimensiones celestiales  y luminosas) no pueden ser explicadas por condicionamientos médicos, biológicos, psicológicos, religiosos, culturales ni de ningún otro tipo. Por lo tanto, la ciencia ha confirmado a través de esos estudios de que existe un parte evanescente en el ser humano (mente, alma, conciencia, espíritu, energía…) que sobrevivirá y trascenderá a la muerte.  


En la antigüedad, según la visión platónica, posteriormente retomada por el filósofo francés Descartes, se creía que en el ser humano había dos partes: una parte mortal, que es el cuerpo o la materia, y una parte divina o trascendental, que es el alma o la energía. Esta visión ha influido mucho en la línea de pensamiento de muchos filósofos contemporáneos, y ha servido como inspiración para algunas religiones. No obstante, debo remarcar que en la antigüedad había filósofos que sostenían una visión diametralmente opuesta al platonismo sobre la naturaleza del hombre. En este sentido, desde la época de los filósofos atomistas griegos como Epicuro, Demócrito y Lucrecio hasta principios del siglo XX la ciencia creía básicamente, en virtud de su cosmovisión materialista y mecanicista, que el ser humano era simplemente una entidad biológica que se extinguía con la muerte. Con la teoría de la evolución por selección natural postulada por el naturalista británico Charles Darwin se sabe cómo surgieron en la Tierra infinidad de especies diferentes gracias a la mutación genética de dichas especies y en la que sólo las especies mejor adaptadas a su ambiente o entorno podían sobrevivir y evolucionar, mediante leyes naturales y procesos de azar y/o necesidad. El hombre, al provenir de los homínidos, queda relegado a ser una especie animal más que hay en la Tierra, depurando a la naturaleza humana de cualquier connotación divina, trascendental o metafísica. Esto viene a decir que el hombre no tiene alma, ya que si los animales no la tienen, como argumenta la ciencia y algunas religiones, como el cristianismo, el hombre tampoco la tendría ya que su origen es animal. Por lo tanto, a pesar de que los humanos poseemos ciertas cualidades superiores que nos diferencian de los animales (raciocinio, ética, moralidad, plasticidad, arte, creatividad…), la teoría de la evolución equipara al hombre con cualquier animal, ya que lo depura de cualquier faceta divina y espiritual. El hombre no tendría un alma eterna e inmortal, sino que sería simplemente una computadora de carne, es decir, materia orgánica que se desintegra y descompone con la muerte. Esto es lo que sugiere la teoría de la evolución. Una teoría que excluye a Dios como creador del Universo y relega al ser humano a la categoría de un ser mortal y finito. Sin embargo, gracias al progreso científico acumulado en las últimas décadas en el campo de la consciencia humana (principalmente en el estudio de las experiencias cercanas a la muerte y de los fenómenos psíquicos), hoy podemos afirmar con cierta seguridad que el ser humano está dotado de un alma que trasciende a la muerte física. Esta teoría se verá confirmada por más y más médicos y científicos en el futuro hasta convertirse en una verdad científica irrefutable más allá de toda duda razonable. Esto sin duda supondrá sin ningún género de dudas un enorme progreso para toda la humanidad y revolucionará todo el pensamiento científico, abriendo un nuevo campo aún sin explorar por la ciencia. 



CITAS A MODO DE CONCLUSIÓN


«El azar no existe; Dios no juega de los dados»

Albert Einstein
Físico-Matemático (Premio Nobel de Física – Mejor científico del siglo XX según la prestigiosa revista estadounidense Time)


«Cuando suene nuestra última hora, será grande e inefable nuestro gozo al ver a Quien en todo nuestro quehacer sólo hemos podido columbrar».

K. F. Gauss
Matemático


«La obra maestra más fina es la hecha por Dios según los principios de la mecánica cuántica».

E. Schrödinger


«El universo de las galaxias se dilata, y se crea continuamente en el espacio nueva materia para mantener constante la densidad media del universo, y esto exige la existencia de un Creador».

Sir Fred HOYLE
Astrónomo y matemático


«Es mucho más interesante sentir que el cosmos que habitamos es algo más que una configuración caprichosa de partículas materiales inertes que accidentalmente han dado origen a la vida y a la mente, que es el ámbito en el que evoluciona la conciencia y el espíritu, el dominio en el que los esfuerzos del individuo contribuyen al logro de algún bien superior»

Gary Doore
Escritor, autor de What survives? y especialista en religiones comparadas


«La inmortalidad del alma no es una hipótesis científica que deba ser verificada mediante el “ojo de la razón” sino como una hipótesis contemplativa que debe ser experimentada mediante el “ojo de la contemplación”»

Ken Wilber
Bioquímico y Filósofo, especializado en psicología, religiones comparadas, historia, antropología, ecología y misticismo


«Un milagro no significa la ruptura de leyes naturales,  ni tampoco que tenga lugar fuera de ellas. Un milagro es una ley incomprensible y desconocida para nosotros y, por tanto, milagrosa»

Gurdjieff
Escritor

   
«Dios no solo juega a los dados. A veces también echa los dados donde no pueden ser vistos»

Stephen Hawking
Astrofísico y físico teórico inglés, autor de los best-sellers Historia del Tiempo y Dios creó los números


«¿Quién, que vive en íntimo contacto con el orden más consumado y la sabiduría divina, no se sentirá estimulado a las aspiraciones más sublimes? ¿Quién no adorará al Arquitecto de todas estas cosas?».

N. Copérnico       
Astrónomo


«Mi máximo respeto y mi máxima admiración a todos los ingenieros, especialmente al mayor de todos ellos, que es Dios».

T. A. Edison
Científico e inventor


«La moderna física me enseña que la naturaleza no es capaz de ordenarse a sí misma. El universo supone una enorme masa de orden. Por eso requiere una Causa Primera, grande, que no está sometida a la segunda ley de la transformación de la energía y que, por lo mismo, es sobrenatural».

Hathaway
Científico


«Si un asiático me pidiera una definición de Europa, me vería obligado a contestarle: es esa parte del mundo obsesionada por el increíble engaño de que el hombre fue creado de la nada, y que su nacimiento actual constituye su primera entrada en la vida»

Schopenhauer
Filósofo alemán


«Dios es la evidencia invisible»

Víctor Hugo
Poeta, novelista y dramaturgo francés


«Dios no ha hecho milagros para confundir al ateísmo porque basta con su obra diaria»

Francis Bacon
Filósofo inglés

 «No es más sorprendente nacer dos veces que una»

Voltaire
Escritor y filósofo



NOTICIA DE ALCANCE INTERNACIONAL


Después de siglos de rebatirlo, la ciencia ha confirmado que la vida no acaba con la muerte, sino que es una realidad intemporal y alocal; una realidad espiritual, hoy llamada cuántica. Desde el XVI Congreso Internacional del IANDS (International Association for Near-Death Studies, Asociación Internacional de Estudios Cercanos a la Muerte), la institución científica más importante en la investigación de las experiencias cercanas a la muerte (ECM), celebrado en el año 2006 en el Anderson Cancer Center de Houston, Texas (EE.UU.), ha quedado demostrado científicamente que la vida continúa después de la muerte, como revelan los estudios en pacientes que han vuelto a la vida tras una muerte clínica. Las experiencias de muerte clínica (ECM) se dieron a conocer en 1975 a partir de los trabajos del psiquiatra Dr. Raymond A. Moody, en su famoso libro “Vida después de la vida”. Ahora, más de 30 años después, un elenco de prestigiosos médicos y científicos de diversas disciplinas han revisado los estudios realizados a lo largo de 30 años, llegando a esa conclusión revolucionaria: ¡la vida después de la muerte es un hecho científico!



NOTA IMPORTANTE

Las pruebas a favor de la supervivencia de la consciencia a la muerte física están respaldadas por las siguientes disciplinas científicas:

1º Por las pruebas de la moderna investigación en el campo de parapsicología científica

2º Por las pruebas de la moderna investigación en el campo de la tanatología (estudios de las experiencias cercanas a la muerte en personas en estado de muerte clínica temporal, estudios científicos sobre visiones en el lecho de muerte de los moribundos y estudios sobre los estados alterados de consciencia) llevada a cabo por científicos, expertos y profesionales de la rama de la medicina, la psicología, la física y la biología.

3º Por las pruebas de la moderna investigación en el campo de la neuroteología (neurobiología de las experiencias religiosas y espirituales).

4º Por la emergencia de nuevos paradigmas científicos en los dominios de la física (Física Cuántica), la biología y las neurociencias.




FUENTES CONSULTADAS

Foto de inicio (Foto del médico pediatra norteamericano Melvin Morse, investigador de las experiencias cercanas a la muerte en niños, en la que se ve con barba, con gafas y corbata partipando en una entrevista en la prestigiosa cadena estadounidense CNN)


Cita de Sam Parnia y Peter Fenwick sobre el estudio piloto llevado a cabo por el Hospital General de Southampton (Reino Unido)



Cita K . F. Gauss, E. Schrödinger, Sir Fred Hoyle, N. Copérnico, T. A. Edison y Hathaway

Cita de Gary Doore y Ken Wilber
Fuente: AA.VV.: ¿Vida después de la muerte? Editorial Kairós  Barcelona  1992 (Título original: What survives? Gary Doore USA 1990)

Cita de Gurdjieff
Fuente: MORSE, Melvin – PERRY, Paul: Donde Dios Habita – Cómo nuestros cerebros están unidos al universo -  Ediciones Obelisco Barcelona 2006 (Título original: Where God Lives)

Cita de Víctor Hugo, Francis Bacon, Albert Einstein y Stephen Hawking


Cita de Schopenhaur y de Chuang Tzu
Fuente: El principio de todas las cosas del filósofo y teólogo Hans Küng

 Cita de Voltaire
 Fuente: GROF, Stanislav: El viaje definitivo -La consciencia y el misterio de la muerte- Ediciones La Liebre de Marzo  Barcelona 2006


ENLACES EXTERNOS

Artículo Perdiendo la fe de Jesús Fraga Cid (Cerca de 30 páginas de información de carácter periodístico, filosófico y teológico)


Entrevista a Raymond A. Moody, el padre de Vida después de la Vida, en el programa Espacio en Blanco de RNE (Radio Nacional de España) presentado por Miguel Blanco, en donde se presenta los argumentos científicos que demuestran de manera definitiva, rotunda y concluyente la existencia de vida después de la muerte

(Fecha de emisión radiofónica: 21/11/2009)  Emisión 127 (2ª Hora)

Philosophy (Author: Llises Forest)



LA FELICIDAD EN EL MUNDO MODERNO Y ACTUAL



«La felicidad es aquel estado mental positivo en el que uno se siente feliz, junto con un estado mental neutral en el que uno no se siente desgraciado»

William Clement Stone



Si por algo merece la pena luchar en esta vida es por conseguir esa ansiada estabilidad emocional y espiritual llamada felicidad. El concepto actual que tiene la sociedad moderna sobre la felicidad es muy difuso y distorsionado en el sentido de que la mayoría de la población no sabe que se siente realmente cuando se es feliz, como se puede alcanzar tal felicidad, y la importancia que tiene el factor espiritual para dar sentido a la vida de una persona y ser feliz. Según un estudio elaborado por la prestigiosa Universidad de Harvard (Massachussets, EE.UU.), del que formaron parte más de 300 psicólogos de casi 100 países de todo el mundo, ha revelado que la mayor parte de la población mundial no siente realmente verdadera felicidad debido a una serie de motivos que le impiden alcanzarla (otro estudio, en este caso llevado a cabo por la Organización Mundial de la Salud, revela que dentro de una década la depresión será la enfermedad más diagnosticada del mundo por delante incluso de las enfermedades cardiovasculares).

Antes de seguir mi capítulo sobre la felicidad, quiero que mis lectores no vean este escrito como un tratado médico y científico sobre las causas de la felicidad o infelicidad, puesto que, como bien es sabido, los psicólogos, neurólogos y psiquiatras le atribuyen factores de tipo genético, social, ambiental, laboral o personal a las causas de la felicidad o viceversa.

Al hablar de la felicidad en el sentido estricto de la palabra significa una satisfacción personal física, psíquica o emocional y también una satisfacción espiritual. Si nos ceñimos en el sentido amplio de la palabra, la felicidad significa un estado de paz y alegría interior y pleno sentido de la vida.

Al referirnos al complejo tema de la felicidad y de cómo alcanzarla, habría que valorar una serie de aspectos o factores, como son el aspecto físico o material, el aspecto moral, psicológico o emocional, y por último, el aspecto espiritual.

Dentro del aspecto físico o material, para comenzar a desarrollar el tema querría incidir en el capital protagonismo e importancia que ha acaparado y que acapara la Ciencia y Tecnología en toda la historia de la humanidad que con sus increíbles, sorprendentes y magníficos avances y descubrimientos nos dejan cada día más perplejos a todos. En mente tenemos los descubrimientos científicos entorno a la famosa oveja clónica “Dolly”, que ha abierto las puertas a la clonación de embriones humanos para fines terapéuticos; el proyecto “Genoma Humano” que facilitará, luego de descifrar la secuencia del ADN de nuestras células, el código genético en el cual se encuentra toda la información de todo lo que somos, a prevenir y curar multitud de enfermedades hereditarias o predispuestamente a desarrollar, algunas de ellas hasta hoy en día incurables, y al mismo tiempo se podrá manipular y elegir los rasgos físicos y psíquicos del futuro concebido (eugenesia). Cabe destacar la telemedicina que posibilitará que cualquier enfermo, sin salir de su propio hogar, pueda consultar con su médico sobre cualquier dolencia y problema de salud gracias a una videoconferencia realizada por Internet con su propio ordenador personal. En ese mismo campo, la medicina, hay que resaltar el descubrimiento de nuevas técnicas de reanimación o resucitación cardiopulmonar (técnica de electroshock de cardioversión), así como el diseño de nuevas tecnologías, entre ellas el análisis multiorgánico por resonancia magnética nuclear, que han servido para una detección precoz de enfermedades físicas.  

Un fiel reflejo de esos vertiginosos avances científicos y técnicos lo encontramos también en la industria aerospacial, gracias a la fabricación de transbordadores que posibilitaron el viajar al espacio, instalar satélites, pisar la Luna y conocer otros planetas de nuestro sistema solar, con la connotación trascendental de indagar sobre la hipótesis de existencia de vida inteligente en otros planetas. Entre las últimas noticias “bomba” en ese campo está el acuerdo multimillonario que llegaron el magnate Richard Branson, propietario del imperio Virgin, con los dueños de la nave espacial SpaceShipOne, que permitirá la creación de la revolucionaria firma Virgin Galactic, la primera operadora privada aerospacial que permitirá el viaje al espacio a cualquier persona multimillonaria y adinerada que quiera conocer la fantástica sensación de la ingravidez y tener una vista verdaderamente sobrecogedora de la Tierra.

En el campo de la electrónica y de las telecomunicaciones fueron innumerables los avances técnicos acontecidos. Entre todos esos avances hay que citar el invento del ordenador, que ha servido como nueva herramienta de trabajo personal o laboral, una herramienta muy avanzada, cómoda y eficiente, en la que se ha convertido en algo imprescindible en cuanto a su uso, ya que actualmente está casi todo computerizado. Ordenadores potentes y de gran memoria que pueden almacenar y ordenar grandes cantidades de datos. Además, por si fuera poco, estos ordenadores tienen multitud de servicios, entre ellos está el que sirva como lector de varios formatos, como son en DVD-R, en CD-R, MP3 y otras muchas innovaciones. No puedo olvidarme de la fiebre del nuevo milenio: los teléfonos móviles e Internet. En cuanto a los teléfonos móviles se ha desbordado la fabricación y demanda de estos aparatos celulares, sobre todo los de última generación, los cuales han facilitado el comunicarse con cualquier persona desde cualquier rincón recóndito del planeta en cuestión de segundos, gracias sobre todo a los milagrosos satélites. Móviles multimedia de última generación que nos proporcionan una gran variedad de servicios y ventajas, entre ellas la comunicación con la persona deseada a través de una videoconferencia en tiempo real, al mismo tiempo que permitirá sacar fotografías instantáneas de alta resolución, así como grabar a través de una vídeocámara diminuta y muy comprimida cualquier cosa que nos complazca, haciendo, en cierta manera, obsoleta el uso de las tradicionales cámaras de vídeo y fotos. En lo referente a Internet, se ha convertido este medio innovador en la forma más vanguardista, rápida y útil de conseguir cualquier información en cuestión de segundos. Es Internet una moderna fuente de obtener información y de comunicación gracias a la multitud de servicios que nos ofrece,  entre ellos el “chat” y el correo electrónico.

Además de estos avances técnicos y científicos que han tenido lugar, habrá muchos otros más que nos proporcionarán el mejorar la calidad y esperanza de vida nuestra y de las generaciones venideras. Sin embargo, vivimos en un mundo globalizado en el que unos determinados países se nutren de esos vertiginosos avances de la Ciencia y la Tecnología para desarrollarse económica y tecnológicamente, mientras otros países no tienen acceso ni tan siquiera a las tecnologías más básicas, que les permitan poseer un nivel de vida más o menos digno y de mejor calidad, países que están todavía en vías de desarrollo. Esto es lo que hace dividir el mundo en dos grandes bloques: el primero de ellos los componen aquellos países desarrollados económica, industrial y, sobre todo, tecnológicamente; y un segundo bloque formado por aquellos países del Tercer Mundo, los cuales están en vías de desarrollo. Ya hemos comenzado el tercer milenio en el que se han logrado avances incalculables en el campo de la Ciencia y la Tecnología y no concibo en mi mente cómo es posible que cada 3 segundos muera una persona del Tercer Mundo a causa del hambre debido sobre todo a la injusta y malísima distribución de la riqueza y recursos. Estoy en contra de este “sistema” que rige el mundo de manera diabólica e inhumanamente. Un “sistema” formado por aquellos políticos mandamases que se ciegan por las ansias del poder, por el materialismo y el egoísmo. No concibo cómo es posible que todos estos dirigentes desalmados no sientan ni la más mínima compasión e interés por erradicar la pobreza del mundo, bien condonando la deuda de los países más pobres, bien aportando un tanto por ciento del Producto Interior Bruto los países más ricos del mundo o bien destinando todo el dinero que invierten absurdamente en cualquier tipo de arma a estos países para que puedan salir a flote y vivir dignamente. Es necesaria, por tanto, la aplicación de estas y otras medidas para hacer desaparecer esta lacra. Una lacra que tiene solución si todos los países pusieran su granito de arena y se comprometieran decisivamente en solucionar este grave problema. No comprendo esa indiferencia personal ante la gente que muere de hambre en el Tercer Mundo. ¿Qué pasaría si toda esa gente que vive en condiciones muy precarias y al borde de la muerte fuese de piel blanca?. Creo que tendríamos un doble enfoque para plantear este debate.  Ello me haría pensar que la indiferencia y falta de compromiso de los máximos dirigentes ante tales injusticias que soportan sobre todos estos ciudadanos de color está motivada por su intolerancia racial, sino ¿cuántos presidentes de color gobiernan en el mundo? Muchos menos de lo que nos imaginamos, y con menos peso y capacidad de gobernar el mundo que los propios blancos. Los organismos internacionales como son la O.N.U. y la O.T.A.N. deben tomar medidas más contundentes, resolutivas y comprometidas para erradicar esta lacra que se llama pobreza, sin relegar sus funciones y responsabilidades a las tan conocidas O.N.G., las cuales no tienen los recursos y medios suficientes para solventar por sí mismo este grave y complicado problema. Por eso, considero necesario una participación más solidaria, más activa y responsable por parte  los dirigentes de los países más desarrollados del mundo, al igual que por parte de los ciudadanos de esos países. Entre todos eses objetivos sería tratar de conseguir un reparto más equitativo, justo y digno de la riqueza, sin que nadie tenga que estar relegado a un nivel de existencia infrahumano e indigno. Así que sería un buen paso el proponerse ese objetivo de modo que no haya unos pocos ricos que manejen el mundo a su antojo, derrochando el dinero frívola y trivialmente, mientras la gran mayoría de la población de los países pobres se mueren de hambre. ¿No creéis que es más justo y humano?

Después de esta breve reflexión personal sobre la injusticia con el trato a los más pobres y desfavorecidos del Tercer Mundo, quiero seguir mi capítulo diciendo que la ciencia ha mejorado sin duda la calidad y esperanza de vida de las personas. Pero también es sensato mencionar que la tan supervalorada ciencia se está introduciendo en un terreno resquebrajoso y peligroso en el caso de que cualquier país esté a favor jurídicamente de la clonación de embriones humanos para fines terapéuticos o preselección de genes para prevenir y curar enfermedades hereditarias o para elegir “a la carta” los rasgos físicos y psíquicos del futuro concebido, con el importante agravio de quebrantar las leyes naturales y morales preestablecidas por el Creador.

Sin embargo, esos avances técnicos y científicos que elevan cualitativamente nuestro nivel y estilo de vida, está influyendo decisivamente en nuestra psicología en el sentido de que nos estamos haciendo menos autosuficientes, más consumistas y más materialistas. El medio directo que nos incita directamente a todo ese materialismo y consumopatía compulsiva inconsciente, los cuales nos autodestruyen psicológica y espiritualmente, son los anuncios publicitarios que se publican y emiten en los diferentes medios de comunicación. Son estos fachendosos anuncios los que nos lavan el cerebro y nos hacen más vanidosos y egoístas. Como ejemplo de todo ello lo encontramos en las fiestas navideñas en la que todos nos sentimos embobados por los anuncios publicitarios. Época festiva cristiana en la que la mayoría de los ciudadanos occidentales gastamos astronómicas cantidades de dinero en comida, en regalos, en salir de juerga, etc. Una fiesta  que nos hace ablandar nuestro corazón y sentir compasión por los más necesitados, con los que compartimos solidariamente nuestro amor y generosidad. Ante ello me pregunto, ¿qué pasa el resto del año?, ¿Es necesario que sea Navidad todos los días del año para seamos más justos, solidarios y compasivos con los más necesitados? ¿No debería salir de nuestro interior la voluntad de hacer que este mundo sea un lugar mejor en donde vivir cada día del año de nuestras agraciadas vidas?. No entiendo porque hay que esperar a estas fechas señaladas para que la gente se preocupe por estas causas aparentemente ignoradas. Es una locura el derroche de dinero que se hace en Navidades en cosas que son en su gran mayoría superfluas y triviales. Después de todo ello aún nos quejamos de pagar elevados impuestos. Esto me hace pensar que todo es pura hipocresía y engaño. Una fiesta tan entrañable y especial como es la Navidad debería ser celebrada como una época para la reflexión, la oración, el altruismo, el amor en familia, la solidaridad, la compasión, etcétera, en la que todos los cristianos recapacitemos sobre el trascendental hecho que supone el nacimiento de Nuestro Mesías Jesús de Nazaret y su importantísimo mensaje de Salvación para toda la humanidad. Sin embargo, se ha tergiversado la noción y concepto de estas fiestas, convirtiéndose hoy en día, por desgracia, en puro negocio y marketing que reporta muchísimo dinero a las superficies empresariales.

Todo ese materialismo, inconformismo, ansias de poder, de consumir mejores bienes y servicios por encima de nuestras necesidades básicas, lo cual nos autodestruye moral y espiritualmente, está provocado, como he mencionado anteriormente, por esos veloces avances científicos y técnicos, y sobre todo por los anuncios publicitarios. Buscando la comodidad y autosatisfacción personal en todo ese materialismo, olvidándonos de los valores morales, humanos y éticos nos alejaremos de nuestras pretensiones de alcanzar el “nirvana”.

El segundo factor o aspecto a tener en cuenta para alcanzar la felicidad es el moral, psicológico o emocional, es decir, se podrá acercar a la felicidad cuando por encima de nuestros intereses materialistas busquemos y prevalezca la autosatisfacción personal por medio del amor, el respeto, la solidaridad, la generosidad, la libertad, la paz, la justicia, la amistad, etcétera. Una persona que defiende y practica en su lenguaje estos principios, encontrará más fácilmente el placer que proporciona la felicidad.

El tercer factor o aspecto a tener muy en cuenta, puesto que es el más determinante, es el factor espiritual. Me estoy refiriendo que para conseguir la felicidad no basta con superar nuestro afán materialista aferrándonos en valores morales y humanos (influye mucho, pero no determina la felicidad), sino que es necesario creer en la existencia de una Energía Suprema, en un Dios que nos controla y nos ayuda a superar los momentos difíciles de nuestra vida. Es necesario no sólo creer o tener fe en Dios, sino que además debemos creer que somos un tipo de energía inextinguible eternamente llamado Espíritu o Alma (es lo que la parapsicología científica definió en términos estrictamente científicos como Energía-Conciencia Cósmica) que forma la esencia fundamental de nuestro Yo,  que está revestido de un cuerpo carnal mortal y que trasciende sobrenaturalmente por encima de la muerte. Es decir, hay que creer convencidamente que somos espíritus, no carne material, y que existe vida después de superar el destino fatal de la muerte corporal. Es de vital trascendencia comprenderlo y creerlo, ya que es pieza clave para alcanzar la bienaventurada felicidad. Pero, ¿por qué es de vital importancia el factor espiritual?. ¿Por qué debemos enfocarlo desde este punto de vista?. Es bien sencillo. Para lograr la felicidad debemos buscar las respuestas a nuestras inquietudes en nuestro propio interior, es decir, debemos mirar más hacia nosotros mismos y preguntarnos el porqué no nos sentimos felices. Quizás no los seamos porque nos empeñamos en buscar dichas respuestas a esas preguntas tan cruciales en nuestro exterior, fuera de nuestro propio fuero interno, sin valorar la importancia que tiene cultivar nuestra espiritualidad y cuidarla como si fuese nuestra propia salud. Una persona que mira hacia su interior e intenta buscar las respuestas que den sentido a su vida y el porqué de su existencia, tiene más fácil lograr la felicidad, que otra persona que no lo hace y se preocupa en factores externos a su propio Yo, en el sentido de que se preocupa más en divertirse o disfrutar de la vida, aunque sea malgastando su cuerpo “esnifando” unas rayas de cocaína, o emborrachándose, para que luego pague las consecuencias de su irresponsabilidad sufriendo un paro cardíaco por sobredosis de cocaína, o hacer perder su vida, incluso la de los demás en un accidente de tráfico por conducir bajo los efectos del alcohol. ¿Y a eso se le llama disfrutar de la vida? La verdad es que hay mil maneras de disfrutar de la vida, como también de no hacerlo. La cuestión es que todo es pura hipocresía y engaño.

El problema de hoy en día en la sociedad moderna occidental es que creemos que la felicidad es una utopía alcanzarla. No es tan difícil alcanzarla, sólo basta acercarnos a otro tipo de culturas como la oriental donde en ciertos países su población es feliz por encima del interés materialista de los occidentales, gracias sobre todo a su amplia visión del mundo, de la vida y la espiritualidad humana. Un dato claro y elocuente que avale lo que digo lo encontramos en las investigaciones llevadas a cabo por Richard Davidson, psicólogo y director del Laboratory for Affective Neuroscience  de la Universidad de Wisconsin (EE.UU.), quien exploró el cerebro de un lama tibetano practicante del budismo y descubrió que la parte responsable de la felicidad, situada en el lóbulo prefrontal izquierdo (esta parte es la responsable del bienestar emocional, como son al amor, la paz, la felicidad, la compasión, etc.), mostraba la mayor actividad obtenida nunca en un ser humano. Posteriormente, el propio Davidson propuso a un grupo de personas sometidas a situaciones de estrés el conocimiento y la práctica de la meditación budista (introspección sin un contexto religioso) durante tres horas a la semana a lo largo de dos meses. Los resultados desvelaron un sensible desplazamiento hacia los sentimientos de felicidad de esas personas, así como un inesperado fortalecimiento de su sistema inmunológico.

La sociedad occidental industrializada o desarrollada vive a un ritmo de vida realmente vertiginoso en el que, debido a ese ritmo de vida acelerado, en el cual estamos todos mecánicamente sometidos, las grandes ciudades y sus inconvenientes, como son el ruido, el estrés, la despersonalización, la degradación medioambiental, etcétera, repercuten muy negativamente a la hora de encontrar esa anhelada y fervorosa paz interior, y por tanto, en sentir bienestar emocional y espiritual.

Por todo ello y por innumerables razones más quiero recalcar la tremenda importancia del aspecto espiritual para dar sentido a nuestras vidas y sentirnos felices. Debemos hacerlo y comprender que cuando miramos hacia nuestro exterior, a nuestro alrededor y vemos lo que está pasando, percibiremos un sin fin de desgracias y tristezas ajenas que están aconteciendo en el mundo cada segundo que pasa en el tiempo. Todas esas desgracias y miserias humanas, como son el hambre, la pobreza, las guerras, el terrorismo, la corrupción, las enfermedades, los desastres naturales, asesinatos y  malos tratos domésticos y un largo etcétera, nos hacen conmover el alma sólo con imaginarnos lo mal que lo deben estar pasando muchas personas en el mundo. Nosotros ilegítimamente nos revelamos contra Dios y le preguntamos por qué permite tantas injusticias, negociamos con Dios o incluso dejamos de creer en Dios porque consideramos que si existiese un Dios no permitiría todas esas miserias. Sin embargo, hay que recordar que Dios, desde el principio de los tiempos, ha permitido al hombre el “libre albedrío” y, por tanto, si ocurren todas esas desgracias es por culpa única y exclusivamente del hombre por querer dominar el mundo y quebrantar las leyes naturales y morales impuestas por el Gran Creador. Esto no es un sermón religioso aunque lo parezca, es la pura y dura verdad. Intento decir que no debemos mirar a nuestro exterior porque frenaremos de seco nuestra intención de lograr la felicidad, ya que ahí fuera de nosotros mismos, en la calle, por televisión, sólo se ven sufrimiento y tristeza. Debemos mirar hacia nuestro propio interior, cultivar nuestro Yo espiritual, mimarlo mucho, buscar todas las respuestas trascendentales a nuestras preguntas clave, como, por ejemplo, qué somos, cuál es la misión y sentido de nuestra vida terrenal presente y cómo se puede acercar a la felicidad, enfocando todo ello desde una óptica espiritual encontraremos las respuestas a esas preguntas como si fuesen encajando las piezas de un rompecabezas. (Un ejemplo que demuestra la importancia de la espiritualidad lo tenemos en hecho de que varios científicos heterodoxos han confirmado que la práctica de la espiritualidad y las experiencias místicas pueden curar afecciones en el cuerpo, la mente y el alma).

Vivimos en un mundo en el que cada cual vende su propia marca de felicidad, la mayoría de ellas basadas en aspectos erróneos, superficiales y materialistas. Un mundo en el que tenemos, por desgracia, una visión distorsionada, plana y materialista de la vida, sobre la muerte y sobre la felicidad debido, sobre todo, porque percibimos todo ello a través de una lente conceptual translúcida que no nos deja ver la realidad de una manera directa, pura y transparente, y en la cual la propia lente translúcida va modelando continuamente todos nuestros actos y comportamientos subsiguientes. Debido a eso, debemos ser conscientes de nuestra visión errónea y tratar de cambiarla y transformarla positivamente a través de una visión más humana, más moral y, sobre todo, más espiritual de la vida y sobre la felicidad. Pero también con respecto a la muerte, para que la propia muerte no sea visto como un tabú que se deba respetar y salvaguardar, sino que debemos romperlo y hacer una pedagogía de lo que supone realmente la muerte, ya que gracias los trascendentales avances de la ciencia a través de sus investigaciones sobre la Conciencia Humana, cada día está más cerca la demostración científica irrefutable de la realidad de la supervivencia de nuestra conciencia a la propia muerte corporal. Todo será cuestión de tiempo y que los propios científicos mecanicistas y materialistas empiecen a reconocer su actitud errónea y traten de aceptar y reconocer esa realidad que desborda cualquier palabra y explicación racional y científica. Por eso, es preciso remarcar que la realidad de la supervivencia de la conciencia a la muerte física está más que demostrada (si bien es cierto, según el criterio de la ciencia, que las pruebas en favor de la supervivencia no son todavía lo suficientemente concluyentes y definitivas, siempre en base al Principio Racionalista por el que se rige esta disciplina), pero el problema radica en que no hay una explicación científica satisfactoria, en base a los parámetros de medición, comprobación o refutación en que rige esta disciplina, que sirva de verificación de esa hipótesis. Hay hechos que existen sin que tenga que haber una respuesta para todo. Simplemente hay que abrir nuestro corazón y nuestra mente y aceptarlo de buen grado, sin ningún tipo de resentimiento contra Dios, ya que si hubiese resentimientos estaríamos perdiendo nuestra paz emocional y espiritual.  Por eso estoy a favor de que esa haga esa pedagogía sobre la muerte, principalmente ahora en este mundo cínico y descreído en el que existe una particular y desafiante negación a la muerte tan propia de la sociedad occidental, como ocurre con la hibernación de algunos personajes famosos o, sin ir más lejos, con el trato burocrático, distante e inhumano que reciben muchos enfermos terminales en los distintos hospitales del mundo para evitar ser contagiados.

Ahora que estaba hablando sobre la ciencia, quisiera presentar una breve biografía de una científica que ha dejado una profunda huella imborrable en mi conciencia, al mismo tiempo que me sirva de aval de lo que acabo de comentar: la supervivencia de alma a la muerte física.

De todas las investigaciones llevadas a cabo por la ciencia en lo referente a la investigación sobre la Conciencia hay que citar a una científica norteamericana de origen suizo recientemente fallecida llamada Elisabeth Kübler-Ross. Debo decir que he tenido el privilegio de haber leído algunos de sus libros, entre ellos su intachable, incomparable y escalofriante biografía titulada “La rueda de la vida”. Me siento muy gratificado haber leído ese libro, que ha sido motivo de inspiración para mi vida y para mucha gente.  En su biografía cuenta toda su fascinante y sobrecogedora vida y aborda la eterna y más primordial cuestión de la condición humana: la muerte. Se convirtió en la mayor autoridad mundial en materia de tanatología, siendo muy respeta y admirada en todo el mundo por sus logros científicos, abordando la cuestión tabú de la muerte con total entereza, valentía y cientificismo.  Para ello quisiera empezar con varios apuntes de su biografía comentando que ella era la mayor de sus hermanas trillizas, la cual pesó nada más nacer en Zúrich tan solo  900 gramos, por eso, en cierta manera, sus primeros años de existencia han sido como una especie de reivindicación al derecho a la vida. Sus primeros años de su infancia no han sido muy fáciles, ya que en parte, debido a su carácter emprendedor y ambicioso, su padre la quería destinar a trabajar como secretaria de una empresa que él tenía. Ella tuvo que sufrir muchas discusiones sobre su destino profesional, ya que, según ella, no estaba hecha para trabajar como secretaria, sino como médico. En los primeros años de su adolescencia ella se inscribió en el Servicio de Voluntariado por la Paz  durante el estallido de la Segunda Guerra Mundial, viajando por diferentes países de Europa en misión humanitaria, entre eses países hay que citar Polonia, Alemania, Suecia, Dinamarca, Francia, Rusia, Italia y algún otro país (con sólo 21 años ya había pisado esos países). Ella misma, viajando y salvando vidas, fue testigo directo al presenciar los campos de concentración y de exterminio nazi, un holocausto que provocó la muerte de millones de humanos. Ella misma se conmovió profundamente al ser consciente como seres de la misma naturaleza pueden provocar tanta destrucción, miseria e  inhumanidad. Después de su viaje por Europa en esa O.N.G. volvería a Suiza con el firme propósito de acceder a la Facultad de Medicina para poder dedicarse a la vocación de su vida: ser médico. Su propio padre tuvo que resignarse al ver que su insaciable hija acabaría cumpliendo una de sus grandes ilusiones de su vida. Accedería a la carrera de medicina con una nota muy alta, más de la que ya de por sí se exigía para entrar en dicha carrera. Durante su carrera, ella compaginaba  sus estudios de medicina con varias prácticas que tenía que hacer en algunos laboratorios (primero de dermatología y luego de oftalmología). Apenas descansaba por las noches  para conseguir sus metas. En la propia facultad acabaría conociendo a un estadounidense, con el que acabaría felizmente casándose (aunque finalmente acabarían separándose). Pero antes de hacerlo, se graduaría en Medicina en la ciudad de Zúrich con una nota muy alta. Después de acabar la carrera su vida iba a cambiar rotundamente de rumbo. Digo esto porque en uno de esos laboratorios en los que estaba haciendo prácticas le asignó un proyecto de investigación en la India. Dicho proyecto fracasó y acabó aterrizando en Nueva York, con su marido americano (partieron para EE.UU. el mismo día de la boda en Suiza). Allí empezaría a ganarse la vida en hospital neoyorquino como pediatra (esta especialidad era su verdadera vocación como médico), pero pronto sufriría varias bajas debido a varios angustiosos abortos (finalmente acabaría teniendo dos hijos: Kenneth y Bárbara). Después de superarlos, acabaría volviendo a ganarse la vida para mantenerse a flote en Nueva York trabajando en el Manhattan State Hospital como psiquiatra para tratar de ayudar a los enfermos terminales. Fue entonces cuando empezó su carrera fulgurante que la llevaría a la fama. En este hospital vio las injusticias y calamidades que había en el trato con estos enfermos. Ella consideraba que la mejor medicina era tratar de comprender estos enfermos ofreciéndoles amor, compasión y ternura, no a través de un trato frío, distante y estrictamente burocrático. Ella no tenía conocimientos teóricos en la rama de la psiquiatría pero sí sabía como ayudar y sentir empatía hacia esos moribundos. El método que utilizaba  era sentarse cerca de sus camas, hablarles y, sobre todo, escucharles. Ella fue anotando minuciosamente cada experiencia vivida por todos estos pacientes en fase terminal que estaban atravesando el proceso de la muerte y la transición hacia el más allá. Como decía, esta mujer estaba en contra de ese injusto “sistema” de tratar a los pacientes en ese hospital, del cual solicitaba que fuese más humano, justo y comprensivo, sin tratar de ignorarlos o evitarlos por miedo a que les contagien.

Después la doctora Ross empezaría a impartir varias conferencias por diferentes universidades estadounidenses para abordar el complicado tema de la muerte y los moribundos. El concepto plano y materialista que tenía sobre la muerte empezó a cambiar de visión cuando entrevistó en una de sus conferencias a una paciente que había tenido una experiencia extracorpórea en situación de muerte clínica temporal. Ella misma investigó y descubrió que no era un caso aislado y que la gran mayoría de los pacientes que habían llegado al estado de muerte clínica, todos esos pacientes narraban muy detalladamente lo que había pasado en la sala de quirófano momentos posteriores, así como en otros lugares remotos. Todos esos casos fueron estudiados y posteriormente verificados. Esto abrió la mente de la doctora Ross, quien era semiescéptica y empezaría a creer en la posibilidad de supervivencia de la conciencia a la propia muerte corporal.  

Ejercería la doctora Ross como catedrática en las mejores universidades estadounidenses, así como en otras universidades de otros países dando conferencias por todo el mundo sobre la muerte y los moribundos (cada año se recorría aproximadamente unos 200.000 km.). Acompañaría también a miles de moribundos de cualquier edad, clase social, creencia, nacionalidad, etc. en muchos hospitales repartidos por todo el planeta. Esto le haría amansar una gran fortuna que le valdría para comprarse una mansión en un pueblo situado en el campo, donde ella siempre había deseado vivir con su familia, (el pueblo estaba en el estado de Virginia). Allí mismo tenía en proyecto crear como una especie de hospital para los niños que padecían SIDA y cáncer terminal de modo que pudiesen vivir los últimos años de vida disfrutando, en cierta manera, de  la belleza y el remanso de paz de todo su entorno. Sin embargo, el proyecto no se llevó a cabo y todo su hogar fue quemado sospechosamente por algunos vecinos de ese pueblo que se oponían rotundamente a la creación del mencionado hospital, ya que consideraban que les suponían un grave riesgo de poder contagiarse y contraer esas enfermedades. A veces la maldad no tiene límites. Todos sus libros, documentos, escritos y objetos personales fueron destruidos por el fuego. Sin embargo, su trabajo personal y profesional quedará recordado siempre para la posteridad.

Pero si algo caracterizaba a la  doctora Elisabeth Kübler Ross era sin duda el ser una mujer revolucionaria que estaba en contra del “sistema” que había ya no sólo con el trato a los moribundos en los hospitales, sino que también en contra del maltrato que sufrían muchos de los enfermos terminales encarcelados en los distintos centros penitenciarios de diferentes estados de América. Ella misma fue testigo directo como dichos presos moribundos vivían en condiciones infrahumanas e indignas entre rejas, sin la más mínima compasión, humanidad y sensibilidad hacia ellos. Ella logró que se mejorase las condiciones de vida de esos presos en muchas cárceles de EE.UU. gracias a su gran empeño, amor y sacrificio en pro de los valores humanos.  

La doctora Ross ha definido las cinco fases en que atraviesa un enfermo terminal que son: negociación e aislamiento, enfado, negación, depresión y, finalmente, aceptación o resignación. También definió las diferentes fases en el proceso de la muerte y la transición hacia la Otra Vida de estos moribundos. Entre ellas son: abandono del cuerpo por parte del alma, visión de todo lo que acontece en todo su entorno u otros lugares remotos, encuentro con seres queridos ya fallecidos o con algún ángel celestial que hace de guía y, después de una revisión panorámica de la vida, encuentro con la Luz  o un Ser de Luz, ya sea Cristo, Buda, Krishna, etc. (en función del condicionamiento religioso y cultural de cada individuo), y viaje a los cielos o estancias inferiores.

Para continuar quisiera decir que seguramente haya personas que al leer este artículo consideren que nadie puede ser experta sobre la muerte. Sin embargo, ella sí que puede presumir de ello, ya que tuvo numerosas experiencias místicas sumamente extraordinarias, asombrosas y fuera de lo común. Entre ellas se sometió a varios experimentos de laboratorio en el Instituto Monroe de Ciencias Aplicadas en Virginia (EE.UU.) en la cual se le encerraba en un cuarto oscuro, se le tumbaba en un colchón de agua con un vendaje en los ojos y con un aparato puesto en su cabeza conectado a una máquina, la cual transmitía ondas electromagnéticas de alta potencia. Tras varios intentos fallidos, se le hice una descarga de alta potencia que disparó su consciencia al centro del universo, en otras palabras, que tuvo un viaje astral. Ya no sólo eso, ella mismo pudo divisar con suma precisión y detalle cada cosa que veía tanto en su cuarto oscuro como al otro lado del propio cuarto, para asombro de los propios investigadores. Otra experiencia consistió en que una de sus pacientes que había fallecido hace 10 meses la visitó en el hospital en la que ella  trabajaba por la noche para darle un recado, ante el asombro de la propia doctora Ross que pensaba que dicha visión se trataba de una simple alucinación producto del estrés. Sin embargo, la doctora Ross sabiamente le pidió en su despacho a esa paciente fallecida que le escribiese por escrito el mensaje que quería darle a un compañero de la propia doctora, para que de este modo quedase atestiguada y demostrada que dicha visión no se trataba de una mera alucinación, sino de algo muy real. Ese escrito fue enmarcado por la doctora Ross para ponerla como cuadro de recuerdo (los científicos confirmaron, a través de la caligrafía del mensaje escrito, que se trataba del mismo tipo de letra que utilizaba la persona fallecida que había sido paciente de la doctora Ross en vida).

Otras de las experiencias trascendentales de esta extraordinaria persona fue visitar a un médium auténtico, el cual se comunicaba telepáticamente con seres desencarnados, incluso encarnándose eses espíritus en el propio cuerpo del médium. La doctora Ross tendría después de estas experiencias varias visitas inesperadas en su casa por estos espíritus que querían comunicarle algo importante: que la vida no termina con la muerte física. Estos espíritus difuntos la habían escogido a ella porque pertenecía al campo de la ciencia y la medicina, dada la credibilidad, reconocimiento y prestigio que gozan estas disciplinas, ya que la teología y la religión tuvieron tiempo de sobra de hacer sus “deberes” y no los han hecho todavía. Su nueva misión encargada por estos espíritus del más allá era transmitir al mundo entero que la muerte no existe. También sufrió en su hogar de Scottsdale, en Arizona, ya con una edad muy avanzada, una experiencia mística extremadamente asombrosa y conmovedora en la que empezó a sentir un fuerte dolor por todo su cuerpo, atravesando la agonía de las primeras etapas del proceso de la muerte, reviviendo y sufriendo en su propia carne la agonía, el dolor, la tristeza, las lágrimas, la sangre y la desesperación de todos los pacientes terminales que había acompañado hasta la misma antesala de la muerte. Cuando el tremendo dolor que embargaba su cuerpo estuvo a punto de hacerle explotar, todo el sufrimiento cesó y empezó a experimentar lo que sería una experiencia extracorpórea profundamente placentera y beatífica, pudiendo en ese estado proyectar su conciencia al lugar que ella deseara sólo con pensarlo, aunque fuese a kilómetros de distancia, pudiendo contemplar como todo vibraba en su estructura más básica, a nivel molecular. En el momento álgido de su experiencia se fusionaría con una luz que, según ella, era la Fuente Última de la Energía del Universo, la paz y el amor puro e incondicional. Según sus palabras, “ni un millón de orgasmos eternos juntos era comparable a esa experiencia placentera que había acabado de vivir”. Al día siguiente de su experiencia, de la que ella salió afortunadamente con vida, tuvo un despertar espiritual en el que nada más salir de casa podía observar la chispa divina de la vida que emanaba de todo cuanto divisaba (las flores, los animales, los árboles, las rocas, el cielo...), vibrando todo en su estructura molecular.

La doctora Kübler Ross ha tenido otras más experiencias místicas muy estremecedoras y fascinantes pero no voy a contarlas, ya que me llevaría muchas páginas hacerlo. También hay que recordar los datos registrados minuciosamente por ella en la que narraba lo que vivían esos pacientes terminales al hacer la transición hacia la Otra Orilla.  Todas esas experiencias la convirtieron, sin ningún género de dudas, en la mayor maestra y autoridad en materia de tanatología que hay en el mundo (a diferencia de otros científicos pioneros que investigaron sistemáticamente el proceso de la muerte, el conocimiento que tiene esta científica sobre la muerte descansa en la base de sus experiencias místicas extraordinarias). Una excepcional científica que logró la apabullante cifra de 28 títulos de Doctora Honoris Causa por más de 20 universidades de diferentes países, convirtiéndose, seguramente, en la mujer que más títulos honoríficos haya conseguido en la historia de la humanidad. Además se le otorgaron una gran infinidad de premios y honores de diferentes instituciones públicas y privadas, entre ellas el honor de haber sido incluida por la prestigiosa revista estadounidense Time entre los 100 pensadores más destacados y brillantes del siglo XX, aparte de haber formado parte de una gran cantidad de consejos consultivos de bastante resonancia. Por si fuera poco, también ha sido una gran escritora convirtiendo sus libros como son “Sobre la muerte y los moribundos”, “La muerte: un amanecer”, “Carta para un niño con cáncer”, “Vivir hasta despedirnos”,  “Morir es de vital importancia”, "Lecciones de Vida",  "Todo final es un luminoso principio", etc., en verdaderos best-sellers internacionales, vendiéndose cientos de millones de copias por todo el mundo. Sus libros abordan el tema más crucial de nuestra existencia desde una perspectiva humana, terrenal y científica. Son de gran resonancia y prestigio internacional sus libros, que se han convertido para muchos médicos, especialistas y enfermeras de muchos hospitales en libros de obligada consulta.

Todos sus descubrimientos e investigaciones científicas han supuesto, sin ningún género de dudas, en un pequeño paso para esta incomparable mujer, pero un trascendental paso para toda la humanidad en cuanto a la confirmación científica de la existencia de vida después de la vida. Ella, siempre orgullosa y con palabras de júbilo, no se cansaba en decirle al mundo que la muerte simplemente no existe. Para ello utilizaba un bello símil o alegoría que decía lo siguiente: "Cuando hemos realizado la tarea que hemos venido hacer en la Tierra, se nos permite abandonar nuestro cuerpo, que aprisiona nuestra alma al igual que el capullo de seda encierra a la futura mariposa. Llegado el momento, podemos marcharnos y vernos libres del dolor, de los temores y preocupaciones; libres como una bellísima mariposa, y regresamos a nuestro hogar, a Dios" (Elisabeth Kübler Ross, La Rueda de la Vida).

Debemos, por tanto, seguir el modelo o arquetipo de esta psiquiatra (en mi opinión es el modelo ideal de la era moderna), para que todos los ciudadanos del mundo, sobre todo los políticos mandamases, tomen como ejemplo su vida y su trabajo legado a nuestra condición humana, para que todos seamos conscientes de la gran importancia que tienen los valores morales, éticos y espirituales, de modo que dejemos de lado nuestras intolerancias raciales y se puedan eliminar todas las injusticias que existen en este mundo.

El comentario biográfico de esta mujer era inevitable, ya que estamos hablando de la muerte, el mayor enemigo de la felicidad, porque todos, ya no sólo nuestros seres queridos, tarde o temprano tendremos que pasar por ello, ya que para vivir es preciso morir. Pero la muerte no es necesariamente el final de todo, sino que puede ser la mejor experiencia que hayamos tenido jamás en nuestras fugaces vidas terrenales.

En definitiva, para lograr la felicidad no basta con superar nuestros intereses materialistas asentándonos en valores morales y humanos, sino que es necesario además tener una buena dosis y solidez espiritual, puesto que es determinante para conseguirla. La suma de los tres aspectos forman una unidad inseparable e indivisible, de forma que si faltase alguno de ellos, sobre todo el espiritual, no se conquistará la tan preciada felicidad.


CITA

«La felicidad no es flor natural de este mundo. De momento ama a tus semejantes como a ti mismo»

Anónimo


Philosophy & Metaphysics


UNA VISIÓN ESPIRITUAL SOBRE EL SIGNIFICADO  DE LA VIDA


«Sostengo que el sentimiento religioso cósmico es la motivación más fuerte y noble para la investigación científica»       

Albert Einstein
Físico-Matemático (Premio Nobel de Física)


«Prefiero equivocarme creyendo en un Dios que no existe, que equivocarme no creyendo en un Dios que existe. Porque si después no hay nada, evidentemente nunca lo sabré, cuando me hunda en la nada eterna; pero si hay algo, si hay Alguien, tendré que dar cuenta de mi actitud de rechazo»


Blaise Pascal
Físico, matemático, filósofo y teólogo



¿Qué somos? ¿De dónde venimos? ¿Adónde vamos? Esas son las tres grandes preguntas existenciales básicas y primordiales que se ha planteado la humanidad a lo largo de la historia desde tiempos inmemoriales. El hombre ha tratado por todos los medios de dar respuestas esas tres grandes cuestiones bien mediante la mitología, la religión, la filosofía, la escatología, la metafísica o la ciencia. Sin embargo, a pesar de que nos encontramos en la era de la post-modernidad, en un mundo industrializado, globalizado y secularizado, que tiene un alto nivel de bienestar y progreso gracias a los importantes avances en el campo científico y tecnológico, el hombre no ha logrado encontrar respuesta a esos tres grandes interrogantes inherentes a la propia condición humana. El hombre moderno no está condiciones de presumir el haber respondido a sus cuestiones más fundamentes sobre su propia naturaleza que ya inquietaban al hombre prehistórico de las cavernas. Las distintas religiones que hay en el mundo fueron creadas por el hombre con el fin de aportar consuelo, felicidad y sentido a la vida de los humanos. La religión es tan antigua como el hombre, y en todas las civilizaciones de todas las épocas de los 5 continentes siempre ha existido la religión, cuya finalidad básica y primordial era la de trascender. En todos los rincones del mundo ha existido, existe y existirá la religión. La religión ha desempeñado un rol decisivo en la sociedad en diferentes niveles:
 A  nivel histórico (historia de la religión): por tratarse de un fenómeno que existía desde la prehistoria entre las etnias más primitivas de nuestra especie, llegando este fenómeno de manera más acentuada a nuestros días (se sabe científicamente que incluso nuestros antepasados, los homínidos, tenían una cierta religión). 
2º A nivel cultural o filosófico (filosofía de la religión): por tratarse de una disciplina que trata de la existencia de Dios, sobre el significado y propósito último de la vida, sobre los contenidos ocultos del alma, sobre las relaciones entre el hombre y Dios, etc.
3º A nivel sociológico (sociología de la religión): por tratarse de un fenómeno social de masas que forma parte de la cultura e idiosincrasia de cualquier sociedad y que es practicada (la religión) masivamente en lugares de culto (iglesias, catedrales, sinagogas, mezquitas, templos…).
4º A nivel antropológico (antropología de la religión): por tratarse de un fenómeno universal que trasciende cualquier nacionalidad, sexo, edad, etnia, condición social y cultural. Un fenómeno extendido por todos los continentes de nuestro planeta y que nació, como he dicho, con la necesidad de trascender. No debemos entender la religión como algo basado únicamente en creencias, sino en el conocimiento y en la experiencia obtenida en los estados de expansión de la conciencia vividos por grandes visionarios místicos gracias a la meditación, a la ingestión de ciertas sustancias psicotrópicas o por otras técnicas.
5º A nivel ético (ética de la religión): por tratarse de un conjunto de normas, valores y preceptos de carácter moral, es decir, es un fenómeno que nos transmite una serie de valores morales y espirituales que inspiran y guían a la vida humana.
Teniendo en cuenta esos 5 niveles, no cabe duda que la religión ha desempeñado y desempeña hoy en día un papel muy importante en la vida de los ciudadanos. Incluso la religión, en ciertos países,  como Palestina, es un sistema dogmático, moral y jurídico que regula la vida de los ciudadanos, si bien es cierto que en la gran mayoría de los países europeos laicos hay una división de poderes entre Iglesia-Estado. (Hay que remarcar que la notable influencia de la visión materialista y mecanicista de la ciencia, heredada de antaño, hizo que la gran mayoría de los países europeos con raíces cristianas y de otras partes del mundo se separan de la religión y se convirtieran en estados laicos y aconfesionales.) Esto supone que en determinados ámbitos públicos, como en la educación, se prohiba la exhibición de símbolos religiosas (crucifijos, uso del velo islámico…) en las aulas de los colegios o institutos. Esto sin duda ha generado un debate social, sobre todo con el reciente caso de una madre italiana que solicitaba la retirada de los símbolos religiosos (crucifijos) del colegio público en el que estudiaban sus hijas porque coartaba, según ella, la libertad de pensamiento de sus hijas. Su caso fue juzgado en el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo, dando finalmente la razón a la madre italiana y obligando a dicho colegio a no exhibir ningún símbolo religioso. Esta sentencia del Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo fue recurrida por el Gobierno italiano y está pendiente de una resolución final. En caso de que finalmente prospere la sentencia, se creará jurisprudencia y cualquier persona estará legitimada para denunciar ante dicho tribunal cualquier caso similar que ocurra en Italia y en otros países de la Unión Europea. En España, la asociación de padres Ceapa valoró positivamente la decisión del Alto Tribunal de Estrasburgo en relación a este asunto y consideró que sería buena que finalmente se redacte por parte del Gobierno una nueva Ley de Libertad Religiosa. Por otra parte, el Vaticano ha criticado duramente la sentencia del Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo en relación a la retirada de crucifijos de las aulas alegando que es deplorable que se permita esta práctica en el tercer milenio. Comprendo la opinión del Vaticano, ya que entiendo que esto es hacer demagogia o tiranía en contra de la religión, como pretende impulsar la extrema izquierda política atea. Entiendo que sean los padres los responsables de impartir e inculcar una educación a sus hijos acorde a sus propios volares éticos, morales y/o religiosos. Sin embargo, yo me pregunto: ¿qué daño moral produce a un alumno un símbolo religioso?; ¿está demostrado por parte de psicólogos que exponer un símbolo religioso pueda coartar la libertad de conciencia y pensamiento en un alumno?; ¿habría que eliminar cualquier símbolo religioso (crucifijos, iglesias, mezquitas, sinagogas, retratos, esculturas…) en cualquier parte porque ofende a la moral y a la libertad de pensamiento de personas de ideología atea y de extrema izquierda?; ¿habría que prohibir celebrar la Navidad en el mundo entero, un acontecimiento no sólo religioso, sino histórico, social y cultural universal, por el mero hecho de que una minoría atea, retrógrada y radical se oponga a ella?. ¡Por favor, usemos un poco el sentido común y no practiquemos demagogia gratuita! Tan malo es el ateísmo dogmático como el fundamentalismo o dogmatismo religioso. No estamos en tiempos de inquisiciones, tanto cuando se pretenda a toda costa imponer la laicidad en el ámbito de los poderes públicos como obligar a la sociedad a comulgar con ruedas de molino con la fe religiosa.

Siguiendo este artículo, debo comentar que, como ya he mencionado, la historia de la religión es tan antigua como la del hombre. La base original de la religión era el culto a lo sagrado, a lo misterioso, a lo desconocido, a lo místico… La religión se basaba en la veneración a los dioses de la naturaleza. Sin embargo, desde que las religiones primitivas han ido evolucionando, su fuente original se fue perdiendo, dando lugar a religiones institucionalizadas, organizadas y burocratizadas (cristianismo, judaísmo, islamismo, hinduismo, budismo, taoismo, jainismo…), cargadas muchas de ellas de dogmas y preceptos, perdiéndose el valor simbólico y el significado original que cumplía la propia religión, que estaba más vinculado con el misterio sobre el origen y destino del hombre, con lo sagrado, con lo desconocido… Desde hace siglos, la religión, lejos de ser una fuente de inspiración y liberación para encontrar consuelo, sentido y felicidad en la vida, se ha convertido desgraciadamente en muchas ocasiones en un instrumento de dominio, opresión y poder, dando lugar a todo tipo de conflictos que han hecho derramar la sangre de los humanos. Entre esos conflictos hay que resaltar las cruzadas, caza de brujas e inquisiciones, guerra santa islámica, opresión y esclavitud contra la mujer en ciertos países islámicos debido a la religión, censura en determinados ámbitos del saber científico (véase como ejemplo cuando la Iglesia Católica censuró la teoría heliocéntrica postulada por Galileo Galilei o la teoría de la evolución postulada por Charles Darwin por estar en contra de lo que decía la Biblia), represión debido a normas morales y preceptos de las Iglesias…. Sin embargo, he de matizar que la causa de todos esos conflictos no es la religión en sí misma, sino la mala interpretación que ha hecho el hombre en nombre de la religión o de Dios. Es decir, la religión no justifica ni apoya ninguna masacre, conflicto armado ni cualquier hecho que atente contra la vida y la libertad de las personas. Esto es incuestionable. Las religiones del mundo nos ensañar a vivir la vida con amor, justicia, paz, solidaridad y libertad. La causa última de los conflictos armados o bélicos abiertos en el mundo, ya sean de origen geopolítico, económico o religioso, es el hombre.
Siguiendo mi comentario sobre la religión, he de decir que la piedra angular de todas las religiones es la creencia en un Dios y en la vida después de la muerte, es lo que se conoce como Unidad Trascendente de todas las religiones. Según las estadísticas, más del 80 % de la población mundial creen en la existencia de un Dios, Energía Suprema, Orden Superior, Diseñador Inteligente… Igualmente, casi tres cuartas partes de la población del planeta creen en una vida después de la muerte, muy especialmente en la reencarnación.
Aun teniendo en cuenta esas cifras que avalan la creencia religiosa ampliamente extendida por todo el mundo, debo remarcar, no obstante, que la religión ha sido por parte de mucha gente denostada. De hecho, la mayor parte de la gente que se considera educada y racional, principalmente ateos, agnósticos y librepensadores ven en la religión una invención humana o una forma inmadura de autoengaño para poder encontrar consuelo y superar el miedo a la muerte de nuestros seres queridos y de nuestra propia muerte. La realidad trágica, terrible y dramática de la inevitable muerte hace de la religión como una especie de “opio del pueblo” que sirve de “anestesia” ante el terrible dolor y sufrimiento que puede llegar a causar la vida. Muchas de esas personas piden la abolición de la religión para que la gente centre sus esfuerzos en lograr unas buenas condiciones de vida en todo el planeta, sin esperar como recompensa una hipotética vida más allá de la tumba, que es desde el punto de vista materialista harto imposible de alcanzar. Los detractores de la religión creen que la religión es un anacronismo insostenible, puesto que se basa en burdas supersticiones, en supercherías, en el pensamiento mágico o en quimeras imaginarias. No obstante, debo decir a favor de la religión que no sólo se basa, como he comentado anteriormente, en creencias, en verdades reveladas por la divinidad que son dogma de fe, sino también en el conocimiento y en la experiencia mística contemplativa, es decir, en una visión mística introspectiva de la realidad. Por lo tanto, los dogmas de la religión están basados en muchas ocasiones en una experiencia interior de carácter místico y trascendental.  Hay una importante cantidad de grandes maestros, profetas, santos y chamanes que han tenido experiencias místicas y contemplativas que les han servido para conocer la realidad del mundo y de las cosas. La mística es la fuente conduce a la verdad sobre la naturaleza de todas las cosas. El premio Nobel de Física Albert Einstein, considerado como el mejor científico del siglo XX por la prestigiosa revista estadounidense Time, expresó mejor que nadie el significado de lo místico en la siguiente cita: “La más bella y profunda emoción que nos es dado sentir es la sensación de lo místico. Ella es la que genera toda verdadera ciencia. El hombre que desconoce esa emoción, que es incapaz de maravillarse y sentir el encanto y el asombro, está prácticamente muerto. Saber que aquello que para nosotros es impenetrable realmente existe, que se manifiesta como la más alta sabiduría y la más radiante belleza, sobre la cual nuestras embotadas facultades sólo pueden comprender en sus formas más primitivas. Ese conocimiento, esa sensación, es la verdadera religión”. En la misma línea se encuentra el astrobiólogo, cosmólogo y divulgador científico Paul Davies, quien cree que la experiencia mística puede ser la fuente para conocer la verdadera naturaleza de las cosas, trascendiendo cualquier especulación científica, filosófica o teológica. Podemos ver a lo largo de la historia a grandes científicos y pensadores que no tenían problemas de conciliar su particular visión científica o filosófica del mundo con la fe en Dios. Tenemos muchos ejemplos de ello. Entre esos científicos y pensadores están Platón, Aristóteles, Sócrates, Pitágoras, Immanuel Kant, Friedrich Hegel, Goethe, Descartes, Albert Einstein (P. Nobel de Física), Isaac Newton, Copérnico, Galileo Galilei, J. Kepler, Charles Darwin, William Crookes (P. Nobel de Química), Pasteur, Werner Heisenberg (P. Nobel de Física), Max Planck (P. Nobel de Física), Paul Dirac (P. Nobel de Física), John Eccles (P. Nobel de Medicina), Carl Gustav Jung, Alexis Carrel (P. Nobel de Medicina), Blaise Pascal, Gregor Mendel… Por lo tanto, hubo y hay científicos que creen en Dios, bien en un sentido teísta, deísta o panteísta, como si fuese lo más natural del mundo. A pesar de que el progreso científico hace menos recurrente la existencia de Dios para explicar el origen del universo y del hombre, como opinan muchos científicos y filósofos, también es cierto paradójicamente que cuanto más se sabe, más se toma conciencia de lo que se ignora. Los científicos cuanto más descubren sobre el cosmos, tanto sobre el macrocosmos físico como del microcosmos de las partículas subatómicas, menos lo entienden. A medida que la ciencia se adentra más en el corazón de la materia para conocer el origen del universo y de la vida, más se da cuenta la ciencia que todo conocimiento científico es relativo y provisional, que ninguna teoría científica es absoluta y definitiva, es decir, que cuanto más sabemos, más nos damos cuenta de las cosas que habíamos ignorado y de nuestras propias limitaciones a la hora de resolver determinados misterios. En este sentido, he de decir que la ciencia sólo conoce un 4% del universo (esto se corresponde a materia habitual y visible como estrellas, planetas, Luna, etc.) y el resto, un 96%, es materia y energía oscura que la ciencia desconoce por completo. De cualquier manera la evolución de la ciencia hace que ésta se acerque al pensamiento de Dios, es decir, hace que entendamos sus designios, sin hacer prescindible en ningún caso a Dios.  Recordando una cita del famoso científico Pasteur que dice “un poco de ciencia nos aleja de Dios, pero mucha ciencia nos devuelve a él”, lo que lleva finalmente a reconocer la existencia real de Dios es la complejidad de las diferentes ciencias (geología, biología, astronomía, física cuántica, zoología, genética, biología molecular, etc.) en las cuales nos sugiere que toda la perfección, orden, complejidad y armonía que existe en el universo, incluyendo a todos los seres vivos de nuestro planeta, sólo pudo ser fruto de una intervención divina. La evolución por azar no es capaz de crear un universo tan extremadamente armónico, complejo y ordenado. Eso requiere algún tipo de intervención divina. La teoría de la evolución es compatible con la fe en Dios, porque la ciencia jamás logrará resolver todos los misterios en torno al universo y sobre nosotros mismos. Hay misterios insondables o interrogantes que trascienden el ámbito científico y que sólo pueden ser explicados o respondidos desde un punto de vista metafísico o teológico. Entre eses interrogantes están, como expresó lúcidamente Hans Küng en relación a la singularidad inicial del Big-Bang: «¿cómo explicar que una diminuta unidad de infinita densidad, temperatura e impulso inicial contuviese todo el potencial necesario para producir cientos de miles de millones de galaxias?; ¿hay que creerse que el estallido inicial ha producido miles de millones de galaxias a partir de una unidad diminuta? ¿Y eso no es una suerte de “creencia científica en los milagros”? ; ¿de dónde proceden los principios cósmicos universales del orden?» Hans Küng es uno de los filósofos y teólogos más ilustrados de nuestro tiempo, autor del best-seller “El principio de todas las cosas”, una de las obras de divulgación científica más importantes de era moderna. En dicha obra Kúng afirma que “ni la superación de la religión por el humanismo ateo (Feuerbach, Comte y Nietzsche), ni su extinción a manos del socialismo ateo (Marx), ni su sustitución por la ciencia atea (Freud), se han revelado –considerando las cosas en conjunto – como pronósticos acertados”. Küng expone sabiamente en su libro las razones por las cuales ha llegado a tan rotunda conclusión.

Por otro lado, sin perder como eje del discurso a la religión, me gustaría comentar que hay escépticos que creen que las investigaciones llevadas cabo por científicos favorables a la existencia de vida después de la muerte, como lo demuestran los testimonios de personas que han atravesado una experiencia cercana a la muerte durante la muerte clínica, no son más que ciencia ficción. Ellos, los escépticos, tachan de locos a los científicos que defienden la vida después de la muerte a través de esos testimonios, incluso denigran, ridiculizan y descalifican a los propios testigos que han experimentado una experiencia relacionada con el “más allá”. Yo exclamo: ¡qué pobres deben ser los argumentos de estos escépticos para negar sin más las pruebas a favor de la vida después de la muerte! ¡Ciencia ficción! ¡Cuánto sarcasmo barato! Retrocedamos unos siglos en la historia. La construcción del aeroplano, la posibilidad de romper la barrera del sonido, la construcción de transbordadores para llegar a la Luna, la energía atómica o la misión a Marte, por no hablar de los avances en el campo de la medicina y la biología, como la reproducción asistida mediante fecundación in vitro, la ingeniería genética, la eugenesia, la criogenización, la clonación terapéutica o reproductiva, etc. eran tan solo unos siglos atrás ciencia ficción. Lo mismo ocurre con el desarrollo de medios transporte sofisticados y modernos (coches, barcos, trenes, aviones…), en la electrónica (televisión, radio, videos, ordenadores, microscopios, telescopios…), en las telecomunicaciones (Internet, fax, teléfono móvil), etc., eso era ciencia ficción siglos atrás, sin embargo, gracias a unos cuantos científicos e inventores “locos” han hecho posible todo ello. Hoy todo eso es una realidad gracias a la genialidad de determinadas personas que desafiaron los límites del conocimiento humano para lograr el progreso de la humanidad. Muchos ellos, antes de lograr esos grandes descubrimientos, tuvieron que enfrentarse al ridículo y el recelo de los demás, porque creían que estaban locos. Lo que hace falta es un poquito de visión y que todos, principalmente los escépticos, retrocedamos un paso atrás para tener una perspectiva global. La vida después de la muerte o la existencia de vida inteligente en otros planetas suenan hoy por hoy a ciencia ficción, sobre todo para la mayoría de los mortales poco informados. Sin embargo, cada vez se hace más visible en el mundo que ambos supuestos están cerca de convertirse en realidad. Es posible que el avance científico pueda en un futuro no muy lejano demostrar de manera concluyente la existencia de vida después de la muerte y/o la existencia de vida extraterrestre. En ese sentido la ciencia ha hecho grandes progresos en las últimas décadas que parecen indicar que en un futuro ambas cuestiones sean una realidad tan cotidiana como lo son hoy en día el uso del ordenador, del teléfono móvil o  del fax.
Cambiando un poco el discurso de este artículo, diré que recientemente he visto en los medios de comunicación una iniciativa promovida por la British Humanist Association (Asociación Humanista Británica) en Londres (Reino Unido) en la cual se realizaba una campaña publicitaria de ideología atea en los autobuses urbanos de la capital británica con el eslogan “Probablemente Dios no existe. Deja de preocuparte y goza de la vida”. Esta campaña publicitaria surgió gracias al apoyo de un grupo de ateos, agnósticos racionalistas y librepensadores, cuyo principal precursor era el científico evolucionista Richard Dawkins, un ateo dogmático, autor de obras muy famosas como “El gen egoísta” o “El espejismo de Dios”. Esta iniciativa llevada a cabo en Londres y en toda Inglaterra se extendió a los autobuses urbanos de varias ciudades europeas y españolas, entre ellas Barcelona y Madrid. Como contrapartida, en Madrid, una organización evangelista lanzó otra campaña publicitaria con la aprobación del ayuntamiento y la empresa de transportes urbanos de esa ciudad con el eslogan “Dios sí existe. Disfruta de la vida en Cristo”. Esta campaña publicitaria de los autobuses ateos originó en cierto modo un debate social sobre la existencia o no de Dios. Muchas personas ven esta campaña una pérdida de tiempo y dinero, que no va  hacer cambiar la conciencia de las personas en relación a esta cuestión. Sin lugar a dudas la campaña de autobuses ateos ha creado polémica en la sociedad española. No obstante, aunque sería bueno reabrir un debate social y mediático sobre una cuestión tan personal e íntima como la fe religiosa, esta campaña no va a cambiar nada. No me parece una estrategia muy buena para los defensores del ateísmo que utilicen este tipo de campañas con tal de atraer a las masas y se desvinculen de la religión. (¡A esto lo llamaría yo proselitismo ateo!) ¡Debe ser que el ateísmo dogmático o religioso está en horas bajas para llegar a utilizar  este tipo de artimañas tan poco ortodoxas y originales! En todo caso logrará lo contrario. Una campaña publicitaria atea o creyente no es suficiente para cambiar la ideología de una persona. Si esa campaña atea  fuese probada con argumentos científicos que defiendan su teoría (la inexistencia de Dios) entonces sería diferente. “Problamente Dios no existe” dice el eslogan, denota una falta de seguridad en dicha aseveración. Probablemente no es lo mismo que seguramente, lo cual el eslogan deja abierta la posibilidad de la existencia de Dios. El eslogan no es taxativo. Deja la puerta a que cada uno, en su libertad de conciencia crea lo que le complazca. De hecho, es tan probable que Dios exista como que no, ya que no hay argumentos o pruebas científicas concluyentes a favor de un sentido u otro.  Por otra parte, tomando nota de las palabras de un arzobispo de Barcelona en relación a esta campaña atea de autobuses en dicha ciudad, la fe en la existencia de Dios no es motivo de preocupación, ni es tampoco un obstáculo para gozar honestamente de la vida, sino que es un sólido fundamento para vivir la vida con una actitud de solidaridad, de paz y un sentido de trascendencia”. En definitiva, la fe en Dios ni preocupa ni reprime a nadie, sino que aporta esperanza, valor, consuelo y sentido a la vida de la gente e incita a actuar o defender la justicia, la solidaridad, el amor, la paz y la libertad.

Cambiando de tema, debo decir que vivimos en un mundo cínico y descreído, en el que impera un modelo de sociedad basado en el consumismo, en el materialismo, en el bienestar, en los placeres físicos que satisfacen el ego, en la competitividad para lograr éxito, riqueza, prestigio y poder personal… Estamos en mundo polarizado y desigual (guerra-paz, riqueza-pobreza, tolerancia-racismo…). La globalización capitalista es culpable de las grandes desigualdades que hay en nuestro planeta, de la división entre países ricos y países pobres, entre ciudadanos de clase alta y ciudadanos de clase baja. El problema de la pobreza está en el mal reparto de la riqueza. No es legítimo y justo que haya gente que ganen sueldos astronómicos en determinados ámbitos profesionales (empresarios, artistas, actores, actrices, modelos, deportistas de elite…), mientras los ciudadanos de los países tercermundistas, incluso de países ricos e industrializados, no tengan la posibilidad de tener unas condiciones de vida dignas y soportables. Deben los políticos y los ciudadanos remover los cimientos del injusto “sistema” de gobernar que hay en el mundo para lograr que nuestro planeta sea más justo socialmente hablando.  Se han conseguido grandes logros y progresos en el campo de la ciencia y la tecnología, como en la biomedicina, en la nanotecnología (medicina regenerativa, mejor diagnóstico y tratamientos de enfermedades, etc.), en la biotecnología, en la ingeniería genética y la biología, en la industria aerospacial, en los sistemas de transportes, en las telecomunicaciones, etc. que han elevado la calidad y esperanza de vida de la sociedad mundial, sobre todo occidental. Sin embargo, tenemos una deuda pendiente con la historia. Esa deuda pendiente es erradicar la pobreza y el hambre que hay en todos los países del mundo. Existen fórmulas para erradicar la pobreza, como sería invertir todo el dinero que se destina en armas nucleares a paliar la pobreza. Otra medida es que los países ricos condonen las deudas de los países pobres o que los países ricos inviertan un porcentaje del P.I.B. para desarrollo y regeneración económica de los países pobres. Existen muchas medidas. Una gran cantidad de países ricos que integran la O.N.U. firmaron un tratado para el cual se comprometían en contribuir económicamente en la primera década del siglo XXI a erradicar la pobreza de la mayoría de los países tercermundistas. Sin embargo, todo eso quedó en papel mojado, o si se puede decir, “en agua de borrajas”. Los compromisos no valen nada sin hechos. Lo  mismo ocurre con el Protocolo de Kioto en el cual muchos países se comprometieron en reducir notablemente los niveles de CO2 emitidos a la atmósfera con el fin de evitar el cambio climático. Al final apenas se consiguió lo que se había programado con dicho protocolo, y ahora se habla de una nueva cumbre internacional post-Kioto sobre el cambio climático que se va a celebrar en diciembre de este año (2009) en Copenhague (Dinamarca) con la participación de 180 países para lograr de una vez por todas un consenso global entre todas las naciones y se comprometan con hechos para la preservación y desarrollo sostenible del planeta. 

Profundizando un poco más, debo señalar que la mayor crisis que atraviesa la humanidad (por encima de las crisis que generan las guerras o conflictos bélicos, la crisis global por la degradación del medioambiente y la crisis alimenticia por la pobreza de los países tercermundistas) es la crisis de valores. Esta grave crisis de valores éticos y morales imperante en el mundo entero está conduciendo al hombre a un callejón sin salida, a un precipicio, con la seria amenaza de abocarnos a un suicidio colectivo y a una destrucción a escala planetaria. Esto lo digo con un tono totalmente realista, no desde un punto de vista pesimista o alarmista. No creo que mi visión sobre el futuro del mundo y de la humanidad sea apocalíptica, sino más bien realista (la Biblia contiene un pasaje apocalíptico del fin del mundo). El hombre ha perdido el norte, camina sin rumbo. El mundo vive un ritmo de vida realmente vertiginoso. Todos andamos apresurados de un lado para otro, sin parar y reflexionar sobre cuestiones fundamentales de la vida. Nuestra vanidad, codicia y egoísmo nos hace mostrarnos indiferentes ante la desgracia ajena. No nos preocupamos por el prójimo ni tampoco nos preocupamos en mirar hacia nosotros mismos, en el interior de nuestra alma para encontrar las respuestas que den sentido y felicidad a nuestra vida. Intentamos lograr la felicidad refugiándonos en factores externos, como son el trabajo, el materialismo, el consumismo, el individualismo, etc. Lamentablemente, la publicidad de algunos medios de comunicación está proyectando una imagen estereotipada en la sociedad, en el que se idealiza factores como el éxito, la belleza, la juventud, el poder, la fama… Nuestra sociedad ha prescindido de Dios o lo ha relegado a un segundo plano. En su lugar deificamos o idolatramos a personajes famosos y célebres del mundo del cine, la música, el deporte, la moda… También deificamos a dirigentes políticos, a líderes religiosos, a grandes pensadores o a los representantes científicos por sus descubrimientos que han contribuido a lograr un enorme progreso para la mayor parte de la humanidad. Por otra parte, en relación a lo que ha aportado la ciencia y la tecnología, me hago las siguientes preguntas retóricas: ¿somos más felices los seres humanos?; ¿es nuestro mundo un lugar mejor debido a los avances de la ciencia y la tecnología? ; ¿ha aportado la ciencia y la tecnología realmente felicidad y sentido a la vida de los seres humanos?; ¿acaso la ciencia y la tecnología ha aliviado el sufrimiento humano o ha ofrecido consuelo, apoyo y esperanza a los más necesitados? Compramos desde casa, navegamos a través de la red, pero al mismo tiempo nos sentimos más vacíos, más solos, más alejados de nuestros semejantes que en otro momento de la historia. Nos hemos convertido en una sociedad sintética, en una sociedad programada. Es por ello por el cual buscamos un sentido a las cosas. Tenemos trabajos rutinarios, vacaciones frenéticas, hacemos excursiones ruinosas a los centros comerciales para consumir más cosas con las que llenar el vacío que se abre en nuestras vidas. ¿Es de extrañar que estemos tan desorientados y perdidos? Es ese vacío y la falta de espiritualidad lo que leva a que nuestras vidas sean estériles y carentes de sentido. Debe el hombre cultivar su espiritualidad, cuidarla como si fuera su propia salud. Igualmente, el hombre debe buscar la verdad en el interior de su ser. La espiritualidad es la fuente de la verdadera felicidad. Es cierto que hoy la gente vende su propia marca felicidad, pero la mayoría de las veces está basada en factores superficiales, materialistas y consumistas. La espiritualidad es fuente de sabiduría, de conocimiento, de bienestar (físico, mental y espiritual) y de felicidad. Sin la espiritualidad no se puede conocer a uno mismo, su verdadera naturaleza. Sin espiritualidad no se pueden encontrar respuesta a las preguntas más esenciales y primordiales sobre la condición humana. La espiritualidad es la base para encontrar felicidad y sentido a la vida. Sin ella, nos sentiríamos vacíos existencialmente. Por eso abogo por la emergencia de una nueva cultura planetaria más humana, ética, moral y espiritual.

CITAS A MODO DE CONCLUSIÓN



«Después de mi licenciatura en medicina, me interesé vivamente por la física cuántica a raíz de mi fascinación por Albert Einstein. Cuanto más leía sobre la teoría cuántica, más me intrigaban sus aspectos sobrenaturales y espirituales»


T. Lee Baumann
Escritor, doctor en medicina, geriatría y gestión sanitaria


 “Para un creyente, Dios está al principio de sus reflexiones. Para un científico, al final de sus investigaciones”

Max Plank
Físico alemán. Colocó las bases de la moderna disciplina científica conocida como Física Cuántica (Premio Nobel de Física)

«Por desgracia, en los últimos años se ha puesto de moda una forma de materialismo  completamente hostil a la religión y que se mofa de cualquier idea que atribuya al Universo un fin y un valor objetivos. Buenos científicos como Francis Crick, Carl Sagan, Stephen Hawking, Richard Dawkins, Jacques Monod y Peter Atkins, han publicado libros que ridiculizan la fe religiosa, apelando en tales ataques a la autoridad de la labor científica. Sus afirmaciones se hallan sospechosamente fuera de sitio. El trabajo propiamente científico de estos autores no tiene especial relevancia  para la verdad o falsedad de la mayoría de las proposiciones religiosas. Y, en caso de que se aventuraran de verdad en el campo de la filosofía, ignoran tanto la historia de ésta como la diversidad de puntos de vista filosóficos y pretenden que los planteamientos materialistas son aceptados de manera casi generalizada, cuando en realidad sólo son defendidos por una minoría bastante reducida de filósofos. Contra la forma de materialismo  que estos autores asumen existen penetrantes argumentos críticos estandarizados, sobre todo en lo relativo a su casi absoluta incapacidad de hacer justicia a los hechos de conciencia, así como la importancia de las ideas de verdad y moralidad»


Keith Ward
Profesor emérito de Teología por la Universidad de Oxford (Reino Unido)

«Al ser humano, independientemente de que sea científico, filósofo o teólogo, se le ha de exigir ante todo apertura a la realidad en su conjunto. Incluso los epistemólogos y los filósofos de la ciencia reconocen hoy, más allá del ámbito de conocimiento científico, la legitimidad de la más abarcadora pregunta “metafísica” acerca de los “problemas de la vida” (Wittgenstein), la “cosmología” (Karl Popper) o el “mundo” (Thomas S. Kuhn)»


Hans Küng
Filósofo, escritor y teólogo

 «Jamás he negado la existencia de Dios. Pienso que la teoría de la evolución es totalmente compatible con la fe en Dios. El argumento áximo de la existencia de Dios, me parece, la imposibilidad de demostrar y comprender que el universo inmenso, sublime sobre toda medida, y el hombre, hayan sido frutos del azar».


Charles Darwin
Científico naturalista británico. (Sentó las bases de la teoría de la evolución por selección natural)


«Lo que sabemos es una gota, lo que ignoramos, un inmenso océano. La admirable disposición y armonía del universo no ha podido salir sino del plan de un Ser omnisciente y omnipotente».
Sir Isaac Newton
Físico, matemático, filósofo, inventor y alquimista inglés

«Ninguno de los inventores del ateísmo fue naturalista, sino filósofos mediocres. El origen del universo presenta dificultades insuperables, a no ser que lo consideremos sobrenatural».

Arthur S. Eddington
Astrónomo y matemático inglés

«El hombre trata de entender sobre la otra vida como el renacuajo trata de entender a la rana»

Anónimo


«Morir es trasladarse a una casa más bella, se trata simplemente de abandonar el cuerpo físico al igual que la mariposa abandona el capullo de seda »

Elisabeth Kübler-Ross
Escritora, psiquiatra, catedrática, tanatóloga docente, consejera espiritual, acreedora de 28 Doctorados Honoríficos, además de ser incluida en la prestigiosa revista estadounidense Time entre los 100 científicos y pensadores más importantes y brillantes  del siglo XX


«Yo soy la Luz de mundo; el que me sigue no camina en tinieblas, sino que tendrá la Luz de la Vida»


Jesús de Nazaret
El personaje más universal, importante e influyente de toda la historia de la humanidad

«El ateísmo dogmático practicado por algunos científicos de nuestro tiempo no sólo constituye una actitud filosófica arbitraria, inmadura e injustificada, sino que además atenta contra el verdadero espíritu de la ciencia que es conocer la Verdad por encima de cualquier dogma, prejuicio, idea preconcebida o ideología»
Jesús Fraga Cid
Escritor

FUENTES CONSULTADAS:
Cita de Albert Einstein sobre la mística
Fuente: Wikipedia
Cita de Max Planck, Isaac Newton, Charles Darwin, A. Eddington Fuente: http://apologista.blogdiario.com/1172879400/
Citas de Huns Küng y de Keith Ward
KÜNG, Hans: El principio de todas las cosas  Editorial Trotta  Madrid 2007
Cita de T. Lee Baumann

ENLACES EXTERNOS
Documentos TV El Último Viaje en La 2 de TVE
Enlace
Programa de misterio La Zona Oculta de David Benito
Programa de divulgación científica Redes en La 2 de TVE presentado por Eduardo Punset
La Pasión de Cristo de Mel Gibson (Una historia de amor, sacrificio, esperanza y redención) (“La película más mediática de la historia”- De la crítica internacional -)
Película Contact de Robert Zemeckis interpretada por Jodie Foster
Película Dragonfly interpretada por Kevin Costner (Trailer)
Película White Noise –La luz- (Trailer)

        

Science & Spirituality


LA EXPERIENCIA EN EL UMBRAL DE LA MUERTE: UNA PUERTA HACIA LA ETERNIDAD

«Cuando me acueste en la tumba, podré decir como tantos otros: ¡he terminado mi jornada!. Pero no diré que he terminado mi vida. Mi jornada comenzará al otro día, a la mañana. La tumba no es un callejón sin salida, es una avenida que se cierra en el crepúsculo y se vuelve a abrir en la aurora»

       Víctor Hugo
Poeta, novelista y dramaturgo

«Quiero saber lo que piensa Dios, lo demás son solo detalles»
Albert Einstein
Físico-Matemático (Premio Nobel de Física)

En este artículo me gustaría exponer las características de un fenómeno cada vez más conocido por la sociedad y por la ciencia, las experiencias cercanas a la muerte (ECM), así como de otros fenómenos colaterales relacionados con la muerte (visiones en el lecho de muerte de los moribundos, coincidencias o experiencias de muerte compartida, premoniciones de la muerte y, finalmente, visitas post-mortem de los difuntos). El campo que se dedica al estudio de todos los fenómenos relacionados con la muerte es la tanatología. La tanatología es un nueva disciplina científica surgida en las últimas décadas del siglo pasado que trata de los cuidados paliativos en las enfermedades terminales y en el estudio científico del proceso de la muerte. Esta disciplina surgió recientemente con la necesidad médica y hospitalaria de tratar de prestar no sólo un apoyo médico, sino psicológico y moral, en el tratamiento paliativo que recibían los enfermos terminales recluidos hospicios o centros hospitalarios. También se decidió científicamente iniciar un estudio sistemático de las etapas que acontecen en el proceso de la muerte física. El primer estudio científico serio en torno al fenómeno de la muerte fue llevado a cabo por los investigadores Francis Power Cobbe, James Hyslop, Harnell Hart, Karlis Osis, Elendur Haraldsson y Sir William Fletcher Barret, los cuales han estudiado las visiones en lecho de muerte de los moribundos. Estos científicos han llegado a la conclusión de que estás visiones de parientes o amigos difuntos eran reales y no alucinaciones creadas por la secreción de sustancias bioquímicas en el cerebro (el estudio llevado a cabo durante casi 20 años por Karlis Osis y Elendur Haraldsson sobre visiones en el lecho de muerte de los moribundos fue auspiciado la American Society for Psychical Research e involucra a más de 1.000 médicos y enfermeras de EE.UU. y la India  sobre una muestra de miles de pacientes moribundos). Hubo otros investigadores que se dedicaron al estudio de experiencias de cuasi muerte, como son Albert Heim, Edward Clarke, Russell Noyes, Oskar Pfister, Walter Pahnke, Kleter, Charles Garfield, etc. con interpretaciones personales muy diversas respecto a la naturaleza de ese fenómeno que van desde el carácter espiritual y trascendental de dichas experiencias a interpretaciones materialistas sobre dicho fenómeno basadas en factores biológicos, médicos o psicológicos. Los estudios de esos investigadores apenas tuvieron resonancia mediática y social. Por lo tanto, podríamos decir que el fenómeno de las experiencias cercanas a la muerte estuvo recluido en el ámbito hospitalario, sin trascender a la luz pública, hasta que el psiquiatra norteamericano, el doctor Raymond A. Moody Jr., doctor en filosofía por la Universidad de Virginia (EE.UU.), publicó en 1975 su clásico libro titulado “Vida después de la vida”, del cual se vendieron cerca de 40 millones de ejemplares en todo el mundo. Este sería el libro que convulsionaría a la opinión pública mundial y haría replantear el concepto que el hombre moderno tenía sobre la muerte. La obra también provocaría una fuerte conmoción en el mundo científico y académico. Su libro se basa en torno la investigación de las experiencias cercanas a la muerte de aproximadamente 150 personas que estuvieron en situación de muerte clínica temporal. Según la práctica médica, la muerte clínica se produce cuando existe una completa ausencia de respiración, de latido de corazón y de actividad electromagnética cerebral.  Durante ese estado los pacientes relataban la sensación de abandonar su cuerpo físico, pudiendo contemplar desde una distancia cercana al techo, como flotando, los intentos desesperados por reanimar sus cuerpos. También reportan el hecho de atravesar un túnel y aproximarse a una luz que transmitía una paz, alegría y amor arrolladores e inenarrables con palabras humanas. En otros casos también se reporta el hecho de ver un revisión panorámica de la vida, el encuentro con un Ser de luz, que varía en función del condicionamiento religioso y cultural del individuo que experimenta la ECM, el encuentro con seres queridos ya fallecidos, y el viaje a un lugar celestial, que muchos llaman cielo. Aunque la gran mayoría de las ECM son positivas, hay un porcentaje reducido de casos, aproximadamente un 0, 3 %, que experimentan una ECM negativa en el cual se vislumbran lugares sombríos y aterradores habitados por seres o criaturas demoníacas o infernales. Se sabe estadísticamente que más de 300 millones de personas de cualquier edad, sexo, nacionalidad, creencia, condición social y cultural han experimentado en las últimas décadas una ECM con todos o algunos de los elementos que he citado anteriormente. Según el Instituto Gallup, aproximadamente 12 millones de norteamericanos han experimentado una ECM. Estadísticamente hablando, también se sabe que una de cada tres personas que están al borde de la muerte o en estado de muerte clínica temporal experimenta una ECM. Por lo demás, hay que señalar que después de la publicación de la obra de Dr. Moody, el fenómeno de las ECM se empezó a popularizar más todavía debido a que aparecieron nuevos científicos también pioneros en el tema, la gran mayoría pertenecientes al campo de la medicina, como la psiquiatra Elisabeth Kübler-Ross, el pediatra Melvin Morse, el neuropsiquiatra Peter Fenwick, el cardiólogo Sam Parnia, el psicólogo y neurofisiólogo Kenneth Ring, los cardiólogos Michael Sabom y Pim Van Lommel, los psiquiatras Bruce Greyson e Ian Stevenson, etc. No voy a presentar aquí una larga lista de científicos que se interesaron por el fenómeno de las ECM, ya que este no es mi cometido, aunque sí diré que esos científicos que empezaron a estudiar de manera rigurosa, objetiva y sistemática la muerte son la mayor autoridad mundial en materia de tanatología. Todos han llegado a la conclusión científica de que esas experiencias no pueden ser explicadas por condicionamientos médicos, psicológicos, culturales, religiosos ni de ningún otro tipo por diferentes razones, entre ellas por el drama vivencial que experimentaron las personas que sobrevivieron a la ECM, por la compleja casuística que existe en torno este tipo de fenómeno, por la compleja estructura narrativa de los testimonios y por el tremendo efecto transformador que ha producido a los personas que experimentaron la ECM. Se han observado numerosos casos que desafían por completo cualquier explicación clínica, tanto a nivel farmacológico, fisiológico, neurológico y psicológico (entre ese tipo de casos destacan las experiencias cercanas a la muerte de personas invidentes que recobran milagrosamente su vista durante su experiencia extracorpórea, por citar algún ejemplo). De todas las características generalmente reportadas en torno a las ECM, la más revolucionaria de todas ellas son las experiencias extracorpóreas verídicas (EECs verídicas), las cuales representan sin lugar a dudas un desafío formidable y un golpe mortal a todas las teorías médicas, biológicas y psicológicas actuales. En este sentido, esto  ha hecho que la aplastante mayoría de los científicos serios, por no decir todos, que se han dedicado en profundidad a investigar al fenómeno de las ECM, consideren que estas experiencias son reales y que prueban, aunque no certifican de manera concluyente, la existencia del “más allá”. A partir de ahora voy a exponer otros fenómenos paralelos que sugieren la supervivencia del alma a la muerte física:
1º Las experiencias en el transito de la muerte o ECM: proyección extracorporal, visión de un túnel, encuentro con seres queridos ya fallecidos, encuentro con la luz o un Ser de luz que variará en función de las creencias del individuo que experimenta la ECM, revisión panorámica de la vida (retrospectiva, prospectiva o simultánea)  y viajes a los cielos u otros planos o dimensiones de la realidad. (Citado anteriormente)
2º Las coincidencias de la muerte y experiencias de muerte compartida: Las coincidencias de la muerte se producen cuando los familiares o los amigos de los que mueren (moribundos) los acompañan hasta el otro plano (espiritual) y regresan después a sus cuerpos. Es una experiencia compartida en la que se adentran por un momento por la puerta de la muerte. Las características propias de este peculiar y trascendental fenómeno son muy similares a las ECM: los compañeros de viaje abandonan momentáneamente sus cuerpos, contemplan la escena que tiene debajo como si fueran espectadores, tienen una gran sensación inefable de paz y armonía, y posteriormente regresan a sus cuerpos. En determinados casos también se da el fenómeno de la luz (según los sujetos que han sobrevivido a este tipo de experiencias, la luz es la esencia de nuestro núcleo divino), del túnel, el repaso de la vida y la transformación personal. El fenómeno de las coincidencias de la muerte es posiblemente la evidencia física más aplastante a favor de la existencia de vida después de la muerte, un fenómeno que desafía por completo cualquier explicación natural.
3º Las premoniciones de la muerte: esto se produce cuando una persona siente físicamente que un ser querido suyo ha fallecido o va a fallecer, aunque esté a muchos kilómetros de él, y experimenta unos síntomas físicos que le alertan, censando momentos posteriores a la muerte de su ser querido. Posteriormente, se entera de que ha muerto un familiar suyo. (Debe mencionar que muchas de las premoniciones de la muerte se producen durante el sueño).
4º Las visiones en lecho de muerte de los moribundos: Se han testimoniado muchos casos en los cuales los moribundos, momentos antes de su fallecimiento (24 o 48 horas antes), tienen una visión clara y lúcida de familiares que han fallecido que van a su encuentro para reconfortarles en esos duros y trágicos momentos y ayudarles en el proceso o tránsito de la muerte. Los científicos sospechan que este fenómeno es mucho más común y frecuente de lo que realmente se cree y ya se piensa de que se trata realmente de un fenómeno universal que acontece momentos previos a la muerte del moribundo. Se han testimoniado bastantes casos en los cuales no sólo el moribundo puede ver o sentir la presencia de esos seres espirituales en su lecho de muerte, sino que los familiares del moribundo, las enfermeras o el personal médico también lo hacen. En otros casos se reporta la aparición espontánea de sombras o figuras negras en la habitación en donde está el moribundo, incluso se ha reportado muchos casos en los cuales la habitación se llena de una luz sobrenatural en el momento de la muerte del moribundo. Este hecho es confirmado por un sondeo realizado a enfermeras que trabajan en hospitales y hospicios del Reino Unido en el cual se reportó que un 50 % de los casos ocurrían hechos de naturaleza mística y paranormal en el momento de la muerte de los moribundos (el hecho místico predominante es el de la luz que inunda la habitación del moribundo). Otros fenómenos objetivos y físicos que se producen el momento de la muerte del moribundo son olores agradables que surgen de la nada, relojes que se paran, bombillas que se apagan y se vuelven a encender, etc. Hay casos en los cuales el moribundo accede a información real desconocida previamente por el propio moribundo, como por ejemplo se entera por primera vez de la muerte del algún ser querido mediante dichas visiones, y después investigadores independientes confirman o verifican la autenticidad de dichos testimonios. Todos esos fenómenos físicos y objetivos, que no son producto de la bioquímica del cerebro agonizante del moribundo, sugieren que las visones en el lecho de muerte de los moribundos son reales y no alucinaciones. Por lo tanto, la explicación de que dichas visiones sean proyecciones de deseos o sueños dorados, alucinaciones, sugestiones individuales o colectivas, o que dichas visiones tengan un carácter retrospectivo (se basa en que dichas visiones son fantasías imaginarias elaboradas por los recuerdos almacenados en la memoria del cerebro del moribundo que sirven de mecanismo de defensa con el fin de evadirse de la verdad brutal de la aniquilación personal), etc. no tienen ninguna base científica objetiva y real. En definitiva, podemos concluir que cualquier explicación médica, biológica y psicológica respecto a este tipo de visiones no encajan con los datos científicos disponibles.
4º Las comunicaciones post-mortem del difunto con sus seres queridos que están con vida en el plano físico o material: se han reportado infinidad de testimonios de personas normales que han visto el espíritu de un ser querido que ya había fallecido. Lo mayoría de estos reencuentros son fortuitos e inesperados y dependen de las circunstancias que acompañan en cada caso. Aunque el propósito fundamental de estos reencuentros es para dar fuerza, valor, coraje y esperanza a los seres que se han quedado en este plano. Estos reencuentros dilatan la esperanza y otorgan valor, consuelo y ánimo a aquellas personas que han perdido a un ser querido. Muchos de estos reencuentros o visiones de seres queridos que ya habían partido se producen por pactos de muerte, es decir, se acuerda entre dos o más personas que el que fallezca antes debe dar señales de que sigue vivo de algún modo después de haber muerto. Por otra parte, en la actualidad una de las áreas de interés de la parapsicología científica es aquella relacionada con la comunicación post-mortem de los difuntos por medio de aparatos tecnológicos que graban psicofonías y psicoimágenes. Existe mucha documentación seria y veraz en torno a este tipo de contactos con el “más allá” gracias a la Transcomunicación Instrumental o también mediante las sesiones espiritistas realizados por dotados médiums. Muchos de esas comunicaciones post-mortem han facilitado información que han sido mencionada en tribunales o han ayudado a resolver crímenes. Estos fenómenos, junto con las ECM, demuestran que el irónico dicho popular de que nadie ha muerto y venido de vuelta para contárnoslo es una mentira malintencionada.  Por supuesto que hay millones de testimonios de personas normales que han estado muertas, o que se han reencontrado en este plano con el espíritu de un familiar que ya había muerto, y han venido de vuelta para confirmarnos que la vida no termina con la muerte, que la muerte no es final, sino un luminoso principio, el nacimiento a la verdadera vida que nos corresponde. (Estadísticamente hablando se sabe que entre un 50 % y 75 % de las personas vivas tienen y tendrán algún tipo de contacto con personas difuntas durante el transcursos de sus vidas. De hecho, en algunos países europeos este tipo de contactos post-mortem con difuntos se produce hasta aproximadamente un 20 % de los casos.)
En este punto de mi comentario sobre el estudio de la tanatología quisiera presentar las afirmaciones de dos importantes científicos: Peter Fenwick y Kenneth Ring. Peter Fenwick es un neuropsiquiatra británico, socio del Kings College (Colegio Real de Psiquiatras) de Londres, ha sido neurocirujano y es además asesor honorífico en neurofisiología. Participó en el programa de interfase entre cerebro y mente, y está considerado como uno de los mayores expertos sobre el estudio del cerebro. Además, es  miembro de la Royal Society,  director de la Red Científica y Médica (Scientific and Medical Network) y de la Asociación Internacional para los Estudios de Muerte Cercana  (International Association for Near-Death Studies) del Reino Unido. Las credenciales de este prestigioso e ilustre científico hablan por sí solas. Peter Fenwick tiene serias dudas de que las experiencias cercanas a la muerte (ECM) sean debidas a factores médicos, biológicos, clínicos o psicológicos.  Fenwick afirma lo siguiente: “Tengo la absoluta seguridad de que dichas experiencias no son causadas por falta de oxígeno, endorfinas o nada de esta naturaleza. Ninguna de estas cosas puede dar cuenta de la naturaleza  trascendental de la mayoría de dichas experiencias, el hecho de que las personas tienen una sensación infinita de pérdida cuando las dejan atrás… Lo que también está muy claro es que cualquier desorientación de las funciones cerebrales conduce desorientación de la percepción y a la disminución de la memoria. Normalmente no se pueden tener experiencias muy estructuradas y que se recuerden con claridad a partir de un cerebro dañado o desorientado” (Recordar que las ECM son experiencias altamente estructuras, lúcidas, coherentes, vívidas y donde existe un sentido de hiperrealidad y hiperactividad de los sentidos, lo que es inexplicable desde el punto de vista científico). No menos interesantes son las afirmaciones de otro reputado científico a nivel internacional como es el Dr. Kenneth Ring, doctor en psicología y neurofisiología por la Universidad de Connecticut (EE.UU.). Este científico se hacía las siguientes preguntas: ¿Resulta posible afirmar que la elevada tasa de experiencias trascendentales pueden representar un salto evolutivo de la humanidad hacia un estado de consciencia más elevado? ¿Quizás la experiencia cercana a la muerte constituye una especie de mecanismo evolutivo cuyo efecto es el de impulsar a los individuos hacia el próximo estadio de la evolución humana, liberando en ellos un potencial espiritual que anteriormente se hallaba dormido? ¿Acaso las personas que han sufrido una mutación de su antigua personalidad y se han transformado en individuos más amorosos y compasivos constituyen el prototipo de una nueva especie humana más espiritual que pugna por salir a la luz? ¿Acaso es ésta la «primera cosecha» de un nuevo árbol de la humanidad que está madurando en nuestra época, el puente evolutivo hacia un nuevo horizonte en el curso evolutivo de nuestra especie o una especie de «eslabón perdido»? Esas son preguntas provocadoras y un tanto singulares que, según el Dr. Kenneth Kenneth, no están basadas en meras especulaciones o conjeturas. Para Kenneth Ring el propósito último de las experiencias cercanas a la muerte y cualquier experiencia mística trascendental es conseguir un empuje evolutivo hacia una conciencia superior para toda la humanidad. Todas sus investigaciones y reflexiones en torno a este tema están publicadas en su best seller mundial “La senda hacia Omega”.

Finalmente, antes de acabar este largo comentario en relación a la tanatología, quisiera remarcar que me parece realmente triste, indignante y lamentable que haya gente, principalmente científicos y detractores de ideología atea o agnóstica, que desde la ignorancia, la estrechez de mente, la insensibilidad y la arrogancia, nieguen o descalifiquen las montañas de pruebas a favor de la existencia de vida después de la muerte amparándose simplemente en argumentos puramente psicológicos y emocionales, en vez de basarse en argumentos estrictamente intelectuales. Todos los científicos serios que son la mayor autoridad mundial en materia de tanatología (Raymond A. Moody Jr., Elisabeth Kübler-Ross, Peter Fenwick, Sam Parnia, Kenneth Ring, Michael Sabom, Melvin Morse, Paul Perry, Bruce Greyson, David Cheet, Van Haussen, Joel Whitton, Joe Fisher, Sharon Cooper, Phyllis Atwater, Pin Van Lommel, George Ritchie, etc.) y de la investigación de la conciencia (Stanislav Grof, Charles Tart, Stuart Hameroff, Sir Roger Penrose, Robert Monroe, Ian Stevenson, etc.) creen que es posible que el cerebro sea un simple receptor y transmisor de la consciencia (teoría transmisiva) y no un productor  o creador de la consciencia (teoría productiva). Si esto fuese así, la consciencia (“software”) no necesitaría el soporte cerebral y corporal (“hardware”)  y podría sobrevivir al trauma de la muerte física. Hay importantes estudios médicos prospectivos e independientes a escala internacional, que han sido publicados en revistas científicas  y médicas de reconocido prestigio mundial (Resuscitation, The Lancet, Nature, Science, Journal of Near-Death Studies, Journal of Scientific Exploration, Scientific American…), que sugieren que la consciencia todavía sigue activa, al menos temporalmente, fuera del habitáculo cerebral, después de que el cuerpo y el cerebro dejasen totalmente de funcionar, esto es, cuando el sujeto estaba objetiva, clínica y técnicamente muerto (la mayoría de las ECM se dan en muerte clínica: ausencia total de actividad cardiaca, respiratoria y de función cerebral y, en ciertos casos, con pupilas fijas y dilatadas y cuerpo frío).  

En definitiva, existen argumentos científicos que demuestran la continuidad de la vida después de la muerte. A pesar de que no existen pruebas científicas definitivas y concluyentes, sí existen poderosas razones para creer que la vida después de la muerte es más que una mera sospecha.  Si bien es cierto que durante siglos no ha sido posible verificar científicamente la existencia de vida después de la muerte por medio del método científico (observación, hipótesis, predicción, verificación y replicación), eso no quiere decir que no haya pruebas que indiquen su existencia. El argumento más conocido es del origen del universo a través de Big Bang. A pesar de que no está demostrado por medio del método científico que el universo se originó a través de una Gran Explosión, existen, no obstante, argumentos científicos convincentes que así lo sugieren. Por lo tanto, la cuestión no es que una teoría científica tenga mayor validez  por el mero hecho de que esté demostrada o no por el método científico, sino cuando los argumentos de dicha teoría tengan una base científica plausible, razonable y aceptable. Las herramientas que utiliza la ciencia para la demostración de la existencia de un mundo espiritual más allá de la tumba no son las adecuadas, porque estamos tratando de otro tipo de realidades de diferente índole o naturaleza que la ciencia no abarca (la ciencia sólo puede pronunciarse sobre el grado de validez de una teoría cuando los hechos o fenómenos estudiados sean de naturaleza tangible, mensurable y material). En definitiva, corresponde a la ciencia reconocer sus serias limitaciones al respecto y buscar nuevas herramientas científicas o medios técnicos que permitan la demostración científica definitiva de vida después de la muerte en el futuro.


CITAS

«Cada alma es una creación divina»

Sir John Eccles
Neurofisiólogo (Premio Nobel de Medicina)


«La muerte es dulce, pero su antesala es cruel»

Camilo José Cela
Escritor gallego (Premio Nobel de Literatura)


«La cosa más hermosa que podemos experimentar es lo místico. Es la fuente de todo el arte y la ciencia verdaderos»

Albert Einstein
Físico-Matemático (Premio Nobel de Física)


«Los científicos miran a través del telescopio y del microscopio y como mucho pueden apreciar la aparente capacidad organizadora de la materia-energía. Pero el encuentro místico con la realidad última, aunque no pueda medirse ni pesarse, constituye el elemento más universal e irreductible de la experiencia humana»

David Lorimer
Científico. Director de la Red Científica y Médica de USA

«Lo que ocurre después de la muerte es tan indeciblemente glorioso que la imaginación y el sentimiento no bastan para formar siquiera un concepto aproximado de ello…
Antes o después, toda persona el morir llega donde nosotros también hemos llegado. Pero en este mundo se sabe poco o nada sobre eso modo de ser. ¿Y qué sabremos, sin embargo, de esta tierra después de la muerte? La disolución de nuestra forma, limitada en el tiempo, en la eternidad no carece de sentido. Al contrario, el dedo pequeño sabe que es un miembro de la mano»

Carl Gustav Jung
Psicólogo, Psiquiatra y Psicoterapeuta
(La cita de Jung fue extraída de una carta suya redactada por él  mismo después de experimentar una experiencia extracorpórea durante una ECM tras sufrir un infarto de miocardio)

«Hay un espectáculo mayor que el mar, que es el cielo; hay un espectáculo mayor que el cielo, que es el interior del alma»

Víctor Hugo
Poeta, novelista y dramaturgo

«Todo lo relacionado con el “mundo del espíritu”, de la muerte, todas esas cosas que nos son tan cercanas, han sido expulsadas de la vida por nuestra diaria actitud defensiva, de tal forma que el sentido con el que podríamos ser capaces de comprenderlas, ya se han atrofiado»

Rainer Maria Rilke
Escritora

«Lo que sigue a la muerte es tan problemático…Nada me hace sufrir tanto, me tanto miedo, con pensar en eso…¿Será cierto que yo he vivido para desaparecer enseguida sin dejar huella, para que la hierba crezca inútil sobre mi tumba? Es escalofriante…¿Cómo llegar a saber la verdad? »

Dostoiesvski
Escritor

«La fuente de todas las miserias para el hombre no es la muerte, sino el miedo a la muerte»

Epícteto
Filósofo

«El progreso de la parapsicología, la implantación de nuevas disciplinas como la neuroteología y la tanatología, la investigación sobre la consciencia y de sus estados alterados, de las experiencias cercanas a la muerte y de los fenómenos psíquicos, y la aparición de nuevos paradigmas en los dominios de la física y la biología han evidenciado los errores de la visión materialista y mecanicista y han insuflado un nuevo vigor a la hipótesis de que la vida no termina con la muerte»
Gary Doore
Especialista en religiones comparadas y editor de What survives?, el libro más prestigioso e importante del mundo sobre tanatología según la crítica internacional

«Como un día bien empleado procura un dulce sueño, así una vida bien utilizada, conduce a una dulce muerte»
Leonardo da Vinci
Arquitecto, escultor, pintor, inventor, músico e ingeniero renacentista
«Diferentes en la vida, los hombres somos iguales ante la muerte»
Lao Tse
«Es muy probable que la idea más poderosa jamás concebida por el ser humano sea la creencia, el conocimiento y la experiencia de que el mundo físico que nos proporcionan los sentidos es una mera ilusión, un mundo de sombras, y que la herramienta tridimensional que denominamos cuerpo sólo sirve como recipiente o morada de Algo mucho mayor en donde se asienta el fundamento de la verdadera vida»

Holger Kalweit
Escritor

«En la facultad nos enseñaron a buscar la explicación más simple a los problemas médicos. Después de considerar todas la demás explicaciones para las Experiencias Cercanas a la Muerte (ECM), creo que la explicación más sencilla es que las ECM son realmente destellos hacia el otro mundo. ¿Y por qué no? He leído todas las retorcidas explicaciones, psicológicas y fisiológicas, para las ECM y ninguna de ellas me ha parecido muy satisfactoria»

Melvin Morse
Médico pediatra /Autor del best-seller mundial “Donde Dios habita”

«He hablado con casi todos los investigadores de las Experiencias Cercanas a la Muerte (ECM) que hay en el mundo acerca de su trabajo. Sé que la mayoría de ellos creen en su interior que las ECM son un destello de la otra vida. Pero como científicos y como médicos no ha dado todavía con la “prueba científica” de que una parte de nosotros va a sobrevivir a la muerte del cuerpo físico. Esta falta de pruebas les impide manifestar públicamente sus verdaderos sentimientos. Pero, mientras tanto, siguen tratando de contestar de una manera científica a esa inquietante pregunta: ¿qué nos ocurre al morir? »

Raymond A. Moody
Médico psiquiatra / Autor del best-seller mundial  “Vida después de la vida”

         Lírica

         ¿Quiénes somos, de dónde venimos,
adónde vamos?

         ¿Cuándo fue el gran estallido?
         ¿Dónde estamos antes de nacer?
         ¿Dónde está el eslabón perdido?
         ¿Dónde vamos después de morir?
         ¿Qué son los agujeros negros?
         ¿Se expande el universo?
         ¿Es cóncavo o convexo?

         ¿Quienes somos, de dónde venimos,
adónde vamos?

¿Estamos solos en la galaxia o acompañados?

¿Y si existe un más allá?
¿Y si hay reencarnación?

¿Quiénes somos, de dónde venimos,
adónde vamos?

¿Qué es el ser?
¿Qué es la esencia?
¿Qué es la nada?

¿Qué es la eternidad?
¿Somos alma? ¿Somos materia?
¿Somos sólo fruto del azar?
¿Es eficaz el carbono 14?
¿Es nuestro antepasado el hombre de Orce?

¿Quiénes somos, de dónde venimos,
adónde vamos?

Siniestro Total
El regreso


Noticia de sucesos difundida en su día por los medios de comunicación

Hace algún tiempo leíamos en la prensa la siguiente noticia: un joven llega a una céntrica plaza de Londres con una lata de gasolina en la mano, se echa el contenido por encima y se prende fuego; junta a sí ha dejado una tarjeta en la que ha escrito que ya no le quedan ganas de vivir, que nada tiene sentido.

Esto sucedió, pero puede repetirse y se repite de hecho diariamente bajos formas menos llamativas: así, por ejemplo, cuando alguien toma drogas para disfrutar un breve espacio de tiempo, el poco que disfruta en la tierra según él. Se repite también siempre que alguien abandona la actitud de protesta y de lucha por cambio necesario para eliminar la miseria, y se integra en ese insensato carrusel de becerro de oro, del beneficio y ascenso material.

¿Es que acaso fue más clarividente el joven que se prendió fuego en Londres? Éste se rindió, pero tampoco quiso seguir participando del juego, no quiso ni un solo momento más de existencia privada de sentido, ya que no encontró a nadie que respondiese a su pregunta: ¿Para qué? Porque, en efecto, ésta es la cuestión: “para qué”. ¿Cómo puedo vivir sin un “para qué” lleno de sentido en sí mismo y para mí?

         Gollwitzer
         Pregunto por el sentido de la vida

        
«Vivimos en una sociedad industrializada y post-modernista, acostumbrada a vivir completamente de espaldas ante la terrible y trágica realidad de la muerte personal. Una sociedad basada en las conquistas científicas y tecnológicas, en el materialismo, en el egoísmo, en las apariencias, en el bienestar, en el éxito, en el prestigio y poder personal… Pero sólo hay una verdad o certeza innegable en la vida: el destino final de todo ser humano es, tarde o temprano, la tumba. Toda especulación o creencia en una hipotética vida más allá de la tumba, aun habiendo en este caso indicios científicos a favor de dicha creencia, pertenece en última instancia al plano de la fe humana»

Jesús Fraga Cid
Escritor – Divulgador Científico
        

FUENTES CONSULTADAS
Cita de Peter Fenwick
GROF, Stanislav: El viaje definitivo –La consciencia y el misterio de la muerte- Editorial La liebre de marzo Barcelona 2006 (Título original: The Ultimate Journey: Dying, Death and Spirituality)


Cita de Kenneth Ring

Cita de David Lorimer
AA.VV.: ¿Vida después de la muerte? Editorial Kairós Barcelona 1992 (Título original: What survives?  Gary Doore  EE.UU.  1990)

Cita de Carl Gustav Jung
MOODY, Raymond: Más allá la luz Editorial Edaf Madrid 1996 (Titulo original: The Light Beyond   Raymond A. Moody Jr.  New York-EE.UU.  1988)

Cita de Victor Hugo
GFROF, Stanislav: El viaje definitivo – La consciencia y el misterio de la muerte- La liebre de marzo Barcelona 2006 (Título original: The Ultimate Journey: Dying, Death and Spirituality)

Cita de Rainer Maria Rilker
MORSE, Melvin – PERRY, Paul: Donde Dios habita –Cómo nuestros cerebros está unidos al universo- Editorial Obelisco Barcelona 2006 (Título original: Where God Lives)

Cita de Dostoievski, de Gollwitzer y Siniestro Total
 CORTÉS, J. – CORTÉS, M. A. : Fe y sentido de la vida  Ediciones SM Madrid 1996

Cita de Epícteto, Leonardo da Vinci, Lao Tse

Fuente: http://www.bublegum.net/Issis/8477/CITAS+DE+MUERTE.html  (En esta web hay citas sobre la muerte de personajes famosos).

Cita de Melvin Morse y Raymond A. Moody
MOODY, Raymond: Más allá la luz  Editorial Edaf  Madrid  1996




Autor artículo

Jesús Fraga Cid
Escritor – Divulgador científico
Experto en Sindonología, Tanatología y Parapsicología Científica


ENLACES EXTERNOS

Documental Vida después de la Vida –La reencarnación presentado por el teólogo, escritor y periodista canadiense Tom Harpur (Revista Año Cero)



Documental Universos paralelos en el programa La noche temática de la 2 de TVE

Enlaces






Documental Hacia una demostración científica de la existencia de Dios


Programa de misterio Espacio en Blanco presentado por Miguel Blanco en RNE


Programa de misterio Sexta Dimensión presentado por Santiago Vázquez



ENLACES EXTERNOS AUTOR

Libro “Memorias de un romántico en la capital londinense” de Jesús Fraga Cid

FRAGA CID, Jesús: Memorias de un romántico en la capital londinense  Editorial Lulu Enterprises, Inc.  North Carolina- USA 2009

Enlace


Descargar documento (Memorias de un romántico en la capital londinense) gratis en Megaupload.



Libro “Dios, ciencia y lacras sociales” – Una mirada humana, ética y espiritual a los grandes interrogantes sobre la naturaleza humana- de Jesús Fraga Cid


Libro “Un puente entre ciencia y espiritualidad” – Análisis científico en torno a las experiencias cercanas a la muerte- de Jesús Fraga Cid


Un breve repaso biográfico a las mentes más maravillosas que han revolucionado el mundo de la ciencia, la técnica y el pensamiento



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